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Foto: Archivo
Tres rebeliones estremecedoras de la sociedad han sacudido a Venezuela en los últimos 25 años.
La primera fue civil, el 27 de febrero de 1989, seguida de la rebelión militar de los comandantes del 4 de febrero de 1992, y nueve meses después, la rebelión cívico militar del 27 de noviembre.
Cada una de estas tiene sus particularidades, sus propias características, pero con un sólo objetivo, la lucha en contra de la injusticia que los dirigentes de ese entonces aplicaron a la Nación venezolana, para satisfacer sus insaciables ambiciones.
El 27 de noviembre de 1992 se dio origen a una verdadera unión cívico-militar, la cual impulsó la segunda rebelión en contra del legado puntofijista, representado por el gobierno de Carlos Andrés Pérez, en la cual los venezolanos, civiles y militares perdieron su vida en el intento de sacar al país del abismo en que lo habían sumergido las mafias político partidistas de la época.
Fue una fecha muy difícil y dolorosa, la cual estuvo llena de sacrificios, entereza y valentía para todos los grupos compuestos por civiles y militantes de organizaciones revolucionarias y oficiales de la Fuerza Armada Nacional (FAN), quienes tuvieron la necesidad de protagonizarlo, poniéndole fin a la política económica implantada por la administración adeca.
Sin embargo, en la rebelión cívico militar del 27 de noviembre participaron efectivos de las cuatro fuerzas militares de la República, en conjunción con civiles de diferentes estratos sociales.
Muestra de ello fue la diversidad de prisioneros que arrojó esta rebelión.
La participación de la Fuerza Aérea en el movimiento insurgente del 27 de noviembre de 1992, fue una prolongación de los hechos del 4 de febrero de ese año, afianzados en la lucha popular emprendida por los venezolanos desde 1989 cuando en los días del Caracazo se cambió el rumbo de la historia del país.
Para ese entonces, las ciudades de Caracas y Maracay se convirtieron en el escenario de la primera batalla aérea en la historia del país.
Esta rebelión contó con la intervención de 500 oficiales y suboficiales, los cuales fueron arrestados tras los acontecimientos junto con 800 soldados sin rango y 40 civiles; no obstante, solamente 196 personas, entre civiles y militares, fueron llevadas a un tribunal militar, incluyendo a las que huyeron a Perú y se les abrió un proceso en su ausencia.
Lo importante es que esta rebelión, no fue la exclusiva actuación de un sólo componente, sino de todos los componentes militares en unión con importantes y diversas representaciones civiles, siendo uno de estos casos, la participación de numerosos funcionarios de la Policía Metropolitana, los cuales formaban parte del denominado Grupo Zeta.
Anteriormente, por más de ocho décadas el aniversario de la Fuerza Aérea se celebraba el 10 de diciembre, en conmemoración al desfile de los primeros aviones de guerra traídos al país durante la dictadura de Juan Vicente Gómez en 1920.
Sin embargo, el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, expresó en el 2009 cuando se estableció esta fecha conmemorativa a través del Decreto Presidencial, número 7.102, lo siguiente: “El 27 de noviembre será el Día de la Fuerza Aérea Venezolana, la fuerza aérea revolucionaria, patriota. Más nunca estará subordinada a intereses imperialistas, ni a otro interés que no sea el interés nacional”.
A 24 años de la rebelión cívico militar del 27 de noviembre de 1992 se le rinde especial tributo y reconocimiento a los venezolanos, civiles y militares, que ofrendaron su vida para asegurar los intereses del país, acción que contribuyó a la construcción de una patria nueva.
VTV