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Foto: Prensa Presidencial
En su intento por instaurar un sistema de dominación que responda a sus intereses hegemónicos, la política de la administración de Donald Trump sobre Venezuela “fracasó estrepitosamente”, aseveró el presidente de la República, Nicolás Maduro.
Desde el Palacio de Miraflores, ubicado en Caracas, señaló que en la Casa Blanca se implantó una corriente de “extremismo ideológico”, que condujo a la élite gobernante a creer que “solo que ellos decidieran nombrar otro presidente, ya los venezolanos iban a obedecer como si fuéramos una colonia”.
“Venezuela le ha demostrado a Donald Trump y a los extremistas, supremacistas de Washington que no somos ni seremos una colonia yanqui”, apuntó durante un encuentro con medios de comunicación nacionales e internacionales.
Indicó que, precisamente, la pretensión de recolonizar Venezuela fundamentó el esquema de guerra multiforme para impedir que “un pueblo independiente pueda construir un nuevo modelo social, económico, democrático, participativo y protagónico”.
“No solo es una guerra económica, es una guerra mediática nunca antes vista, una guerra política, diplomática y psicológica, una guerra para tratar de recolonizar a un país como Venezuela”, agregó el Dignatario, quien destacó que “no han podido, ni podrán con nosotros”.
Destacó que “otras hubieran sido las circunstancias” de haberse materializado el diálogo con su homólogo de Estados Unidos (EE.UU.), que estuvo cerca de realizarse en septiembre de 2018. Sin embargo, el establishment perjudicó el encuentro.
“Otro mundo hubiera surgido de ahí, pero hay mucha arrogancia, prepotencia y odios en quienes dirigen los destinos de los órganos fundamentales del poder en Estados Unidos. Hay mucho extremismo ideológico”, sentenció.
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