Por: Erick Lozano

Cada vez está causando más controversia el tema de la comunicación digital en la Revolución, siendo un tema cotidiano las redes sociales, empezando por el Presidente de la República, Nicolás Maduro, donde en las últimas apariciones en los medios convencionales ha manifestado su preocupación por no tener “visibilidad” en las plataformas sociales.

En su última rueda de prensa, antes los medios nacionales e internacionales, realizada en el Palacio de Miraflores el pasado día 17 de octubre, el mandatario acuso directamente a Facebook e Instagram de “vetar” sus mensajes. Afirmó que sus adversarios políticos hacen uso de las redes sociales sin restricciones para “destruir la revolución”, mientras los voceros políticos de la revolución son “vetados”.

El mandatario nacional aseguró que las compañías utilizan “retardadores” para evitar que sus mensajes en vídeo lleguen a la gente. “Tengo derecho a defenderme, esa es la nueva guerra”, expresó el Jefe de Estado durante su alocución.

El presidente ha dicho, repetidamente, que las redes sociales más populares -como Twitter, Facebook e Instagram- serían utilizadas como “un instrumento de guerra” para promover una agresión en contra de Venezuela. Algo que es totalmente verídico, nuestra nación está pasando por una guerra de 4ta generación, direccionado por laboratorios de marketing y neuromarketing, como ya lo he venido denunciado anteriormente en mis artículos e intervenciones ante la prensa venezolana.

Estamos ante ataques sistemáticos programados, de metas mensajes que han llegado a desestabilizar la psiquis y emociones de nuestra población, pero la gran interrogante es ¿Él Presidente de la República está siendo censurado antes los medios no convencionales?, ¿hay un cerco mediático en sus publicaciones?.

Como experto en el área, puedo afirmar que hay limitaciones que no dejan avanzar en la comunicación digital a nuestro primer mandatario. Recordemos que para mayor alcance, estas plataformas digitales desarrollaron un algoritmo para promocionar cualquier tipo de publicación, y esta publicidad es paga y segmentada. Si no se utiliza un método eficaz para generar contenidos pagos, es difícil que los mensajes puedan llegar a toda la población venezolana.

El único cerco, y me atrevo a ponerlo en tela de juicio, es que no estén dejando pagar por publicidad al primer mandatario.

Sin embargo, existen otras formas rudimentarias y orgánicas para poder tener mayor posicionamiento en la web. Son estrategias que parte de lo esencial, que es un plan de social media: priorizar el público objetivo utilizando la segmentación como principal método esta herramienta permite llegar a grupos sociales de manera amplia. La segmentación se divide en diferente puntos (consulte mi artículo anterior).

Teniendo clara una segmentación en cada red social, los mensajes (publicaciones) tendrán mayor impacto en las plataformas, “Habla menos y escucha más”. Las redes sociales son canales de comunicación para interactuar, si no hay un feedback o enganche con tú publico meta, no existe el llamado engagement.

En este caso, los grandes retos de la Revolución debería partir por cambiar la forma de hacer comunicación digital, una forma ortodoxa y poca atractiva. Las redes acumulan un gran grupo determinante de jóvenes, y para avanzar y ganar en esta era digital, se debe comenzar por atender las necesidades de los usuarios, que han adoptado un nuevo rol participativo y activo, las audiencias ya no son pasivas.

Las redes sociales no son medios convencionales como la televisión, radio o la prensa escrita. La audiencia quiere ver más allá de lo que dice nuestro Presidente; quiere sentir y ser parte de las acciones. La comunicación 2.0 se mueve a través de las emociones y sentimientos, si no existe reacción alguna, no existe fidelización entre el público.

No cabe duda que la publicidad pagada mueve las redes sociales; es un negocio multimillonario que tienen intereses comerciales. Para combatir con esas grandes corporaciones, lo esencial es convertirnos en influenciadores del hombre y la mujer nueva de una sociedad, quienes generan impacto, moviendo masas y convirtiéndose en viral.

Pero mover masa no siempre significa que la gente quiera ver lo que cotidianamente vemos por los medios convencionales. Las audiencias piden a gritos canales efectivos donde podamos interactuar, donde el contenido sea un relato, sea una historia que al leerla me identifique y comparta.

De eso se trata las redes sociales, buscar nuevas formas creativas de interactuar y generar interacciones con el público meta y apalancarse en los fans para lograr conseguir diferentes objetivos al mismo tiempo como brand awareness (conocimiento de marca), que a su vez se conviertan en nuevos seguidores y fidelizarlos a las redes.

Actualmente, los grandes portales amarillistas utilizan el método SEO earch Engine Optimization, que se traduce en optimización de los motores de búsqueda, por ejemplo Google; este una estrategia totalmente gratuita, solo que se debe tener los conocimientos para aplicarla. Este método para posicionar las llamadas Fake news contra nuestra nación. Si hacemos un análisis, es poco o casi nula quien de nuestras filas utiliza este mecanismo para lograr tener mayor presencia en la web.

Hemos cometido un gran error solo hablarle a nuestro público, al chavismo de base, pero ¿quién hace vida en la web?, ¿quien le habla ellos?, en cambio la oposición tiene amplia gama de contenidos segmentados para el chavismo y su audiencia.

Los retos de la Revolución y del Presidente, es vencer los métodos pocos efectivos y con resultados pocos favorables.

Estamos a tiempo de corregir o seguir perdiendo terreno en esta guerra digital.