Opinión

Por: Hernán Mena Cifuentes

Consciente del peligro que la Constituyente representa para su proyecto de destruir la Revolución Bolivariana, EEUU decidió lanzar a sus lacayos a una nueva ofensiva desestabilizadora de la guerra de Cuarta generación que en el marco del golpe de Estado de más de 18 años adelanta contra el proyecto político e ideológico de Chávez continuado por Maduro, heredero de su legado libertario.

De nada le sirvieron los miles de millones de dólares que gastó todo ese tiempo en planificar y ejecutar la brutal conspiración desatada por sus vasallos criollos en Venezuela y extranjeros en Europa, la OEA, Colombia y Miami, que incluyó un golpe de Estado, importación de mercenarios, un sabotaje petrolero, intentonas golpistas como La ¨Salida, las guarimbas, barricadas y marchas asesinas en las que quemaron vivos a 28 seres humanos.

Pero, revanchista, soberbio y prepotente, EEUU se niega a asimilar la derrota e insiste en su macabro juego intervencionista y golpista colocando como siempre a los medios mercenarios en la primera línea del frente de batalla de su ofensiva, de nuevo no tiene nada, porque se inscribe en la misma agenda, sigue el guión de siempre, por lo que está condenada al más rotundo fracaso.

Como sucedió con todos los intentes anteriores estrellados contra la indoblegable resistencia del pueblo, gobierno, así como de la FANB, demás cuerpos de seguridad del Estado, países y organizaciones revolucionarias de la región y del mundo que solidarios, respondieron con dignidad y valentía a las amenazas de represalias y al chantaje político y económico de Washington.

La misión de la prensa escrita, televisión y radio y las redes sociales ha sido la de utilizar su arsenal de calumnias y mentiras, esta vez contra la Constituyente, en espacios de opinión y entrevistas en EEUU, Europa y América Latina a parlamentarios y ex presidentes fascistas; a ladrones banqueros venezolanos, ex militares y políticos corruptos prófugos de la justicia, pero siempre evitando publicar toda opinión o noticia emanada de una fuente revolucionaria.

La siguiente fase de la ofensiva fue la Cumbre de cancilleres convocada por el presidente yanqui-peruano Pedro Pablo Kuczynski, celebrada el martes en Lima, precedida de una campaña publicitaria que la anunciaba como uno de los grandes acontecimientos políticos del año y solo fue una copia de la serie de de los fracasados Consejos Permanentes que EEUU y sus Estados vasallos celebraron en la OEA contra Venezuela.

Allí, para vergüenza de los gobiernos y pueblos dignos del Abya-Yala, 12 representantes de los 33 países que Kuczynski, en la Universidad de Princeton dijo que “con excepción de Venezuela, eran “perritos” echados sobre una alfombra que no hacen daño”, los mismos que en ese “ministerio de colonias de EEUU” afirmaron que en la Patria de Bolívar no existe la democracia.

No fueron 17, como informaron los medios mercenarios, solo 12, los que firmaron la ilegítima e ilegal declaración aceptando con su cómplice silencio lo dicho por el gringo-peruano callando la digna respuesta que sus pueblos esperaban de ellos ante tan infamante comparación de sus naciones con un animal que es mucho más digno y leal que ellos que muerden la mano de un hermano.

La reunión de esos Judas traicioneros fue otro más de los Consejos Permanentes en los que esos mismos cancilleres por orden de su amo votaron contra Venezuela en la OEA el ministerio de colonias yanqui que se trasladó de Washington a Lima, esta vez convocada, no por Almugre, sino por Kutzynski, igual de lacayo como él del Imperio.
Perdidos en sus contradicciones, deserciones y las propuestas de los más arrastrados que exigían la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con Venezuela, quedaron en medio de su soledad, lamiéndose las heridas del fracaso consolados por su amo que celebró su vergonzosa declaración, documento que entre otras mentiras y calumnias hipócrita y declara cínicamente su decisión que:

“Condena la ruptura del orden democrático en Venezuela”.

“No reconoce a la Asamblea Nacional Constituyente”.

“Venezuela no cumple con los requisitos ni obligaciones de los miembros del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas”.

Inmersos en el fango de su odio compulsivo que corroe la mente de su miseria humana, no entendieron los reunidos en esa guarida de lacayos imperiales, que Venezuela cuenta con la solidaridad de la inmensa mayoría de los pueblos del mundo que condenan y rechazan por ilegales, ilegitimas, ofensivas y calumniosas todas y cada una de esas afirmaciones.

Como se hizo ese mismo día en Caracas, en la Declaración de la VI Reunión Extraordinaria del Consejo Político del ALBA-TCP interpretando el sentimiento, voluntad y decisión de los pueblos que representan y de los pueblos del resto del planeta en defensa de la verdad, justicia, igualdad y el derecho inalienable que tiene todo pueblo a elegir libre y soberanamente su sistema de gobierno.

A David Choquehuanca, Secretario General de esa alianza de pueblos dignos, libres y soberanos le correspondió dar lectura a la histórica Declaración que se inicia con el siguiente acuerdo al que siguen otros 17 que expresan igualmente su incondicional apoyo y solidaridad con la noble y justa causa de la Revolución Bolivariana.

“Los ministros y ministras de Relaciones Exteriores de los países miembros del ALBA-TCP en ocasión de la VI Reunión Extraordinaria del Consejo Político del ALBA-TCP reconocemos y felicitamos al pueblo venezolano por la jornada democrática del pasado 30 de julio de 2017, conscientes de que celebrar esos comicios fue un auténtico acto soberano y votar en ellos, y que solo compete a los venezolanos superar sus dificultades sin intromisión, amenazas o condiciones injerencistas”.

“Reiteramos que las sanciones económicas de carácter unilateral impuestas contra el pueblo venezolano constituyen una clara violación del derecho internacional y de los DDHH y una inaceptable aplicación intervencionista que tiene como único objetivo afectar de manera directa al pueblo y Gobierno Bolivariano de Venezuela para conseguir con ello un cambio de régimen, teniendo en cuenta los constantes directos e indirectos de atentar contra la paz y soberanía del pueblo y gobierno de Venezuela, la campaña de desprestigio mediático internacional y las acciones unilaterales violatorias del derecho internacional que afectan hoy la economía venezolana”.

“Destacando que los enemigos históricos de la integración latinoamericana y caribeña han lanzado una guerra no convencional contra los pueblos y gobiernos y pueblos que más la han defendido, con el único objetivo de destruir los avances alcanzados en la región, dividirnos e imponer nuevamente el modelo económico neoliberal para así poder dominar y controlar nuestras riquezas y someternos al control de los intereses transnacionales, recordando la Declaración de la XIX Cumbre de Jefes de Gobierno de ALBA del pasado 5 de marzo en Caracas, en la que se afirmó que la defensa de Venezuela y su Revolución no es problema exclusivo de los venezolanos, es causa que convoca a todos los que luchamos por la verdadera independencia en América Latina y el Caribe”.

“En Venezuela se libra hoy la Batalla de Ayacucho del Siglo XXI.

Rechazamos las sanciones arbitrarias e ilegales impuestas por el gobierno de EEUU contra ciudadanos venezolanos, incluido el Presidente Constitucional Nicolás Maduro Moros”…

“Reiteramos nuestro firme apoyo a la iniciativa emanada de la 38ª Reunión Ordinaria de preocupación expresada por los jefes de Estado y de gobierno de Caricom del pasado 6 de junio de 2017 donde ofrecen acompañar un proceso de diálogo entre el gobierno y la oposición en Venezuela a fin de reactivar y dar reimpulso a dicha iniciativa que busca la paz en el país”…

Por otra parte, y en respuesta al accionar injerencista de quienes buscan destruir la Revolución Bolivariana, surge el llamado hecho por el diario mexicano La Jornada, en su editorial titulado: “Todos deben sacar las manos de Venezuela” publicado el 6 de agosto, día del atentado terrorista paramilitar y mercenario al Fuerte Paramacay en el que dice, “da cuenta de la virulencia golpista a la que han llegado algunos sectores de la oposición en el país suramericano”…

La del editorial es una posición valiente y firme, diametralmente opuesta, no solo a la de los medios mercenarios del Imperio, sino también a la del gobierno de ese Estado vasallo que gobierna Peña Nieto, con su legión de agentes en la OEA, la sucursal que esa caterva de Judas abrieron en Lima y demás secuaces de Europa y América Latina en su demencial afán por destruir la Revolución Bolivariana”…

“Resulta obligado señalar, -destaca más adelante- que el persistente injerencismo de Washington y de sus aliados y el afán de descalificar al gobierno de Caracas y de tomar partido a favor de los grupos opositores, lejos de contribuir a una solución pacífica de la aguda polarización por la que pasa Venezuela, alimentan las perspectivas violentas e indeseables mencionadas, en las cuales el pueblo venezolano se vería expuesto a sufrimientos exponencialmente mayores a los que sufre hoy en día”.

“Es pertinente a este respecto recordar, guardando las diferencias que en Irak, Libia y, parcialmente en Siria, a raíz del empecinamiento estadounidense en destruir a gobiernos que considera hostiles, se establecieron vacíos de poder y “territorios de nadie” en los que rápidamente proliferaron la barbarie, el caos y el terrorismo”.

“La desestabilización de Venezuela desde el exterior, podría conducir a la gestación de un escenario semejante en América Latina, y es ineludible preguntar si tal es el propósito de los gobiernos que acompañan a la Casa Blanca, -el de México en primer lugar- en su afán por aislar, deslegitimar y destruir al régimen bolivariano”.

“Es preciso demandar, pues, que los actores oficiales externos, saquen las manos del acosado país sudamericano, depongan sus extravíos injerencistas y se atengan al principio de No Intervención. Así sea, porque en un plazo no tan largo, podrían experimentar en carne propia las consecuencias indeseables de un conflicto mucho más grave y extendido que el que hoy padece Venezuela y de cuya génesis serían corresponsables”.

Sana y sabia advertencia la del prestigioso medio mexicano en defensa de la soberanía, dignidad y seguridad de la Revolución Bolivariana y del resto de la Gran Patria Latinoamericana y Caribeña, pero puede estar tranquilos sus editores, pues con la puesta en marcha de la Constituyente convocada por Maduro, sus temores, los del pueblo venezolano y del resto de la región, se han reducido al mínimo.

Porque con ella la paz y el amor han retornado a la Patria de Bolívar y de Chávez y su pueblo revolucionario comienza a transitar por las amplias alamedas, lejos de la guerra y del odio, de la violencia que solo trae más violencia, mientras quienes lo hicieron por los estrechos senderos del golpismo, con sus crímenes de odio, hoy enfrentan a la Justicia, que tarda pero llega.

Y si vuelven a salir de sus tumbas los fantasmas de la MUDgre golpista, como lo hizo hace 4 meses, suicidándose políticamente al transitar por la vía del terrorismo, de los crímenes de odio, como el quemar vivos a 28 seres humanos y otras atrocidades ordenadas por su amo aplaudidas por los gobernantes de sus Estados vasallos, volverán a ser derrotados, pues como dijo hace 2 siglos Bolívar:

“Por fortuna se ha visto a un pequeño grupo de valientes vencer a imperios poderosos”, y también dijo:
“Lo mismo es para Venezuela combatir contra España que contra el mundo entero, si todo el mundo la ofende”.

 

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