Opinión / Antonia Muñoz

25.Mar.2015 / 10:34 am / Haga un comentario

Hoy pensábamos profundizar sobre la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional que es el capítulo 35 del Código de leyes de los Estados Unidos. El interés de esta ley para las y los venezolanos es que la misma le confiere a los presidentes gringos la facultad de aplicar sanciones a ciudadanos venezolanos que viven en suelo patrio; y lo que es peor, para sancionar instituciones del Estado venezolano como el BCV y PDVSA, llevándose por delante la CRBV. Sin embargo, decidimos abordar el tema económico que sigue siendo una punta de lanza en el saboteo al país, por lo que consideramos que debe tratarse públicamente con más cuidado, “porque la palabra tiene poder” y puede servir para construir, pero también para destruir o confundir. Aprovechando esta inconsistencia en la información de producción que a veces se lanza a los medios, algunos atacan al gobierno diciendo que en el país no se produce nada, que todo se importa, cosa que no es verdad y debemos aclarar a tiempo. Lo que sí es verdad es que debemos y podemos producir más alimentos, calzados, vestidos, auto partes, medicamentos, automóviles y todo lo que podamos y sea necesario producir.

Para ilustrar el punto que hemos planteado utilizaremos algunas declaraciones que han circulado en medios nacionales en las últimas dos semanas. Es algo que parece irrelevante, pero no lo es. Nos preocupa la ligereza con que se trata y se lanzan al aire las estadísticas sobre producción en general; lo cual permite a los enemigos de la revolución pescar en río revuelto y atacar de frente o soterradamente. Esto no debería ser así porque esos números que se dicen a veces tan descuidadamente representan indicadores económicos importantes; sin embargo, dada la discrepancia entre ellos, no queda más remedio que concluir que alguien no se está ajustando a la verdad; bien sea por desconocimiento o porque es instrumento de la guerra económica, que como sabemos, tiene entre sus objetivos falsear información.

El 12 de marzo de 2015 una periodista desde Valencia reporta unas declaraciones que le atribuye a Carlos Albornoz; presidente de Fedenaga: “De las 550 mil toneladas requeridas para el consumo nacional, se producen en el país unas 209 mil toneladas, lo que equivale a 38% de la meta”. Si la información anterior es veraz, se tendría que importar el 62% de la carne bovina que se consume en el país. Sin embargo, el 20 de marzo, José Agustín Campos, el Presidente de Confagan informó que Venezuela produce 70% de la carne que consume. Si este % está referido sólo a carne bovina, entonces el país tendría que importar sólo el 30 % de su demanda. Sin embargo, cabe la pregunta ¿Incluirá este 70% otras carnes diferentes a la bovina?

El 11 de marzo, el periodista Jesús Hurtado concluye que si se toman como ciertos los datos aportados por el gobierno sobre el consumo per cápita de 24 Kg de carne bovina, entonces la demanda nacional sería de 720 mil toneladas (considerando 30 millones de habitantes). El 24 de marzo de 2015, en unas declaraciones atribuidas al Diputado de la AN, Alexander Dudamel, éste da cuenta de la aprobación de unos recursos al Ministerio de Agricultura y Tierra para la creación de un fondo rotatorio retornable para la compra de 787 mil toneladas de carne bovina para cubrir la demanda nacional durante el 2015. José Manuel González, diputado por el estado Guárico, presentó una observación ante la aprobación de dichos recursos; solicitó una investigación a la Comisión de Contraloría de la AN, ya que que según él, el Estado estaría importando un poco más de 200 mil toneladas de carne que no son necesarias. El Diputado González también asume la demanda de carne bovina sería de 550 mil toneladas, coincidiendo con Fedenaga y Asofrigo.

Por supuesto que no sorprende la discrepancia entre la información ofrecida por el gobierno y la oposición, pero un rango tan amplio en la demanda nacional de carne bovina que va de 550.mil a 787 mil toneladas, da pie para la desinformación que es la especialidad de los adversarios. Como la palabra tiene poder, es recomendable aclarar las mentiras, que como sabemos, repetidas suficientes número de veces se convierten en verdad. Finalmente, hay que recordar que el Estado venezolano tiene por norma de seguridad mantener unos meses de reserva de alimentos, lo cual podría incluir la producción nacional y el excedente que se importa por encima de las necesidades reales, máxime con este desangre que tenemos con el contrabando de extracción. ¡CHÁVEZ VIVE. LA LUCHA POR LA PATRIA SIGUE!

Guanare, miércoles 25 de marzo de 2015

 

 

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