Noticias / Memorias
Prensa PSUV.- Hoy se cumplen 154 años de la Batalla de Santa Inés, llamada así, porque aconteció en el pueblo de Santa Inés del estado Barinas, el 10 de diciembre de 1859. En este año, empieza a recorrer por Venezuela un torbellino lleno de deseos de cambios sociales y económicos, que impulsó a una confrontación bélica civil, conocida como la Guerra Federal, Guerra Larga o Guerra de los Cinco Años.
Este conflicto civil, el cual es considerado como uno de los capítulos más violentos de la historia venezolana, fue un enfrentamiento militar entre los componentes conservadores, representados por la clase oligárquica gobernante, surgida de la Guerra de Independencia y los liberales o federalistas, quienes deseaban modificar el orden social, económico y político, para establecer un Estado moderno, buscando la implementación de una sociedad donde imperara la justicia social y el desarrollo económico.
Fue una de las batallas más importantes de este período, donde el bando federalista, bajo el mando del general del pueblo Ezequiel Zamora, derrotó a las fuerzas conservadoras.
La estrategia militar de Zamora consistía en atraer al atacante hacia un área suficientemente conocida y estudiada, donde sería destruida la avanzada, y con ella causarle el mayor de los desgastes al enemigo. En este ataque, las fuerzas opositoras recibirían las descargas del máximo poder de ataque y de combate del Ejército Federal.
A pesar de vencer militarmente a los conservadores, el plan quedó frustrado en su última parte, cuando los jefes derrotados lograron, en la madrugada del 11 de diciembre, eludir el cerco montado por el Ejército Federal, evitando de esta manera la desintegración total de sus fuerzas y logrando alargar en el tiempo esta contienda.
En la guerra de independencia, la oligarquía criolla se valió de los esclavos y mestizos para tomar el poder, y se propuso restablecer el sistema de dominación en el cual ellos debían jugar el papel hegemónico. Uno de los cambios sociales más significativos se produjo con la incorporación de los caudillos militares a la oligarquía dominante, en su condición de grandes terratenientes y poseedores de buena parte del poder político.
La independencia dejó sin resolver gran parte de las desigualdades sociales que anidaban en la sociedad colonial. Consecuencia de ello fueron las luchas sociales que estallaron durante la década de 1840, y el posterior desarrollo de la Guerra Federal. La rebelión urbana del pueblo caraqueño manifestado en las acciones del 9 de febrero de 1844 y del 24 de enero de 1848, junto a la insurrección campesina desarrollada en 1846-47 en la zona central del país, reflejaron un descontento que ya estaba implícito en la conspiración de negros y mestizos de Caracas en 1831.
Zamora significaba el líder al fin encontrado, para canalizar todo un deseo de democracia e igualdad social que surgió durante el proceso de descomposición de la sociedad colonial. Todo su programa político de lucha se expresaba en la consigna “Tierra y hombre libres”.
Hoy, la Batalla de Santa Inés tiene para los revolucionarios y bolivarianos, un mayor alcance y significado, simbolizando la resistencia contra la oligarquía y la defensa de los logros obtenidos en un proyecto de sociedad, que trasciende las fronteras de Venezuela para hacerse continental. Nuestro Comandante Eterno Hugo Chávez denominó Batalla de Santa Inés en honor y haciendo alusión a ese hecho histórico, a la campaña desarrollada en el 2004 previa al referendo presidencial que lo ratificó en el cargo, en ese momento expresaba: “En la guerra política, se me parece tanto a la campaña de Santa Inés que hoy anuncio a los venezolanos que me convierto en el Comandante de la Campaña de Santa Inés, a partir de hoy hasta el día del referéndum revocatorio”, dijo Chávez en una multitudinaria concentración en la avenida Bolívar de Caracas, donde comenzó la campaña (6/06/2004).
El Jefe de Estado hablaba de una nueva batalla en la que se obligaba al adversario a entrar por la vía electoral, en la que sería derrotado por la voluntad popular, al tiempo que revivió la leyenda popular de Florentino y el Diablo en la que triunfa el bien sobre el mal.
Por otra parte, la figura histórica de Ezequiel Zamora, es una forma de rescatar la memoria de las luchas populares y de sus líderes. Ahora que se abre un proceso de cambios en la historia venezolana, consideremos la experiencia de lucha social que nos dejó el pasado como una forma de encontrar las raíces de la corriente histórico-social, democrática y revolucionaria, al mismo tiempo que nos impedimos repetir los errores que en su momento truncaron las aspiraciones del pueblo y lograr la victoria definitiva de los intereses del pueblo.