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El 14 de abril de 2002, con el regreso del Comandante Hugo Chávez al Palacio de Miraflores, también retornó el ideario bolivariano, el cual fue violentado por los apátridas que usurparon el poder el 12 de abril de 2002.
«A Dios lo que es de Dios, al César lo que es del César y al Pueblo lo que es del Pueblo, comienzo así con estas palabras llenas de no sé cuántos sentimientos que se cruzan por mi pecho, por mi alma, por mi mente; pensamientos, sentimientos», manifestó Chávez con su Cristo en mano.
El Comandante invitó a la paz y reconciliación nacional, demostrando su carácter estadista.
«¡Vuelta a la calma, se impone ahora!. Llamo a la vuelta a la calma al país. Llamo a que fortalezcamos la unidad de los venezolanos, llamo a que continuemos la marcha a paso de vencedores», destacó.
«Retorno cargado espiritualmente de un gran amor, y sobre todo, si hace dos días yo los amaba a ustedes, hoy después de esta jornada histórica, de esta demostración sin precedentes en el mundo de cómo un pueblo y sus soldados detienen una contrarrevolución y hacen una contra-contrarrevolución, sin disparar un tiro, sin derramar sangre, y reponen las cosas en su sitio. Después de esta jornada memorable, histórica, imborrable para siempre jamás, si ayer los amaba, hoy los amo muchísimo más. Amor con amor se paga», enfatizó el Comandante Chávez.
A 22 años del rescate del Comandante, la unión cívico-militar se mantiene firme, en batalla permanente para defender la soberanía nacional y la dignidad del país.
Con el Mazo Dando