Opinión / Noticias
Por: Riguel Sergent
Porque despertó a un Pueblo: a los que tuvieron que salir del campo en búsqueda de mejores condiciones de vida, a los que en el barrio construyeron su hábitat porque en los gobiernos anteriores les negaron el derecho de poder vivir en la ciudad, y el Comandante les reconoció y les dio la posibilidad a vivir con dignidad; al campesino y campesina que les reconoció como el gran productor de alimentos para el pueblo y que tienen derecho a la tierra que trabajan; a la mujer, en especial a la trabajadora del hogar, que les reconoció su aporte y su rol en la sociedad, en la economía y en la política; a la juventud que les dijo que ser rebelde no es malo, sino que por el contrario sirve para cuestionar y transformar para mejorar; a las y los estudiantes, maestros, maestras y profesores los llamó para que el conocimiento que generan sea para la sociedad y no sólo para el bienestar individual; a las y los adultos mayores les dijo que con su experiencia podemos recoger lo mejor de lo que hemos sido; porque defendió a nuestros pueblos originarios y les dijo este suelo les pertenece; a la clase trabajadora porque sin ellos no se puede generar riquezas para satisfacer lo más básico para la vida; al pueblo vestido de soldado que les recordó que también son pueblo y a que al pueblo se deben; a los más humildes porque les llamó también a ser Poder.
Porque nos invitó a la construcción de un mejor futuro: nos dio voz para gritarle al opresor y luchar contra la injusticia, nos enseñó que vivimos en un sistema que favorece a unos pocos y que por eso hay que transformarlo, y que el sistema político y las ideas más justas para lograrlo es el socialismo. Puso en práctica eso de que el socialismo no es un dogma de libros o de iluminados, que no es copia ni calco sino creación heroica, y nos propuso la Comuna como la forma organizativa más democrática en el territorio para ser autogobierno; demostró que es posible construir una Patria Grande y que somos el mismo pueblo desde Río Bravo hasta la Patagonia.
Porque fue nuestro mejor maestro: nos enseñó que Apacuana y Guaicaipuro lucharon también por nosotros y contra una cultura que el tiempo demostró que no era mejor que la nuestra, porque nosotros vivíamos en armonía con la naturaleza; rescató a Bolívar, lo bajó del pedestal, de los libros de historia llenos de polvo y lo volvió a convertir en nuestro líder de carne y hueso; porque junto a Zamora nos enseñó que hay que seguir luchando con los más humildes y contra los que traicionan al pueblo. Nos mostró que el petróleo es de todas y todos los venezolanos, porque siempre mandó obedeciendo a su Pueblo fuese cual fuese la coyuntura política y no se doblegó nunca ante nada, ante nadie porque así se lo exigió su Pueblo, nos acercó al horizonte, a la utopía y nos mostró que un mundo mejor si es posible.
Hoy, a 10 años nuestros sueños, nuestra esperanza y nuestra lucha siguen intacta.
Por eso a 10 años de su siembra ¡Seguimos siendo Chavistas!