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El campamento de paramilitares contó con el apoyo de la oposición
Prensa AVN.- Como un hecho «sin precedentes» calificó el Director Nacional del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), Miguel Rodríguez Torres, al plan gestado por la oposición venezolana en 2004, cuando introdujo en territorio nacional a un grupo de más de 100 paramilitares colombianos, con el propósito de derrocar al Gobierno venezolano y asesinar al presidente Hugo Chávez.
«Cuando el 9 de mayo (2004) en horas de la madrugada y después de meses de trabajos de inteligencia, se detuvo a 116 personas de origen colombiano, luego identificadas como paramilitares traídos con intenciones de golpear, derrocar al Gobierno y acabar con la vida de Chávez; quedó develada la naturaleza real de la oposición a la que nos enfrentamos. Nadie imaginó que llegaran a esos extremos», explicó Rodríguez Torres.
Entrevistado por el periodista José Vicente Rangel, en su programa dominical José Vicente Hoy, que transmite el canal Televen, el director del Sebin resaltó que «este hecho nos sorprendió porque fue traer extranjeros, paramilitares y violentar la soberanía del país. Eso fue un hecho sin precedentes en la historia del país».
Destacó que en estos hechos participaron personajes reconocidos de la oposición, quienes hoy ocupan bancas en la Asamblea Nacional, son candidatos a cargos públicos o se encuentran en el extranjero, participando en acciones contra Venezuela y su gobierno.
«En aquel momento, se nos hizo difícil llegar al sitio con más velocidad, porque había un anillo de protección que les brindaban las policías al mando de gobiernos opositores. PoliBaruta, cuyo alcalde era el actual candidato a presidente Henrique Capriles Radonski; la Policía Metropolitana, al mando de Alfredo Peña; y la del Hatillo y de Miranda dificultaban y saboteaban el trabajo de inteligencia que se hacía para la ubicación física de los paramilitares», relató.
Asimismo, el general Rodríguez Torres señaló que «ese campamento que instalaron no hubiese durado dos semanas sin el apoyo político de sectores de oposición venezolanos».
Cuando fue capturado el llamado Comandante Lucas (Carlos Ayala), identificado como el jefe de los paramilitares, él se comunicó telefónicamente con Urlando Urdaneta y Gustavo Machado, quienes llamaron en 17 oportunidades a Alfredo Peña, refirió Rodríguez Torres. Agregó que así se evidenció aún más la participación de la oposición en los hechos.
«Lucas en los primeros interrogatorios estuvo callado, pero luego fue soltando información de las personas que vio pasar por ese campamento, Él señaló haber visto al general Ovidio Poggioli Pérez (jefe de la antigua Disip en la dictadura de Carmona) arengarlos: Que no se desmotivaran, que iban a recibir su pago, y a varios oficiales como coronel Farías Rodríguez», contó.
Para Rodríguez Torres, un sector radical de la oposición continúa apostando a los escenarios de violencia que se manejaron entre los años 2002 y 2004, cuando llevaron a cabo un golpe de Estado, guarimbas, paro petrolero y el plan con los paramilitares. No obstante, advirtió que frente a las constantes amenazas, y al escenario electoral venidero, el Sebin cumple con su misión de inteligencia.
«Estamos cumpliendo nuestra misión, detectar amenazas al Estado como un todo, la oposicion que nos enfrentamos tiene grupo muy radicales que piensan en salidas violentas al margen de la Constitución, pero no han tenido eco ni en el pueblo ni en las Fuerzas Armadas», puntualizó.