Por: José Luis Berroterán Nuñez, miembro de la Vicepresidencia de Formación e Ideología del PSUV.

La corrupción es un antivalor que está vinculado al incumplimiento o desviación de las funciones establecidas en los diferentes niveles de las estructuras institucionales o Estados, a las desviaciones sociales y económicas de las empresas o del sector privado y a la falla en el cumplimiento de normas y reglas morales como la honradez, la responsabilidad y la honorabilidad entre otras por parte de la sociedad, las organizaciones y los individuos. La corrupción debe castigarse ya que afecta los valores y los recursos del pueblo.

La corrupción ha estado presente desde las antiguas civilizaciones hasta las modernas y, en tal sentido, ha sido un detonante en la pérdida del poder de imperios como el Egipcio (inicio en año 2686 a.C), Griego (inicio en siglo XII a.C), Chino (inicio en año 221 a.C), Romano (inicio en año 27 a.C), Portugués (inicio en año 1415 d.C), Español (inicio en año 1492 d.C), Inglés (inicio en año 1707 d.C) y, más recientemente, el imperio de los Estados Unidos de Norteamérica no escapa al virus de la corrupción y lo asume como una estrategia encubierta para la intervención y aprovechamiento ventajoso de los recursos del mundo dentro del metabolismo capitalista de explotadores o aprovechadores en contra de los países oprimidos del Sur-Sur.

La corrupción fue y es una característica intrínseca de “poder”, usada por los gobiernos monárquicos y democráticos opresores capitalistas recientes que penetran las sociedades generando perdida de los valores morales y deterioro en las relaciones geopolíticas mundiales.

Actualmente, la corrupción tiene diversas dimensiones en su accionar que van desde el ámbito internacional hasta lo local con modalidades políticas, económicas, financieras, comunicacionales y policiales, entre otras, dentro de cada nivel de abstracción y con diferentes niveles de gravedad o intensidad. Podemos describir los siguientes niveles jerárquicos espacio-funcionales de corrupción: internacional, nacional, institucional-empresarial, individual.

Corrupción internacional: sucede en un ámbito supranacional, en organizaciones regionales de naciones, en organismos multilaterales y en instituciones internacionales con competencia en áreas específicas. Podríamos citar como casos emblemáticos de corrupción: a) El congelamiento y desconocimiento de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU.) en el 2022-2023 de los depósitos bancarios en dólares de Rusia por los países europeos y EE.UU; b) La retención de los activos de la República Bolivariana de Venezuela (RBV) en tierras europeas desde el año 2019; c) El apoyo de la UE para la congelación de los depósitos bancarios y oro de Iraq, Libia y Siria después de la invasión por los Estados Unidos de América y países europeos de estas Naciones; d) La imputación al Presidente Putin por la Corte Internacional Penal (CIP) aun no estando Rusia adscrita a la CIP. La corrupción internacional dentro del capitalismo tiene principalmente un fin político acompañado de un interés económico dentro de la geopolítica mundial. Las organizaciones de países dominantes del capitalismo usan la corrupción encubierta por los medios de comunicación como un arma de control y dominación para los países satélites o dominados y los socialistas o en transición al socialismo.

Corrupción Estado-Nación: Algunos Estados y Gobiernos toman decisiones al margen de los principios de rectitud, justicia y respeto a las otras naciones, con el objetivo de favorecer su patrimonio, finanzas o posibilidades de intervención en países con recursos naturales de interés, posición geográfica estratégica o ser articulador de relaciones de poderes regionales. Son decisiones tomadas por representantes de los poderes de las naciones, la mayoría de las veces sin considerar la opinión del poder popular de la nación. Podemos mencionar como un caso de corrupción de Estado dentro del capitalismo la decisión del presidente de los Estados Unidos de Norteamérica (2003) de intervenir a Iraq con la supuesta “justificación” de que este país asiático del Medio Oriente poseía armas biológicas de alta peligrosidad. Se demostró, posteriormente, que Iraq no era poseedor de armas biológicas después que EE. UU. masacró al pueblo iraquí con alrededor de 1.033.000 muertos y aún sigue explotando su petróleo. Otro caso relevante que nos toca directamente es la apropiación de Citgo por empresas e instituciones de los EEUU y Canadá es un acto de corrupción apoyado por ambos Estados capitalistas con inclusión del ejecutivo, poder legislativo y judicial que representa una apropiación ilegal de más de 30.000 millones de dólares. La República Bolivariana de Venezuela (RBV) en toda su historia ha sido una nación que ha respetado el derecho internacional y defendido el libre accionar y autodeterminación de las naciones y sus pueblos; nunca ha agredido a ninguna nación y ha mantenido un apoyo solidario a los pueblos del mundo ante catástrofes naturales, efectos de guerra y pobreza extrema. Se puede decir que somos un Estado-Nación no inmerso en la corrupción política-económica para el aprovechamiento de bienes, recursos y riquezas en general de cualquier país del mundo.

Los países capitalistas dominante tienen un índice de percepción de la corrupción (IPC) donde califican con alto nivel de corrupción a los países socialistas o en transición al socialismo, hay que plantear un índice objetivo que muestre los altos niveles de corrupción de los Estados-Nación capitalistas, forajidos y aprovechadores de su potencial bélico y económico para agredir y coaccionar al resto de las naciones del mundo.

Corrupción Institucional-Empresarial: Se presenta en instituciones y empresas del Estado y privadas. Está circunscrita a decisiones que afectan el patrimonio, los valores morales y el funcionamiento de la Nación. Está relacionada con las instituciones y empresas que conforman la estructura del Estado en sus poderes ejecutivo, legislativo, judicial y, en el caso de la RBV también el poder moral y el electoral con expresiones en el ámbito nacional, regional-estadal-provincial, municipal y parroquial. Podemos mencionar diferentes tipos de corrupción: a) Políticas para favorecer a grupos, personalidades y corrientes de pensamiento; b) Comunicacional a través de falsas noticias (fake news), productos audiovisuales con información tendiente a deformar o crear comportamiento de antivalores, entre otras; c) Económica por defalco de los presupuestos asignados, ineficiencia en la ejecución presupuestaria y desvió de los ingresos generados entre otros; d) Organizacional y estructural que está vinculada a la ineficiencia e ineficacia en el funcionamiento de la institución y cumplimiento de las metas. Las empresas privadas generalmente realizan corrupción económica acompañada de la comunicacional. La corrupción económica de las instituciones públicas y empresas del Estado, con una alta frecuencia, está asociada a negociaciones con las empresas privadas. Es una dupla que puede tener modo operativo en cualquier nivel de la estructura jerárquica del Estado y en todas las regiones del mundo. Podemos mencionar como caso de corrupción institucional el de la Asamblea Nacional de la RBV en el periodo 2016-2021 que decidió, sin tener competencia, nombrar al diputado Juan Guaidó como Presidente Interino de la RBV. Esta corrupción institucional política se constituyó en corrupción internacional al ser apoyada por hasta 59 países del mundo, seguidores irrestrictos de las decisiones de los EE.UU. Un caso de corrupción reciente es el de Petróleos de Venezuela S.A (PDVSA) donde ha habido desvió de los ingresos por venta de petróleo con participación de empresas privadas y otros organismos del Estado venezolano. En PDVSA es notoria la participación en la trama de corrupción de prominentes directivos de la Empresa y el vínculo con personalidades del medio político. No se evidencian desviaciones en los trabajadores de la industria, lo que permite afirmar que la industria en sus estructuras básicas está conformada por personas con valores morales. Debemos ser controladores de los gerentes para evitar que se introduzcan esos antivalores, se genere traición a la revolución y se produzca pérdida de ingreso monetario. Nuestra PDVSA es rescatable con la inclusión de una mayor transparencia, honestidad y eficiencia en el equipo gerencial.

Corrupción individual: los seres humanos tenemos una serie de valores condicionados y ajustados por las normas, reglamentación y cultura de las sociedades locales y regionales. El comportamiento de los individuos es determinante en las características culturales de las localidades, regiones y países, aún bajo el efecto de la globalización que tiende a uniformizar los rasgos y huellas de las diferentes culturas en el ámbito mundial. Los individuos tienen valores y antivalores adquiridos por formación familiar y educacional escolar, por influencias sociales y por factores externos que penetran la moral de los individuos y la sociedad.

Los grandes centros de poder, representados en primera instancia por los EE. UU. de Norteamérica son los más influyentes a través de los distintos medios de comunicación e información, creando patrones indeseables en el comportamiento de los individuos, como viene a ser el poco amor a la Patria, la valoración de lo que no se tiene, la preponderancia de lo material por encima de los valores morales, la ausencia de solidaridad con los semejantes y la transculturización, entre otras.

La corrupción individual es un antivalor que afecta a las sociedades del mundo y se ve expresada en todos los estratos sociales y etarios. No obstante, las bases sociales conformadas por trabajadores del campo y la ciudad, los profesionales y técnicos, los pequeños industriales y comerciantes entre otros tienden a ser llenos de valores morales y patriotas, por lo que representan un escudo de aguante ante la presión que generan los centros de poder y el imperio para lograr la indiferencia, la deshonestidad y la corrupción dirigidas principalmente a los pueblos africano, americano y asiático, que tienen gran esperanza en un mundo más justo y equitativo.

Debe darse una gran cruzada para disminuir la corrupción individual en los grupos y localidades donde haya la desviación por el aprovechamiento del dinero mal adquirido, el uso indebido de las comunicaciones por los individuos, así como la ausencia de transparencia, responsabilidad y solidaridad. La minimización de la corrupción del individuo es un freno para la corrupción del Estado y de las instituciones, por lo que debemos trabajar con profundidad los valores morales de cada persona y su entorno de acción con el énfasis de que la corrupción tiene responsabilidad individual.

En el caso de la RBV tenemos un pueblo que históricamente ha sido poco corrupto a pesar de la existencia de gobiernos descompuestos como los de Juan Vicente Gómez, Marcos Pérez Jiménez y los de los últimos cuarenta años de la democracia (IV Republica), antes de la llegada del Comandante Chávez. Los principios de la Revolución Bolivariana deben ser inculcados en el pueblo para combatir y desnudar la incidencia de antivalores importados que generan avaricia, irresponsabilidad y traición.

La Revolución Bolivariana cuenta con un ejército de pueblo que tiene los principios de Bolívar, Chávez y Maduro. Desde el Partido Socialista Unido de Venezuela PSUV y las instancias de gobierno debemos seguir avanzando hacia la dignificación y la transparencia de los procesos gerenciales y de ejecución comunal. “Esto es viable en corto tiempo”. Debemos bloquear a los corruptos traidores y descubrir a los mimetizados para construir una institucionalidad con personas correctas e incorruptibles que sea ejemplo para los niños y los jóvenes de la Venezuela Bolivariana.

Conclusiones: Podemos concluir que Venezuela no es una nación miembro de la corrupción internacional y como Estado-Nación no ha tenido actos de corrupción hacia otras naciones. Estas instancias de corrupción son armas del capitalismo para mantener el control hegemónico sobre los países explotados o dominados. Debemos minimizar la corrupción institucional y apoyar al gobierno bolivariano del Presidente Maduro en su lucha contra este letal flagelo, así como impedir que se descompongan cuadros políticos y gerenciales y que, al mismo tiempo, se mantenga un pueblo con sus valores morales sin altos signos de corrupción individual.

Somos un pueblo digno y valiente! Vamos a la estabilización del Socialismo Bolivariano hacia el año 2030 con un poder popular rico en valores morales y con posiciones inquebrantables ante las desviaciones de la corrupción estimulada por los países opresores. Que se ponga en funcionamiento la Ley Orgánica de Extinción de Dominio propuesta por el Primer Vicepresidente Diosdado Cabello en la Asamblea Nacional como una herramienta básica contra la corrupción institucional e individual. Seamos garantes y controladores de su cumplimiento.

CAMARADAS, APOYEMOS AL PRESIDENTE MADURO

EN LA CRUZADA CONTRA LA CORRUPCIÓN.