POR: José Garcés

Ya hay suficiente material bibliográfico que declara que lo ocurrido en la hoy llamada América y antes probablemente Abya Yala, fue el más grande genocidio y etnocidio ocurrido jamás sobre la faz de la tierra. Ninguno de los holocaustos y matanzas que lamentablemente han ocurrido en el planeta alcanza la abominable cifra de cerca de 100 millones de aborígenes muertos a manos de los conquistadores españoles.

Se ha señalado que los españoles cuando llegaron a América en 1492 se vieron sobrepasados por las expectativas y no sabían cómo iban a reaccionar, y por eso respondieron de la espantosa y criminal forma como lo hicieron. Esta tesis es poco creíble, ya que cuando llegaron a América ya tenían 90 años de experiencia en eso de conquistar pueblos, llegaron a Las Canarias en 1402. Vale decir que en esas islas acabaron con toda la población aborigen, así como lo hicieron en algunas islas del Caribe como Puerto Rico. De las Islas Canarias sobrevivió la historia del Mencey Beneharo quien hubo de suicidarse lanzándose por un acantilado para evitar ser esclavizado por los conquistadores. Tal era la saña que demostraban en sus guerras genocidas.

Darcy Ribeiro, el conocido antropólogo brasileño, ha señalado que antes de la llegada de los españoles la población de indoamericanos se calculaba entre 100 y 150 millones. Población que un siglo más tarde se redujo solo a un millón. Eso nos da la escalofriante matemática de tres mil muertes diarias durante 100 años. Hagamos un ejercicio de imaginación para poder dimensionar este resultado aritmético. Esta cifra escrita en un artículo no representa la inconmensurable tragedia de los indígenas bajo la opresión española. Imaginen un sitio donde quepan tres mil personas. Se me ocurre que el Teatro Teresa Carreño que tiene un aforo de 2.700 personas. Entonces imaginen el Teatro Teresa Carreño lleno hasta las escaleras. Imaginen también  que todo ese gentío es asesinado un lunes, y ya resulta chocante imaginar los cuerpos sangrantes y los horrores de la matanza. Pero resulta que esa matanza ha de repetirse al día siguiente también, y así el día martes se tiñe de sangre. Pero también ha de ocurrir lo mismo el miércoles y el jueves, y toda la semana, y todas las semanas, y así todos los días durante 100 años.

Ya en este punto de la narración algunos tendrán ganas de dejar de leer y otros ya sentirán síntomas deplorables en su cuerpo.

No quiero hacer una semblanza del horror, lo único que quiero es que tratemos de aproximarnos a la verdadera y horripilante dimensión de la masacre y el genocidio que hubo en estas tierras  americanas a manos de los españoles.

Cuando tomamos conciencia de la magnitud del horror comenzamos a sentir náuseas y preferimos dejar la lectura. Esto es lo que debe sentir cualquier persona más o menos normal. ¿Cómo es posible que entonces personeros de la Derecha española hayan salido a justificar las acciones  de los conquistadores? ¿Qué se esconde detrás de estas declaraciones?

Lo que tenemos que reconocer es que la Derecha internacional se ha venido activando para mantener los privilegios de las clases dominantes de Iberoamérica. Así como en un momento dado América Latina tuvo un buen número de gobiernos progresistas (Chávez, Lula, Evo, Fidel, Pepe Mujica, Cristina, etc.), la derecha no se quedó de brazos cruzados y emprendieron una avanzada que les permitió recuperar espacios. Así surgieron Piñera, Bolsonaro, Martinelli, Duque, Lacalle, etc. y ante esta arremetida de la derecha se necesita una ideología  que los aglutine de manera que lo que escuchamos ahora en los medios  son las ideas que esta derecha quiere imprimir en las mentes de quienes los apoyan.

Como en los bestiarios medievales donde se iban mostrando los animales mitológicos o naturales, los voceros de la metrópoli imperial van mostrando las ideas que aparecen como nuevas bestias en el imaginario de las Derechas nacionales e internacionales.  Las tesis de que “El indigenismo es el nuevo comunismo” que mantiene Ayuso, legitima la posibilidad de mantener viva la Guerra Fría, entendiendo al comunismo, ahora y según Ayuso en su nueva variante de indigenismo, como el enemigo a vencer. Lo de “Andrés por los aztecas y Manuel por los Mayas” de Aznar, intenta legitimar la tesis de que antes de la llegada de los conquistadores aquí en América no había nada. Esto tiene como sustrato legitimar el etnocidio. Una cultura tan rica como la de América precolombina ha sido silenciada para sepultarla en el olvido conjuntamente con los millones de crímenes cometidos en nombre la corona española. La idea que los conquistadores, antiguos y modernos, han proyectado es que las culturas precolombinas eran “Salvajes, bestiales y hasta caníbales” según el decir de Tony Cantó. Esto me recuerda mucho cuando por los años 60 mi madre me contó que a ella no le gustaban los comunistas porque alguien le había dicho que los comunistas comían niños. Así se han engañado al pueblo desde hace siglos y las declaraciones de Cantó van por el mismo estilo.

Como vemos hay en marcha una nueva avanzada ideológica donde el Poder imperial, y la Derecha internacional se han organizado contra los Gobiernos progresistas y les está dando “ideas” a sus acólitos que luego usarán en las futuras guarimbas y Golpes de Estado, en los que aducirán que España vino a “evangelizar” (Según Aznar) ¿Ahora saben porqué Jeanine Áñez llegó al palacio Quemado en La Paz con una biblia en la mano?

“Con libertad ni ofendo ni temo”, habría dicho el prócer uruguayo José Artigas, y se trata justamente de rescatar la libertad de pensamiento y la libertad de estudiar los hechos que se sucedieron aquí en América luego de 1492. No es posible que el pensamiento único que ha impuesto la dominación haya obligado a creer a decenas de generaciones que aquí lo que hubo fue un “encuentro de dos mundos” y que los indígenas americanos eran una especie de retrasados mentales que les daban oro a los conquistadores a cambio de espejitos. Pues, la petición del Presidente Maduro de establecer una Comisión de la vedad tiene toda la legitimidad del universo. Solo los que quieren ocultar la historia con intenciones ideologizadas podrían oponerse a ello.

Pero ¿Cómo los revolucionarios podemos mantener una resistencia férrea ante la avanzada de la Derecha a nivel continental? Ya habrá muchas maneras y cada quien podrá hacerlo desde su trinchera, pero este 21 de noviembre tenemos una tarea que podemos hacer en colectivo. Tenemos que salir a afianzar otra vez las instituciones democráticas a nivel internacional, y hacer ver que en Venezuela tenemos una democracia fuerte que respeta los Derechos Civiles y no un régimen que come niños. Si lo pensamos bien, este 21 de noviembre tenemos una oportunidad de hacer saber al mundo que no somos retrasados mentales que cambiamos espejitos por oro, sino que somos un pueblo maduro democráticamente y que vamos a defender nuestra democracia y nuestra revolución cueste lo que cueste. De nada han de servir las nuevas ideas y conceptos que están gestando desde la metrópoli imperial de la colonización. Ya hemos demostrado que en cada área de nuestra vida estamos desarrollando e instrumentando un pensamiento decolonial y profundamente revolucionario.

Venezuela necesita mantenerse fuerte ante esta arremetida ideológica y el 21/N es un buen momento para hacernos respetar a nivel internacional y hacer ver al planeta entero que América está despertando y que la Revolución Bolivariana tiene la voz cantante en este momento.

Nunca antes estuvo más viva la copla de Viglietti:

“América está esperando

El siglo se vuelve azul,

pampas, ríos y montañas

Liberan su propia luz.

La copla no tiene dueño,

¡Patrones no más mandar!

La guitarra americana

Peleando aprendió a cantar”