Por Jean-Luc Mélenchon

Guaidó ya nos ha costado caro. Tras su autoproclamación como presidente de Venezuela, Estados Unidos ha decretado sanciones económicas contra el país para alentar su golpe. Por lo tanto, las empresas francesas han sido sancionadas y ya no pueden comerciar con Venezuela.

Emanuel Macron tiene una de las pasiones venezolanas más divertidas. Su principal asesor de comunicación fue un participante clave en la campaña presidencial del chavista Nicolás Maduro. Sin embargo, tan pronto como fue elegido, Macron se alineó muy estrictamente con la diplomacia estadounidense y los violentos personajes que la animan. En los últimos días se ha producido un episodio que no ha sido muy notorio por la prensa e incluso por los círculos antichavistas más radicalizados. En efecto, nadie le prestó atención, pero el Presidente Emmanuel Macron recibió en el Elíseo a Juan Guaido, el líder del golpe de Estado fallido en Venezuela.

Independientemente de lo que uno piense de Venezuela y su gobierno, tal recepción plantea preguntas. ¿Es normal desplegar la alfombra roja para un hombre que ha intentado un golpe de estado en su país? ¿Un hombre que dice vivir allí bajo una dictadura pero que, sin embargo, está en libertad después de un intento de levantamiento y un intento de golpe militar? ¿Un hombre que regresa y deja el país sin obstáculos después de todo esto? ¿Es aceptable que se le reciba con gran pompa y circunstancia cuando ya ni siquiera es Presidente de la Asamblea Nacional de su país después de haber sido derrotado por otro opositor de derecha del gobierno chavista? De hecho, el 5 de enero de 2020, un grupo de diputados rebeldes de la oposición le robó a Juan Guaido la percha de la Asamblea Nacional. Macron sabe que lejos de ser un punto de apoyo para la oposición en Maduro Juan Guaido es considerado como el principal divisor en esta familia política! Entonces, ¿por qué lo favorece?

¿Es aceptable para el pueblo venezolano que Francia apoye a un hombre que pide el endurecimiento del embargo económico de los Estados Unidos contra su país? ¿Podemos ignorar el costo del sufrimiento y las privaciones causadas por este embargo, con la escasez de medicamentos y de productos de primera necesidad (como el papel higiénico)? ¿Es aceptable ignorar las revelaciones sobre su corrupción hechas por la prensa de derecha y algunos de sus antiguos partidarios, tal como lo reveló el muy derechista periódico PanAm Post (18 de junio de 2019). Pero también por el propio representante de Guaido en Colombia, Humberto Calderón Berti (30 de noviembre de 2019). Y más recientemente por la agencia de prensa Reuters (22 de enero de 2020). ¿Es aceptable que el presidente francés actúe como si desconociera los vínculos probados que unen a Juan Guaido y sus familiares con el cartel narco-paramilitar colombiano Los Rastrojos?

Y finalmente, sobre estas preguntas, ¿cómo sirve una recepción de este tipo a los intereses de nuestro país y de su público en el Caribe y en Sudamérica? El Sr. Guaido ya nos ha costado caro. Tras su autoproclamación como presidente de Venezuela, Estados Unidos ha decretado sanciones económicas contra el país para alentar su golpe. Por lo tanto, las empresas francesas han sido sancionadas y ya no pueden comerciar con Venezuela. Este tratamiento no se aplica, sin embargo, a las propias compañías petroleras de los EE.UU., que como es habitual están exentas de las sanciones que su gobierno impone a otros.

Entonces, ¿cuál es el punto de tal recepción? Macron había convocado primero a nuevas elecciones legislativas en Venezuela antes de alinearse con Estados Unidos, que pidió la dimisión de Maduro y manipuló en vano cinco golpes de estado militares en Venezuela durante el año 2019. Uno puede recordar este lamentable sketch en el que Juan Guaido planeó una entrada forzada a su país desde Colombia después de un concierto de apoyo en la frontera. Se había anunciado un levantamiento, así como la entrada del ejército en la disidencia. El concierto «fracasó», la entrada permaneció agrupada y el ejército no se movió. «Nada sucedió como estaba previsto», escribió el periódico «Le Monde», que estaba a favor del golpe de estado. En cuanto al puñado de soldados que disintieron en el aislamiento, fueron los propios Estados Unidos los que los encerraron en un campo en su propio territorio. Los traidores siempre son mal vistos, incl uso por aquellos que los usan y saben como tratar con ellos.

¿Tiene Macron la intención de avanzar su punto de vista sobre Venezuela?  ¿Cómo permite el Sr. Guaido esto?  Se niega a comprometerse y rechaza cualquier nueva elección. La recepción en el Palacio del Elíseo no tiene, por lo tanto, ninguna función práctica en relación con la situación en Venezuela. Es sólo un acto de comunicación, a petición de los Estados Unidos, para revivir un personaje en plena decadencia política. Por lo tanto, es más bien un mal golpe para Francia y la relación con el pueblo de Venezuela.

Français

Macron et le Venezuelaaaaaaa ! Un putschiste a l’Elysée
Emanuel Macron entretient une passion vénézuélienne des plus cocasses. Son principal conseiller en communication fut un participant essentiel à la campagne présidentielle du chaviste Nicolas Maduro. Pourtant dès qu’il fut élu, Macron s’aligna très strictement sur la diplomatie des USA et sur les personnages violents qui l’animent. Ces jours-ci a eu lieu un épisode peu relevé par la presse et même par les milieux anti-chavistes les plus radicalisés. En effet, personne n’y a fait attention, mais le président Emmanuel Macron a reçu à l’Elysée Juan Guaido, le chef du putsch raté au Venezuela.

Quoi que l’on pense du Venezuela et de son gouvernement, une telle réception interroge. Est-il normal de dérouler le tapis rouge pour un homme qui a fait une tentative de putsch dans son pays ? Un homme qui prétend y vivre sous une dictature mais qui s’y trouve pourtant en liberté après une tentaive de soulèvement et une tentative de putch militaire ? Un homme qui rentre et sort du pays sans obstacle après tout cela ? Est-il acceptable qu’il soit recu en grande pompe alors qu’il n’est même plus président de l’Assemblée nationale de son pays après avoir été battu par un autre opposant de droite au gouvernement chaviste ? En effet, le 5 janvier 2020, un groupe de députés frondeurs de l’opposition a ravi le perchoir de l’Assemblée National à Juan Guaido. Macron sait que loin d’être un point d’appui de l’opposition a Maduro Juan Guaido est considéré comme le principal diviseur de cette famille politique ! Alors pourquoi le favorise-t-il ?

Est-il acceptable vis-à-vis du peuple vénézuélien que la France soutienne un homme qui demande le durcissement de l’embargo économique des USA contre son pays ? Peut-on ignorer ce que cet embargo coûte de souffrances et de privations avec les pénuries de médicaments et d’objets de première nécessité (comme le papier hygiénique) ? Est-il acceptable de ne tenir aucun compte des révélations à propos de sa corruption faites par la presse de droite et par certains de ses ex-partisans comme l’ont révélé le très droitier journal PanAm Post (le 18 juin 2019). Mais aussi par  le propre représentant de Guaido en Colombie, Humberto Calderon Berti (le 30 novembre 2019). Et plus récemment l’agence de presse Reuters (le 22 janvier 2020). Est-il acceptable que le président français fasse comme s’il ignorait les liens prouvés qui unissent Juan Guaido et ses proches au cartel narco-paramilitaire colombien Los Rastrojos ?

Et pour finir sur ces questions, en quoi une telle réception sert les intérêts de notre pays, de son audience dans les Caraïbes et en Amérique du sud ? Monsieur Guaido nous a déjà coûté cher. Suite à son auto-proclamation comme président du Venezuela les USA ont décrété des sanctions économiques contre le pays pour favoriser son putch. Les entreprises françaises ont donc été sanctionnées et ne peuvent plus commercer avec le Venezuela. Ce traitement ne s’applique pas cependant aux entreprises pétrolières des USA eux-mêmes qui comme d’habitude sont exemptées des sanctions que leur gouvernement inflige aux autres.

Quel est donc l’intérêt d’une telle réception ? Macron avait d’abord demandé de nouvelles élections législatives au Venezuela avant de s’aligner sur les Etats-Unis qui demandaient la démission de Maduro et manipulèrent en vain cinq coups d’Etat militaire au Venezuela pendant l’année 2019. On se souvient peut-être de ce sketch pitoyable ou Juan Guaido prévoyait une entrée en force dans son pays depuis la Colombie après un concert de soutien à la frontière. Un soulèvement avait été annoncé ainsi que l’entrée en dissidence de l’armée. Le concert fit « flop », l’entrée resta groupusculaire et l’armée ne bougea pas. « Rien ne s’est passé comme prévu » avait écrit le journal « Le Monde » pourtant favorable à ce coup d’Etat. Quant à la poignée de militaires qui firent dissidence de façon isolée, ce sont les Etats Unis eux-mêmes qui les ont enfermés dans un camp sur leur propre territoire. Les traitres sont toujours mal vus, même de ceux qui les utilisent et savent a quoi s’en tenir à leur sujet.

Macron a-t-il l’intention de faire avancer son point de vue à propos du Venezuela ?  En quoi monsieur Guaido le permet-il ?  Il refuse en effet tout compromis et  toutes nouvelles élections . L’accueil à l’Elysée n’a donc aucune fonction pratique par rapport à la situation au Venezuela. Il s’agit seulement d’un acte de communication, à la demande des USA, pour relancer un personnage en pleine décomposition politique. C’est donc plutôt un mauvais coup pour la France et la relation avec le peuple du Venezuela.