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Durante el mes de marzo, Venezuela ha sido víctima de una serie de ataques al sistema eléctrico que podrían ser calificados de crímenes de lesa humanidad debido al grave impacto que han tenido sobre los venezolanos.
En la presente semana se han realizado cuatro acciones contra el sistema eléctrico que han generado masivos apagones que han afectado a gran parte del territorio venezolano.
El embajador de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Samuel Moncada, denunció en el Consejo de Seguridad el pasado 28 de marzo los ataques contra el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), ocurridos el 7 y 25 de marzo.
“Denunciamos ante la comunidad internacional que las actividades terroristas contra Venezuela son planificadas, instigadas, ejecutadas y financiadas, con recursos que han sido robados a la nación como parte de una campaña de agresión que cuenta con el apoyo de potencias extranjeras cuyas políticas y prácticas representan una amenaza contra la paz y la seguridad tanto internacionales como de mi país», afirmó Moncada
Además solicitó al Consejo de Seguridad que sea rechazado categóricamente el uso de las prácticas terroristas contra las instituciones gubernamentales.
Crímenes de lesa humanidad
Para comprobar que los ataques al sistema eléctrico venezolano pueden ser calificados como crímenes de lesa humanidad se debe partir de la definición de este término.
Según el Estatuto de Roma, los crímenes de lesa humanidad son “todos aquellos actos inhumanos que causen intencionadamente grandes sufrimientos o atenten contra la integridad física o la salud mental o física».
Desde 2012 está vigente en Venezuela la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y el Financiamiento al Terrorismo en donde se define los actos terroristas como «el acto intencionado que para su naturaleza o su contexto, pueda perjudicar gravemente a un país o una organización internacional tipificado como delito según el ordenamiento jurídico venezolano, cometido con el fin de intimidar gravemente a una población; obligar indebidamente a los gobiernos o a una organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo; o desestabilizar gravemente o destruir las estructuras políticas fundamentales, constitucionales, económicas o sociales de un país o de una organización internacional».
Al ser calificados los ataques al SEN como acciones terroristas por las consecuencias contra los derechos fundamentales de los venezolanos y por representar una amenaza para la paz y seguridad del país suramericano, serían en sí mismo un crimen de lesa humanidad.
teleSUR