Opinión / Noticias / Roy Daza
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El ataque directo contra Conviasa, que viene levantando vuelo a pesar de las dificultades, la amenaza a importantes compañías petroleras internacionales de sancionarlas si siguen operando en nuestro país, la ya conocida presión a los bancos para que no negocien con empresas venezolanas, el robo de Citgo y de Monómeros, la estafa de algunos bancos europeos contra bienes de la República, la presión contra las navieras para que no trasladen nuestro petróleo, y los ataques terroristas como el que se perpetró en Flor Amarillo –Valencia- contra una instalación de la Cantv, forman parte de un esquema de guerra contra nuestra Patria.
Donald Trump amenazó con “aplastar” a Venezuela desde el hemiciclo del Congreso de los Estados Unidos. Un empleado de Pompeo que hace poco se volvió a “autoproclamar” presidente, sirvió de cómplice de este nuevo agravio a todas las venezolanas y a todos los venezolanos.
Siguiendo las instrucciones recibidas en Washington, el grupo de los “vendepatria” está amenazando con volver a llenar las calles de violencia, y preparar las condiciones que hagan posible una intervención militar norteamericana en nuestro país.
No obstante, una cosa es la que piensan los imperialistas y otra la que piensa nuestra gente, esa que tiene que salir a trabajar todos los días, que se monta en camionetica, que sale adelante, que tiene opinión sobre los problemas del país, que se informa, que apoya y critica al gobierno al mismo tiempo, que cuestiona las cosas que están mal; pero cuando se trata de las amenazas de Trump, su semblante cambia, sus puños se crispan, su voz se vuelve de trueno:
– ¡Aquí no van a venir a joder esos gringos!
– ¡Que no se le ocurra a Alimaña guarimbear!
Así hablan los más humildes entre los humildes, así responden los trabajadores de todos los oficios, los que vienen de cumplir el turno en la fábrica, los que van a las escuelas a dar clases, los que venden chupetas y palmeritas en las calles, los que arreglan carros y bicicletas, los que tienen ofertas de “chupi – chupi”, “por el día de hoy”, los que van a las oficinas con su viandita, y la muchacha que le da teta a su hijo y anda de parrillera en una moto, y los chamos que se tercian su morral tricolor, -amarillo, azul y rojo-, y lo cargan con tanto orgullo, con tanto amor…
Si Venezuela fuese invadida por una potencia extranjera, nuestro pueblo derrotará a los imperialistas.