Opinión / Ana Elisa Osorio
En el actual período de sesiones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York el tema central ha sido la solicitud de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de ser aceptada como miembro pleno de la ONU, no siendo ésta la primera vez que se solicita.
Al respecto recomiendo, leer la misiva que le enviara nuestro Comandante Presidente Chávez al Sr. Ban Ki-moon, secretario general del organismo internacional, el 17 de septiembre pasado donde expresa “el total apoyo de Venezuela al reconocimiento del Estado palestino: el derecho de Palestina a convertirse en un país libre soberano e independiente”.
Vale decir que ya somos muchos países los que reconocemos a Palestina y repudiamos la ocupación abusiva y genocida del Estado de Israel que ha cercado al Pueblo palestino con un muro de la vergüenza imponiéndole un bloqueo criminal, este repudio para nada significa un desconocimiento a Israel y a su derecho de tener un territorio pero sí a las prácticas sionistas que sus gobiernos han ejercido.
Por decenas desfilaron los jefes de Estado en la asamblea de la ONU, dando su apoyo a Palestina, instando a la paz en el medio oriente y al reinicio de las negociaciones entre Israel y Palestina. Pero sobre todas las deciones pesa el fantasma del veto.
No podemos olvidar que en las ONU aun priva un sistema anacrónico y antidemocrático donde 5 naciones tienen el poder del veto en el concierto de 193 estados soberanos que la constituyen: EE.UU., Rusia, China, Francia e Inglaterra, que se expresan en el Consejo de Seguridad del organismo, instancia donde se discute actualmente el caso de Palestina.
Es necesario recordar que los Estados Unidos ha ejercido el veto contra Palestina en 18 oportunidades y pareciera que lo hará una vez más. Qué democráticos, ¿verdad?
¡Cómo quisiera equivocarme y que en esta ocasión triunfara la justicia para el pueblo Palestino que existe y resiste, muy a pesar del Imperio!
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