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El proceso electoral colombiano ofrece una oportunidad para revisar el modelo de gobierno neoliberal que impera en ese país. Nos referimos a la mal llamado democracia representativa, que si bien es cierto que se basa en la representatividad, no es menos cierto que de democracia como gobierno del pueblo no tiene nada. Ese es un gobierno de una oligarquía neosantanderista, es decir antibolivariana, antivenezolana y proyanqui, que ejerce el poder desde la muerte de Bolívar. Por eso no es raro encontrar presidentes hijos o nietos de presidentes anteriores, pues se trata de la misma clase hegemónica que se alterna en el poder.
Esa oligarquía gobierna arrodillada al imperio yanqui y defiende la globalización de los mercados, el Estado neoconservador y las doctrinas políticas y de seguridad yanquis desde Madinson y Haig hasta nuestros días. Gobiernan para defender el capitalismo y sus intereses de clase, engañando a las masas excluidas con esa ficción de democracia que es la fórmula capitalista para sojuzgar a los pueblos haciéndoles creer que participan en la escogencia del gobierno, cuando en realidad su única participación consiste en votar cada cuatro o cinco años por candidatos que no fueron seleccionado por ellos sino por las élites gobernantes.
Refiriéndose a este modelo de gobierno fue que Marx señaló en el manifiesto comunista que "El gobierno del Estado moderno no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa"; y por su parte, Abraham Lincoln cuando definió la democracia como "el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo", al decir pueblo no se refería a los esclavos, ni a los pieles rojas, ni a los inmigrantes, ni a los blancos pobres ni a los desposeído y excluidos en general, sino a cierto sector de blancos protestantes, anglosajones y propietarios de bienes de capital.
Es así que cualquier candidato parido por ese sistema sólo es un representante de algunos de los grupos oligárquicos que se alternan en el poder y no puede tener nada de progresista, humanista o socialista.