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31.Jul.2020 / 01:15 pm / Haga un comentario

Foto: Prensa Latina

Si algo marcó el panorama venezolano en los últimos 20 años fueron los diversos paradigmas y matrices de opinión construidos desde las grandes transnacionales de la comunicación, esencialmente, para desprestigiar el proceso bolivariano.

Algunos, tan peligrosos como absurdos, sostenidos durante años y usados para alimentar desde dentro y fuera del país el rechazo a un proyecto popular que convirtió al ser humano en el centro de sus atenciones, el cual sobrevive en medio del intenso bloqueo de Estados Unidos y sus aliados.

Sin embargo, apenas cuatro meses del azote de la pandemia de la Covid-19 bastaron para que muchos de ellos se desmoronaran ante los ojos de sus constructores, quienes en algunos casos simplemente recurrieron al silencio como salvación ante el fracaso de sus esquemas.

Prensa Latina conversó con el sociólogo venezolano Franklin González, estudioso del tema, quien aseguró que si algo puso en evidencia el nuevo coronavirus fue el derrumbe del determinismo absoluto.

‘Esta pandemia ha producido en más de un creyente, y no sólo de lo divino, sino también de lo profano, un shock en su alma, una cachetada a sus formas de pensamientos. Más de uno ha quedado knockout’, aseguró el investigador.

Para algunos, subrayó, apareció lo que llamaremos dolor del alma, dolor al dogma, dolor a la creencia, dolor de la ‘verdad que era mentira’.

PARADIGMAS EN PICADA

Para González, uno de los paradigmas que sufrió la más estrepitosa caída es sin lugar a dudas aquel que sostenía que sólo los ‘mejores’ sistemas de salud, ubicados en Estados Unidos o Europa, podrían enfrentar exitosamente la pandemia, mientras en Venezuela sería el caos y vería colapsar su sistema sanitario.

El 28 de enero de 2020, un informe elaborado por Global Health Security en la página www.elcomercio.com establecía una tipología de países capaces de enfrentar la crisis, que entonces apenas se preveía, y según el cual los más preparados eran el país norteño, Reino Unido y Países Bajos, mientras esta nación suramericana aparecía como la menos capacitada para ello.

Al respecto señaló el doctor en Ciencias Sociales, ‘desde adentro y desde afuera, se aseguraba que Venezuela, que atraviesa por muchas dificultades debido bloqueo de Estados Unidos, no aguantaría, que ni siquiera habría tapabocas ni muchos menos centros hospitalarios para atender los miles de casos y tampoco médicos, porque la inmensa mayoría se había ido del país’.

Para muchos analistas internacionales de lo que se trata es que la Covid-19 está tocando los cimientos de un modelo civilizatorio y a sus ‘avances científicos y tecnológicos’, trastocando la forma de ver el mundo de algunos cuantos millones de seres humanos.

Resulta que para quienes aseguraban eso, puntualizó el sociólogo a esta agencia, fue una bofetada ver las estadísticas oficiales y comprobar que el epicentro de la enfermedad es la poderosa nación del norte, cuyas cifras de contagios y muertes superan con creces las de Venezuela.

La crisis en Norteamérica es inocultable, ya sus admiradores no miran hacia su modelo de referencia, no obstante, señaló, siguen vaticinando malos resultados para nuestro país, no como al principio, ahora se trata de deseos macabros, malévolos, porque quieren que se contagie la mayor cantidad de compatriotas y haya mortandad por doquier.

Otro de los paradigmas conocido y malintencionado construido durante años, no sólo contra Venezuela, sino también contra Cuba, fue negar el carácter científico de su medicina.

Al demeritar a los médicos formados en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), denominarlos de forma despectiva como ‘brujos con bata blanca’ y asegurar que no estaban calificados para ejercer la profesión.

‘Pues resulta que el país donde se formaron esos ‘brujos’ es el creador de medicamentos como el Interferón Alfa 2B recombinante, que está siendo aplicado a pacientes contagiados y como si no bastara sus galenos formados en sus propias universidades médicas colaboran en más de medio centenar de países combatiendo la pandemia’, aseveró González a Prensa Latina.

El único país que ha demostrado un internacionalismo genuino, cuyos profesionales de la salud practican la solidaridad más allá de las ideologías y las concepciones políticas, recalcó.

‘Pero los que de esto no entienden nada, porque sus intereses son más importantes, salen ahora con el cuento de la violación a los derechos humanos que ‘practica el régimen cubano’ contra esos médicos de la solidaridad. Nunca se había visto tamaño despropósito’, expresó el investigador.

Para el sociólogo venezolano, la pandemia es además antidemocrática y puso a relieve los problemas sociales, los fallos y las diferencias de cada sociedad.

‘Hay quienes sostienen la tesis de que ninguna persona está inmune y que cualquier ser humano resulta propenso a contagiarse y hasta morir producto de la enfermedad. Que no distingue color de piel ni origen étnico, pero la realidad es terca en evidenciar que la Covid-19 no es nada democrático’, afirmó.

Según el investigador, este mortal virus va al unísono con la sociedad de clase y es profundamente desigual, porque no es sólo un asunto médico, sino también y sobre todo, un problema de índole social.

Como ejemplo de ello citó al filósofo Byung Chul Han, quien en entrevista concedida al periódico argentino Página 12 aseguraba: ‘…en Estados Unidos, están muriendo sobre todo afroamericanos. La situación es similar en Francia… Con la Covid-19 enferman y mueren los trabajadores pobres de origen inmigrante en las zonas periféricas de las grandes ciudades’.

Muestra que vivimos en una sociedad de clases, recalcó, estamos claros en que no es una condición genética lo que hace a los afroamericanos más vulnerables ante el virus, sino una serie de factores sociales que los ponen en desventaja.

Por tanto, es una amenaza para los negros, inmigrantes y los más vulnerables socialmente y también, por cierto, para la inmensa mayoría de los pueblos latinoamericanos y caribeños, reafirmó el sociólogo venezolano a Prensa Latina.

De acuerdo con sus análisis, sustentados en investigaciones sobre el tema, este estudioso de las Ciencias Sociales aseguró que en otro orden, las palabras que más suenan en estos tiempos de pandemia en el mundo son crisis y decadencia, aludiendo a la economía y el orden capitalista aún prevaleciente.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en informe de marzo de este año también avizora un panorama nada favorable para la economía mundial en este 2020.

El investigador refiere que el virus puso de relieve la realidad de un paciente que estaba sufriendo ya de algún tipo de dolencia previa, evidenció lo que era una gran verdad, la gran crisis que padece el modo de producción capitalista.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que no fue la pandemia lo que tiró la economía, ya la economía neoliberal estaba en crisis, simplemente la situación actual lo que hizo fue acelerar, precipitar el derrumbe.

Para González es un hecho evidenciado que la geopolítica actual se derrumbará y Estados Unidos dejará de ser el centro, y otros actores globales como Rusia y China marcarán su presencia e inclinarán la balanza hacia otras regiones.

Así que en pleno desarrollo de la Covid-19, se está conformando una geopolítica de varios centros de poder, reafirmó, pero lo que no parece muy claro es si estaremos en el definitivo derrumbe del paradigma capitalista.

Lo cierto que muchos paradigmas se derrumbaron o van en franco declive, en medio de esta crisis mundial cuyo fin parece no estar a la vuelta de la esquina y de prolongarse demasiado dará al traste con otros esquemas prediseñados para hacer creer que habitamos en una burbuja de cristal, que apenas ahora comienza a despedazarse.

Prensa Latina

 

 

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