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La utilización de extractores y filtros de aire acondicionado en establecimientos públicos y privados muy cerrados, así como en la realización de conciertos musicales o de cualquier otra índole es indispensable para prevenir posibles casos de contagios de la COVID-19 en el país.

Tal afirmación la hizo el doctor Adrián Salvatierra, quien labora en la clínica popular oeste, situada en la antigua sede del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, (IVSS), en la avenida Sucre de Caracas.

Considera que esto se fundamenta en estudios desarrollados por los científicos de algunos países europeos como el Reino Unido, donde han descubierto que el aire acondicionado es capaz de propagar el virus en áreas extensas cerradas.

Sostiene que, por esta razón, es necesario aplicar medidas adecuadas para combatir esta cepa del coronavirus, sobre todo con la nueva variante de Ómicron, que ya está en la nación y es más contagiosa que la actual.

Si una persona o más están contagiados pero asintomáticas, el aire acondicionado es  capaz de hacer circular el virus, por lo que quienes no hayan tomado las medidas oportunas en el sitio, como el uso del tapaboca, mantener la distancia o protegerse las manos con alcohol, podrían resultar afectadas de manera negativa, expresó.

Dijo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) está al tanto de esta situación y ha hecho las recomendaciones necesarias para que se tomen medidas sobre esta realidad que existe hoy en las naciones que afrontan esta pandemia.

Revela que hay entes públicos y privados cuyas instalaciones carecen de ventanas y ponen en funcionamiento el aire acondicionado con mucha intensidad, lo cual permite movilizar el coronavirus o COVID-19, y hace que aun cuando las personas estén protegidas, puedan contagiarse, que es lo que se ha visto y además hay estudios que lo certifican.

Salvatierra recordó que lo contrario ocurre con los quirófanos, los cuales son muy fríos con la intención de inactivar las partículas microscópicas o gérmenes que causan enfermedades ajenas al ambiente.

La diferencia  es que en el quirófano no hay una circulación cerrada sino abierta porque existe un extractor que expulsa el aire hacia el exterior, facilitando la limpieza del ambiente, aclaró.

PACIENTES CON COVID-19: OJO entre los días 7 y 15

El galeno llamó la atención respecto a los pacientes con COVID-19 para que tengan cuidado durante sus actividades entre el séptimo y décimo quinto día, por cuanto en esa etapa se produce la mayor carga viral, razón por la cual deben tomar medidas para evitar propagar el agente infeccioso a su alrededor y en la población.

Después de ese tiempo viene un período de decrecimiento ya que el virus disminuye el nivel de contagio, y la enfermedad tarda 21 días en desaparecer de nuestro organismo, precisó Salvatierra.

Dijo que hoy en día se realizan grandes esfuerzos para tratar de evitar que el paciente se complique con neumonía, que causa la COVID-19, lo cual no quiere decir que tenga un COVID prolongado.

Agrega que para ello recurren a la pruebas de PCR molecular, que indica si padece el virus; y los exámenes de antígeno que pueden hacerse desde el día 1 al 7, y la de anticuerpos se efectúa a partir del día 7 hasta el día 15 o 16 para conocer si ha desarrollado defensas contra el agente patógeno.

Reveló que la sintomatología de una persona contagiada con este virus depende de la variante que la produzca.

A modo de ejemplo, señaló que la detectada al comienzo en China provocaba pérdida del gusto y el olfato, mientras la Delta de la India causaba diarrea, y así sucesivamente con las demás cepas conocidas hasta ahora.

Advirtió que la variante Ömicron es la más contagiosa pero también es la menos letal, aunque ocasiona taquicardia, o sea, aumenta los latidos del corazón y genera presión en el pecho y dificultad para respirar.

MUTANDO PARA SOBREVIVIR

Explicó que todo virus para poder replicarse posee un material genético que es el ADN, y otro que lo codifica, el ARN, además tiene una estructura que es necesaria para multiplicarse y transmitir ese código, que son los ácidos nucleicos.

Aclaró que cuando el virus está en un proceso de transcripción para replicarse, ellos tienen un defecto que consiste en que cada cierta cantidad mutan, pero a ese ritmo van perdiendo ciertas características, como es la mortalidad.

El virus para seguir vivo necesita más huéspedes a fin de seguir con el contagio, ya que si los mata o elimina completamente desde todo punto de vista, entonces, el también desaparece, puntualizó.

Con relación a los enfermos crónicos, aseguró que los diabéticos   representan el mayor peligro si contraen el coronavirus, aunque hay otras patologías como las de tipo cardíaca donde se ha comprobado que la enfermedad causa daños a nivel de otros órganos como el corazón, los riñones y el cerebro.

La razón es que se produce una respuesta más lenta del sistema inmunológico debido a los elevados niveles de glucosa presentes en la sangre, concluyó Salvatierra.