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El defensor y consejero “legal” de la invasión de Estados Unidos (EEUU) contra Panamá, hecho ocurrido el 20 de diciembre de 1989, es el fiscal general estadounidense que este jueves 26 de marzo estableció recompensa por la captura del jefe de Estado Nicolás Maduro y del presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Diosdado Cabello.
Se trata de William Barr, quien en 1989 estaba a cargo de la Oficina de Asesoría Jurídica del Departamento de Justicia, y quien en el pasado se ha descrito como “un gran defensor” de la operación contra la nación panameña. Además ha dicho que su consejo para el presidente George W. Bush (padre) en aquella ocasión fue “salir y hacer lo que tiene que hacer”, recordó en diciembre de 2018 el portal Reason.com.
Barr, a quien Bush padre lo nombró en 1989 para dirigir la Oficina de Asesoría Jurídica (OLC) del Departamento de Justicia, y luego fue ascendido a fiscal general adjunto, es un amante de las guerras.
Además de la invasión de Panamá, apoyó la Guerra del Golfo entre 1990 y 1991; sí, la misma que inició el 16 de enero de 1991 y que llevó por nombre “Operación Tormenta del Desierto”, y que estuvo liderada por EEUU y sus aliados contra el presidente iraquí Saddam Hussein. Conflicto que destruyó gran parte de la industria petrolera de Irak.
Durante aquellos conflictos, dijo al entonces presidente que podría tomar esas decisiones sin una previa específica autorización del Congreso, rememoró el 7 de diciembre de 2018 el portal Univisión.
Diversos medios internacionales califican al conservador William Barr como un defensor a ultranza del poder presidencial gringo.
De acuerdo con un artículo publicado en noviembre de 1991 por el diario The Washington Post, Barr escribió una opinión que dice que la administración estadounidense tiene el poder de arrestar a terroristas en el extranjero, incluso en violación del derecho internacional.
Robo de bienes
William Barr, quien trabajó en la CIA desde 1973 hasta 1977, tampoco parece tener dudas serias sobre la confiscación de bienes civiles, un sistema de robo legalizado en el que el gobierno confisca bienes presuntamente relacionados con actividades delictivas, que generalmente involucran drogas, sin tener que demostrar que el propietario violó la ley, recordó también en diciembre de hace dos años, el portal Reason.com.
El medio describió que durante sus audiencias de confirmación en 1991, Barr describió la confiscación civil como “un programa muy importante”, al tiempo que permitió que fuera apropiado vigilar cómo las agencias de aplicación de la ley gastan el botín “para mantener la integridad del programa”.
Su odio contra los migrantes
Al actual fiscal general de Estados Unidos, no le gustan los migrantes. De acuerdo con información reseñada en febrero de 2019 por la agencia EFE, este personaje en los años 90 lanzó un plan multimillonario en la zona de San Diego (California) para intensificar la seguridad en la frontera, que incluía la construcción de una valla de acero con la asistencia del Departamento de Defensa.
En aquella época, en la zona comenzaron a erigirse barreras físicas para impedir el cruce de inmigrantes desde México por áreas pobladas, recordó la agencia internacional.
Por su parte, el ya mencionado portal de Univisión, destacó que este sujeto mientras estuvo al mando del Departamento de Justicia, fue un halcón de la política de tolerancia cero que hoy impulsa la Casa Blanca dirigida por Donald Trump.
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