Opinión / Noticias
POR: Alfredo Carquez Saavedra
Dos noticias cuyo origen parte de la Unión Europea alimentan hoy estas líneas. La primera, publicada la semana pasada por el diario otrora, otrora, otrora serio, El País de España, se dedica a hacer apología de un grupo de la oposición venezolana a las que de entrada califica -por supuesto que positivamente- como “fuerzas democráticas”.
Y la segunda, difundida por medios venezolanos, en la que se destaca la “ayuda” financiera otorgada por la Unión Europea a fundaciones y organizaciones no gubernamentales que hacen vida en nuestra nación, algunas de las cuales son plataformas de difusión de las tesis de la militancia de la extrema derecha criolla. Por su puesto que este hecho fue presentado como si tal “contribución” cuyo objetivo se supone son unos 10 mil jóvenes, no estuviera cargado de segundas intenciones.
La información que nos brindó el periódico madrileño a la que se hace referencia arriba, está escrita a cuatro manos: dos de una persona que nunca ha redactado nada bueno sobre Venezuela y dos de un venezolano que para señas de su objetividad, vale recordar que en tiempo pasado fue algo así como jefe de prensa de Maria Corina Machado, en uno de sus tantos intentos de llegar a Miraflores.
Pues bien, en esa nota se destaca como resucitador de muertos el misterioso proceso de las primarias que se supone arrojará como resultado final la aparición de un solo candidato o candidata presidencial el venidero 25 de junio de 2023. Allí se deja ver a los partidos que componen el G4 como “mayoritarios” y se contrasta su accionar con los de la Alianza Democrática que, según se puede leer, la pintan como “una plataforma minoritaria de partidos de línea moderada que mantienen una pequeña bancada legislativa en el actual Parlamento chavista”. Y como perla final se destaca “el alto perfil” de Juan Guaidó y Henrique Capriles.
Y en cuanto al segundo asunto, vale decir que se trata de un tema acerca del cual debería estarse pendiente. Resulta que ahora la Unión Europea, justo cuando ya comienzan los precalentamientos para la carrera presidencial, aparece como buena samaritana a “donar” 5,5 millones de euros a fundaciones, asociaciones civiles y organizaciones no gubernamentales, algunas de las cuales han sido instrumentos intensamente utilizados en la guerra multiforme diseñada y ordenada desde Estados Unidos. Por cierto, llama la atención que parte del dinerito irá a parar a grupos activos en estados fronterizos, como Apure y Barinas.