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Foto: Archivo
Más sensible ante la necesidad del otro, así se siente el presidente de la República, Nicolás Maduro tras casi 25 meses en el ejercicio del poder.
Por eso, consultado por Jelena Milincic, periodista de la cadena informativa RT, sobre la experiencia de suceder a Hugo Chávez y las enseñanzas aprendidas hasta ahora dijo: “una de las cosas más grandes que yo he aprendido, percibido y vivido en estos 25 meses como Presidente, es el amor, la conciencia y la fuerza del pueblo. El pueblo lo va empujando a uno con sus exigencias, con sus propuestas, con su amor, con su apoyo. Y ahí vamos en una tarea muy difícil, pero ten la seguridad que la Revolución Bolivariana, nosotros los revolucionarios bolivarianos, vamos a seguir garantizando que el legado de Hugo Chávez continúe transitan do todo el siglo XXI”.
Justamente ese pueblo que fue formado por Hugo Chávez y que hoy se distingue por participativo, crítico, riguroso y luchador es el que lleva al jefe del Estado a requerir de su equipo de trabajo no minimizar ninguna tarea.
“Pido siempre dejar aquella mala costumbre de la gente de siempre exigirse el mínimo y contentarse con el mínimo. No, exijámonos y exijamos lo máximo, y más allá de lo máximo. Y una vez cumplido algo lancemos la vara larga otra vez y busquemos lo máximo otra vez.”, dijo el presidente Maduro.
No duda en expresar que ahora “lleva la angustia de Chávez. Si algo me dejó él es su angustia porque se hagan las cosas bien, porque se hagan rápido, y por ver el futuro realizado en el presente y seguirlo construyendo sin ningún tipo de visión minimalista, sino en la visión máxima, porque realmente esto es un proyecto muy hermoso, el proyecto de la Revolución Bolivariana es un proyecto de vanguardia para la humanidad. Y nosotros no tenemos el derecho a fracasar.”
Esta entrevista la concedió el presidente Maduro durante su visita a Moscú, la tercera que hace como jefe de Estado y que cumplió atendiendo a una invitación de su homólogo Vladimir Putin de participar en los actos conmemorativos del 70º aniversario del triunfo del ejército soviético sobre la Alemania nazi, en la Gran Guerra Patria.