Por Geraldine Collotti

El país andino lucha por liberarse del colonialismo y de la esclavitud de un modelo neoliberal que suprime sus decisiones soberanas

El próximo 7 de febrero se realizarán las elecciones presidenciales (en primera vuelta) en el Ecuador donde dieciséis partidos aspiran ganar la presidencia y vicepresidencia. En paralelo se elegirán 137 asambleístas a la Asamblea Nacional del país andino. La jornada electoral abre la posibilidad que el país andino retorne a un modelo nacional propio de protección a la vida, del buen vivir en plenitud con verdadera inserción estratégica regional y global, renunciando a su actual rol de neocolonia sumisa.

– En su dilatada carrera diplomática fue embajadora en Ecuador, tanto en la época de Rafael Correa como la de Lenin Moreno.

¿Cómo viviste esta transición?

Cabe recordar que Moreno llegó al poder con los votos del movimiento de la Revolución Ciudadana fundado por Rafael Correa, que es la fuerza política más consolidada desde que devolvió estabilidad a un país que tuvo 7 presidentes en diez años. El Judas ecuatoriano traicionó al pueblo que le eligió, ha trabajado para subdesarrollar al Ecuador, para retrotraerlo a una perspectiva periférica subordinada a los EEUU. Ha destruido así los destacados avances de políticas públicas que realizó la Revolución Ciudadana, pactó con la banca, los medios de comunicación, judicializó la política, cooptó el partido de Correa y abrió las puertas del aeropuerto de Galápagos en el océano Pacífico para su uso por la aviación militar estadounidense.

En cuanto a la transición, si bien los medios ecuatorianos durante Correa no nos brindaban la mejor de las coberturas, con la llegada de Moreno y su clara postura satelital a los EEUU desplegó una política muy violenta contra Venezuela. Lenin Moreno como operador imperial se ha hecho eco de una estrategia de racismo político contra el presidente Maduro y las autoridades del gobierno venezolano. Y al final embistió una despiadada agresión contra el pueblo venezolano que ante la guerra económica y las sanciones optó por emigrar al Ecuador o transitar a través su territorio. Semejante operación consistió en la racialización vía difamación reiterada, inferiorización, infrahumanización de lo venezolano para naturalizar medidas de agresión y la estrategia de supresión del Estado nacional venezolano. Este proceso de racialización fascista puede observarse claramente efectuando un análisis de las caricaturas, los artículos de prensa y las declaraciones públicas del gobierno de Moreno contra el gobierno bolivariano. Aunque parezca insólito, Moreno promovió ex profeso brigadas de odio y persecución del pueblo ecuatoriano contra los migrantes venezolanos, que eran sacados de sus casas en la noche, sus bienes quemados en una hoguera en las calles, otros fueron apedreados y perseguidos, otros despedidos de sus trabajos. Y el Judas andino lejos de rectificar, perseveró en su conducta fascista.

Las organizaciones de Derechos humanos guardaron silencio. Solo la “dictadura de Maduro” salió al rescate de los venezolanos con la Misión Vuelta a la Patria para facilitar el retorno. En el marco de la actual campaña electoral y unido a la demonización contra Venezuela, se atemoriza a los votantes ecuatorianos haciéndoles creer que si votan a favor de sus propios intereses progresistas, es decir, por el binomio Araúz/Rabascall condenarían a su país a un destino incierto como el de Venezuela.

– La traición de Moreno es evidente como lo indican sus decisiones políticas que han devuelto al país que formaba parte de alianzas solidarias como ALBA, UNASUR al ámbito de los EEUU. Sin embargo, la crisis ya se estaba gestando. ¿Podemos considerar el terremoto de 2016 como un punto de inflexión que permitió que el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial regresarán al país?

Ciertamente el terremoto golpeó la economía ecuatoriana que como producto de la dolarización carece de algunos mecanismos de ajuste financiero para autoregularse. Pero la solicitud de préstamos no es el problema sino la avaricia y usura de los prestamistas occidentales y las condiciones sacrificiales de la vida que se imponen a los países receptores de préstamos.

Retirar al Ecuador de las instancias de integración regional ha tenido consecuencias políticas y humanas gravísimas. Por ejemplo tres meses antes de la pandemia, Moreno canceló los servicios de 400 médicos cubanos del Ecuador, dejándolo gravemente desprotegido. Los miles de muertos por la pandemia del COVID19 en Guayaquil son responsabilidad de un gobierno que sacó al Ecuador del ALBA; sacó al Ecuador de la Unasur, cuyo Consejo de Salud definía soluciones políticas conjuntas como la compra conjunta de medicinas.

Moreno destruyó la arquitectura estratégica de inserción global solidaria que Correa y Chávez y Lula y Kishner lograron para el Ecuador con ALBA, UNASUR y la CELAC que vehiculizaba préstamos sin condiciones leoninas por parte de China. Y subordinó al Ecuador a un estatus de neocolonia alineada con un EEUU en declive. Los despropósitos antinacionales y antiregionales de este triste Judas andino es algo que la historia habrá de juzgar.

– ¿Cuál es su análisis de la situación en Ecuador en vísperas de las elecciones?
El pueblo ecuatoriano esta trabajando para sacar a los mercaderes del templo. Andrés Arauz, candidato progresista está punteando en las encuestas como el triunfador inequívoco de una primera vuelta electoral presidencial. Pero para ganar en primera vuelta requiere obtener el 51 % de los votos ó  10 puntos porcentuales de ventaja respecto del segundo candidato más votado. Esto no es fácil si recordamos que Moreno ganó con los votos del correísmo y de una alianza secreta con el partido Social Cristiano del exalcalde Nebot de Guayaquil que en esta elección apoya la fórmula de la derecha. Triunfar en primera vuelta es clave. La segunda vuelta electoral suele operar como un mecanismo para posibilitar el reacomodo de las alianzas de la derecha y burlar la voluntad democrática del pueblo.

La reciente alianza del binomio progresista Arauz-Rabascall con la CONAIE, que es la principal confederación indígena del Ecuador, es un gran paso hacia el triunfo en primera vuelta. Pero para ganar no es suficiente sacar la mayoría de los votos.

Recordemos la manipulación criminal de la Misión Electoral de la OEA en la reelección de Evo en Bolivia, allí se manipuló un incidente electoral menor para legitimar un golpe de Estado. Además se han creado mecanismos intervencionistas peligrosos como el ISO Electoral, de acuerdo con el que intereses privados estadounidenses menoscaban la soberanía electoral de las naciones del Sur y “certifican” o “descertifican” la idoneidad de los procesos electorales. Simón Bolívar lo tenía clarísimo en el Congreso Constituyente de Bolivia de 1826 cuando planteó que el Poder Electoral debía ser el cuarto poder del Estado para evitar abusos contra la voluntad mayoritaria de los pueblos. Preocupa también la reimpresión de millones de papeletas por un error de la instancia electoral ecuatoriana, el reciente viaje de Moreno a USA y que miles de votantes en el exterior desconocen si podrán ejercer su derecho al sufragio a pocos días de la cita electoral.

El candidato presidencial del progresismo Andrés Arauz es un destacado economista, que fue Viceministro de Planificación, Ministro de Conocimiento y Talento Humano  y Director del Banco Central del Ecuador en el gobierno del presidente Correa. Ha demostrado ampliamente poseer el  saber y la honradez, que según Bolívar eran las condiciones necesarias para conducir los poderes públicos.

Resumen Latinoamericano