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Una situación política inédita y desequilibrada se ha generado en Perú en menos de 48 horas. Este lunes, el presidente de ese país, Martín Vizcarra, disolvió el Congreso y anticipó una convocatoria a elecciones parlamentarias.
La decisión del mandatario suscitó la respuesta inmediata del Congreso, que declaró la “temporal incapacidad del presidente Vizcarra como mandatario de la República” e inició seguidamente un proceso de destitución.
En horas de la noche, la vicepresidenta de la nación y congresista Mercedes Aráoz se juramentó como “presidenta encargada” de Perú.
Este martes, apenas 24 horas después, Aráoz anunció su “renuncia” de “manera irrevocable” a su cargo y declinó también al nombramiento como presidenta encargada.
“Espero que mi renuncia conduzca a la convocatoria de elecciones generales en el más breve plazo por el bien del país”, manifestó en un mensaje difundido en Twitter.
Perú, “cuna” del nefasto Grupo de Lima, es uno de los países de la región que más ha atacado a Venezuela y a los venezolanos en su territorio, en un intento fallido de ocultar sus graves problemáticas.
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