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La ciudad de Washington DC es el nuevo “semillero” del coronavirus en Estados Unidos (EE.UU.), país que ya ha superado los 70.000 fallecidos, con casi 2 millones de casos positivos de infectados.
Washington DC es la capital de la nación norteamericana, con más de 5.300 contagios y 264 muertes ya ha contabilizado un aumento exponencial de casos, principalmente transmisiones en hogares donde conviven varias generaciones en dos vecindarios de la ciudad.
Otra preocupación son las residencias de ancianos, donde ya hubo 70 muertes entre los residentes y dos entre el personal en las últimas semanas, reporta HispanTV.
“El virus no se ha ido de la ciudad”, dijo la alcaldesa de Washington DC, Muriel Bowser, quien predice un aumento en los contagios en mayo. Pero Amanda Castel, profesora del Departamento de Epidemiología de la Universidad George Washington, dijo que las cifras podrían ser engañosas.
“No deberíamos alarmarnos por la cantidad de casos positivos, sino asegurarnos de que las pautas de distanciamiento social funcionen y que sigamos observándolas hasta alcanzar el pico (de la epidemia) en la región de Washington DC”, apuntó Castel, quien advirtió el sentimiento de “hartazgo” en la población.
Fallan cálculos de Trump
Este martes, Estados Unidos superó los 70.000 fallecidos, con casi 2 millones de casos, tras sumar otras 1.600 muertes registradas en centros de acogida y que se encontraban sin contabilizar en el estado de Nueva York, la región más golpeada del país.
Esta cifra echa por tierra los cálculos que hizo el presidente de EE.UU., Donald Trump, hace apenas unos días mostrándose optimista contra toda razón. Dijo que la Covid-19 dejaría entre 50 y 60 mil muertos.
Luego, el domingo, admitió que el nuevo coronavirus resultó ser más devastador y peligroso de lo que esperaba, y pronosticó otra vez que hasta 100 mil estadounidenses podrían morir por esta pandemia.
Pero el 30 de marzo había reconocido la grave situación causada por la Covid-19 en el país y estimó que podrían morir hasta 240.000 personas a causa de la enfermedad infecciosa. Según los analistas, ese estimado puede cumplirse por la mala gestión de Trump.
El mandatario norteamericano, que busca exonerarse a sí mismo de toda responsabilidad, lanzó el pasado 14 de abril duros ataques contra la Organización Mundial de la Salud (OMS), acusándola de subestimar la amenaza del coronavirus y de ser “demasiado amable con China”, por lo que decidió “sancionarla”, retirándole el financiamiento de su país al organismo. Ahora, apunta sus acusaciones contra China, a la que atribuye “falta de transparencia” sobre el manejo y la propagación del virus.
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