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22.Oct.2020 / 12:35 pm / Haga un comentario

Foto: Referencial

El 6 de diciembre de 2020, se realizarán en Venezuela elecciones para escoger a los integrantes del nuevo parlamento nacional. Los comicios, destinados a elegir la Asamblea Nacional para el período 2021-2026, representan el proceso electoral número 25 en 20 años de Revolución, en una democracia que va renovando todo sus poderes de manera permanente, a través del voto popular.

En Venezuela, la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce a través del ejercicio de su derecho al voto. Así, las elecciones del 6 de diciembre representan la reafirmación de la vocación democrática del pueblo venezolano y su profunda convicción de que las diferencias que existen se pueden abordar y resolver a través de medios pacíficos y políticos, en el marco de la Constitución.

Las elecciones se realizarán en un contexto de país asediado por el criminal bloqueo que impone el gobierno de Estados Unidos, y de amenazas permanentes de intervención por parte de la principal potencia militar del mundo.

Desde que el pueblo venezolano eligió al Comandante Hugo Chávez Presidente de la República, el 6 de diciembre de 1998, Estados Unidos definió una doctrina estratégica que ha dominado las relaciones entre los dos países desde entonces: la doctrina del “cambio de régimen”, que ha derivado en golpes de Estado, financiamiento a la oposición terrorista, intentos de magnicidio y de imponer un gobierno paralelo, y más recientemente –en mayo pasado- la puesta en marcha de una invasión mercenaria.

Esta ideología establece que Estados Unidos no permitirá la consolidación en Venezuela de un proyecto político regido por los principios de independencia, autodeterminación, soberanía e igualdad entre Estados.

Derrocar al Gobierno legítimo de Venezuela, destruir nuestro modelo democrático, aniquilar las fuerzas que lideran el proceso revolucionario y tomar el control del país, es, en definitiva, el plan que guía la conducta de Estados Unidos hacia Venezuela.

El conjunto de estas acciones configura una violación masiva de los derechos humanos del pueblo venezolano y una flagrante trasgresión al derecho internacional. Pese a ello, el pueblo mantiene su más firme voluntad democrática y pacífica de seguir siendo protagonista de su propio presente y futuro, ejerciendo su derecho al voto el próximo 6 de diciembre.

El sistema electoral vigente para estas elecciones, es exactamente el mismo que ha atribuido resonantes victorias tanto para el chavismo como para la oposición en los procesos anteriores. Las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015, en las que la oposición obtuvo una amplia mayoría, se realizaron con las mismas normas y protocolos vigentes para 2020, y sin la necesidad de observación internacional alguna. Sus resultados fueron de inmediato reconocidos por el Presidente de la República, Nicolás Maduro, y todas las fuerzas políticas que apoyan al Gobierno Bolivariano.

La solidez del sistema electoral venezolano, no depende ni del reconocimiento internacional ni de la participación de los factores más extremistas de la oposición. Con un sistema automatizado que ha sido depurado y fortalecido durante la Revolución Bolivariana, los resultados que emita el Consejo Nacional Electoral (CNE) serán siempre reflejo fiel de la libre voluntad de los electores y las electoras venezolanos.

En esta oportunidad, se han incorporado dos innovaciones que permitirán una mayor proporcionalidad y diversidad en la nueva Asamblea Nacional. Por un lado, se ampliaron los cargos a elegir de 165 a 277 diputados y diputadas, en atención al crecimiento de la población. Asimismo, se incrementó la cantidad de diputados a ser elegidos por el método proporcional, pasando de 30% a 52%, lo cual garantiza una mayor presencia de diputados de partidos minoritarios en el parlamento.

Esta elección será objeto de 16 auditorías, que se realizan antes, durante y después de la votación, a fin de validar cada uno de los procesos claves del sistema electoral, que permiten certificar la calidad e invulnerabilidad del mismo. En estas auditorías participan directamente los técnicos del CNE, junto a representantes de todos los partidos políticos, expertos nacionales e internacionales, así como la propia ciudadanía en la auditoría que se realiza el día de la elección.

La solidez del sistema electoral también es expresión de la adecuación y modernización de la infraestructura electoral. Para garantizar la transparencia, confiabilidad y eficiencia en los procesos electorales, el CNE renueva su parque tecnológico y presenta en esta oportunidad una nueva máquina de votación a ser utilizada en las elecciones del próximo 6 de diciembre. Se trata de una máquina diseñada en Venezuela por técnicos venezolanos, resultado de la experiencia acumulada del Poder Electoral a lo largo de 20 años, y especialmente desde 2004, cuando se empezó con el voto automatizado. Sobre las innovaciones que trae esta herramienta tecnológica, se trata de un sistema sencillo, de fácil experiencia para los electores y electoras, y todo el acto de votación será acorde a los protocolos de bioseguridad exigidos para la prevención del Covid-19.

Hoy, luego de un largo proceso en el cual todas las condiciones para los comicios fueron acordadas con amplios sectores de la oposición democrática, se han abierto las compuertas para un gran proceso electoral con las más amplias garantías que jamás se hayan dado en el país. Así, se inscribieron para participar más del 90% de las organizaciones políticas registradas ante el Consejo Nacional Electoral, para un total de 107 partidos políticos –98 de ellos de oposición– y más de 14.000 candidatos, quienes compiten por alcanzar uno de los 277 escaños parlamentarios.

Como es habitual y cónsono con la transparencia, el CNE ha invitado a cientos de expertos electorales, autoridades de sus organismos homólogos de otros países, académicos, periodistas y políticos de las más diversas tendencias, para que acompañen y sean partícipes del evento electoral del 6 de diciembre. Asimismo, en cumplimiento de los acuerdos alcanzados entre el chavismo y la oposición, el Gobierno invitó a la ONU, a la Unión Europea y a la Unión Africana, entre muchos otros organismos, para que participen como observadores, lo que evidencia la apertura para que la sociedad venezolana, los partidos políticos y los actores internacionales, cuenten con la seguridad más absoluta de que los resultados electorales serán fiel reflejo del voto de las y los venezolanos.

Ya la precampaña electoral ha comenzado. Venezuela se dirige a un proceso histórico para la renovación de su parlamento. La nueva Asamblea Nacional nacerá de la voluntad y de la conciencia del pueblo, expresada a través del voto.

Para el pueblo venezolano resulta fundamental superar y desplazar la actual Asamblea Nacional, institución desde la cual la mayoría opositora se dedicó a buscar vías inconstitucionales para la destitución del Presidente de la República; demandar ante grandes potencias el bloqueo económico y la intervención militar externa en nuestro país; secuestrar los activos nacionales en el exterior; pretender la usurpación de las instituciones y autoridades constitucionales legítimas de Venezuela, así como a respaldar y dirigir las aventuras insurreccionales y la violencia política de la que han sido víctima miles de familias venezolanas.

Por todo ello, es fundamental recuperar el carácter democrático de la Asamblea Nacional. Este importantísimo Poder Público no puede seguir siendo un caballo de Troya de Estados Unidos en Venezuela.

La elección del 6 de diciembre es la oportunidad constitucional de renovar y restablecer el pleno funcionamiento de uno de los pilares del Estado, como lo es la Asamblea Nacional. El parlamento está llamado a ser de nuevo el centro del debate político entre las más diversas fuerzas que reflejan la pluralidad del país, teniendo como fundamento la Constitución y el respeto a la soberanía nacional.

La nueva Asamblea Nacional, tendrá la misión estratégica de contribuir a la normalización de la vida institucional del país, a ser parte clave de la estabilidad política y sentar las bases legales para que Venezuela esté en mejores condiciones de enfrentar los grandes desafíos que impone el bloqueo, abriendo las puertas para la recuperación económica y la protección de los derechos del pueblo, vulnerados por la agresión internacional y sus cómplices internos.

El pueblo de Venezuela ha resistido con dignidad y firmeza la agresión imperial del bloqueo y las mal llamadas sanciones, que incluso se han recrudecido durante la pandemia del Covid-19. Ante la adversidad, este pueblo mantiene su espíritu de esperanza, lucha y combate, y renueva su vocación pacífica y democrática. Por ello, acudirá el 6 de diciembre a cumplir con el mandato constitucional de elegir un nuevo  parlamento.

Invitamos al mundo a que divulgue la verdad de Venezuela. Ante tanta manipulación, ante tanto ataque, ante tanta mentira, digamos la verdad de un pueblo noble que ama la paz y la libertad, y que históricamente ha demostrado su valentía a la hora de defender la Patria.

Que la defensa de la realización en paz y con plena libertad de las elecciones parlamentarias del 6D en Venezuela, sin injerencia ni tutelaje internacional, se convierta en la defensa de los derechos políticos de todos los ciudadanos y ciudadanas  libres del mundo.

#VenVamosVenezuela

#VenezuelaQuiere Paz

 

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