La revolución Bolivariana ha derrotado en casi todos los terrenos las pretensiones fascistas de derrocar al Gobierno Bolivariano. Hemos ganado más de once batallas electorales. Estoy seguro que obtendremos una contundente victoria electoral el próximo 26 de septiembre, pero ello no es óbice para comprender que este es un proceso que sigue lleno de riesgos. Y cuánto más avance, mayores serán los riegos si es una revolución verdadera, como dijera el Ché.

Si bien los factores internos de conspiración lucen derrotados y desarticulados, no debemos descuidarlos, sobre todo porque ellos son ejecutores de políticas de un imperio que, bajo ningún concepto, puede permitir que Venezuela "se les escape de las manos", considerada por ellos "su patio trasero".

El imperialismo sabe perfectamente que Venezuela es la primera reserva estratégica de petróleo del mundo. Ya lo han declarando abiertamente a través de la Agencia Internacional de Energía. Por otra parte, la posición geográfica de nuestro país es estratégica; es la entrada por la fachada norte al continente que posee el 56% de los bosques tropicales del planeta; por el Amazonas corren más de 6 billones de metros cúbicos de agua potable. Suramérica, con el 12% de la población mundial, posee el 40% del agua potable del planeta, sólo la Amazonia tiene el 20%. De manera pues, que para el imperio lo que ocurra con la revolución bolivariana, con su influencia ejemplar para Nuestra América, es de vital importancia.

Así entendemos, que no es casual la presencia en el Caribe de la IV flota norteamericana encabezada por el portaviones US George Washington, con su inmensa maquinaria de destrucción y muerte a bordo de sus buques, aviones y submarinos, así como la instalación de bases militares que pretenden rodear nuestras fronteras, o la campaña internacional mediática contra el país y nuestro Comandante Hugo Chávez. De esta forma ensayan el aislamiento y avanzan por el norte en las posibilidades de ataque a Venezuela. Mientras, por el sur-oeste, en territorio colombiano, desarrollan el Plan Colombia, operación militar ésta no sólo dirigida a enfrentar a la combativa insurgencia colombiana, sino que persigue de manera clara aislar a Venezuela del sur del continente a la hora de un conflicto. A todo ello se suma la significativa presencia de otras bases militares que han instalado en el continente con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo. Estas son señales claras de la influencia de la mafia Bush-Chenyn-Rumsfeld, que controla el invasor complejo energético-militar que sigue dirigiendo la política exterior Yanqui.

Si bien toda esta presencia militar es una amenaza real para la Revolución Bolivariana, ello no quiere decir que la invasión es la única y preferida alternativa para el imperio. El empantanamiento en las guerras de Irak y Afganistán es un fardo que cargan a cuestas. La resistencia a la guerra en el interior de los Estados Unidos y en el mundo es cada vez mayor. Sus cálculos sobre las repercusiones de una intervención directa en América Latina, parecen no estar muy claros. Los costos económicos y políticos son muy altos. Frente a todo ello, ¿podemos pensar que están de brazos cruzados esperando su oportunidad? ¿No será más "barato" activar a sus agentes internos; que aprovechen nuestras debilidades: la corrupción e ineficiencia en el seno de algunas estructuras del Estado; a los oportunistas y traidores que dividen y obstruyen el trabajo organizativo del pueblo; o "desmovilizar" a los paramilitares en Colombia, movilizándolos en Venezuela, o embochinchar la Asamblea Nacional introduciendo V columnas y una facción parlamentaria claramente de derecha, y que les garantice desestabilizar al país, para derrotar a nuestro Comandante Hugo Chávez en las elecciones del 2012?, todo ello sumado a las campañas de mentiras, tergiversación y desinformación de su terrorismo mediático internacional que pretende minar la imagen nacional e internacional de nuestro Presidente, todas estas son alternativas reales y activadas también hoy, al igual que la intervención directa gringa.

También no debemos olvidar que todo pueblo invadido, previamente ya lo ha sido de manera comunicacional, "confundiéndole y ablandándole". ¿No será está reciente campaña de descrédito y agresión de los españoles, y la permanente de Colombia, contra Venezuela, con el cuento de que apoyamos el terrorismo al tener relaciones con la ETA y las FARC-EP, parte de ese plan de desinformación y manipulación? Pensamos que sí.

Recordemos que las maquinarias de la muerte y dominación no son exclusivamente de guerra, también son comunicacionales.

De manera pues, que esta lucha es diversa y múltiple; por ello lo que debamos hacer, hagámoslo y no permanezcamos en estructuras burocráticas o representativas "echando el carro".

Milicias Socialistas Bolivarianas
para la guerra de resistencia con organización popular

Como parece inevitable una agresión, debemos comenzar la discusión sobre las formas y maneras de desarrollar la guerra de resistencia popular. Y este no es sólo un problema militar.

Prioritario es la politización y organización popular, el desarrollo de los Consejos Comunales que debe ir mucho más allá de prepararlos para administrar obras pequeñas en la comunidad, alrededor de ellos deben articularse y nuclearse las diversas formas de organización popular, los CTU, Comité de Salud, Mesas Técnicas de Agua, etc., las cuales también deben trascender al diseño de las poligonales en el barrio, la contraloría social en Barrio Adentro, o al arreglo de una tubería de agua. También debemos fortalecer estas estructuras, y las del partido (PSUV) para organizados y movilizados fortalecer las Milicias Bolivarianas, en real e indispensable unidad Pueblo Bolivariano-Fuerza Armada.

Sé que muchos de ustedes conocen, o han oído de esto que digo o repito, pero hay una gran diferencia entre saber y hacer, los convido a que lo hagamos juntos.

Los invito pues a que profundicemos este debate, para orientar la acción revolucionaria, recordando siempre la necesaria unidad entre teoría y práctica.

¡Patria y o muerte!
¡Hasta la Victoria Siempre!

Freddy Bernal Rosales