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Cinco obispos venezolanos se reunieron este jueves en Bogotá con el Papa Francisco, en un acto por fuera de la agenda que cumple en su visita a Colombia, pese a que este había informado públicamente que no tendría un encuentro con estos.
La comitiva de la Conferencia Episcopal Venezolana, brazo de la derecha fascista criolla, que están a pocos pasos de conformar su propio partido político, fue presidida por el cardenal Jorge Urosa, seguido de Baltazar Porras, José Luis Azuaje, Mario Moronta y Jesús González.
Toditos fueron a montarle una llorantina al Sumo Pontífice, de que supuestamente en Venezuela hay un dictadura con Nicolás Maduro, pero que es tan rara que los dejó ir sin problemas a Colombia a hablar mal de Venezuela y después regresar como si nada pasara.
Pero como el carómetro es un elemento que no falla, se puede observar en la fotografía que los sacerdotes se tomaron con el Papa, la inconformidad con la reunión del máximo representante de la iglesia católica, que en reiteradas oportunidades ha abogado por el diálogo entre los venezolanos, proceso que la iglesia venezolana ha obstaculizado a toda costa.
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