Foto: Prensa Gobernación de Miranda

Nueve semanas después del último jueves de la Semana Santa, la cofradía de los Diablos Danzantes del Corpus Christi de San Francisco de Yare se reúne a las afueras de la iglesia San Francisco de Paula, municipio Simón Bolívar, para danzar en homenaje al Santísimo Sacramento del Altar, una expresión religiosa y cultural que este 8 de junio cumple 274 años de tradición.

La festividad religiosa, que emula la victoria del bien sobre el mal, es un acto único en el mundo y constituye uno de los sincretismos más puros de la fe y la religiosidad venezolana. Inició en el año 1749, en una época donde existió una fuerte sequía, explicó la secretaria de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Gobernación de Miranda, Mariam Martínez.

“Este año los diablos recorrerán 98 altares religiosos después del permiso que se le otorga para danzar el día miércoles 7 de junio en el templo San Francisco de Paula. Primero visitan 38 altares y después de la misa solemne del Corpus Christi, este jueves, la cofradía pasa por 48 altares más. Para cerrar la celebración, el día domingo, visitarán 12 más, que estarán dispuestos en el pueblo”, detalló.

Los altares son elaborados por la comunidad frente a sus casas. Colocan una mesa adornada con un mantel, flores y en ella colocan al Santísimo. Durante la procesión, los diablos hacen una parada para rendir honor a cada altar.

Patrimonio mundial

San Francisco de Yare es una población rica en manifestaciones y diversidad culturales, como La Burriquita, Los Tambores de San Juan y la más emblemática de esa región, los Diablos Danzantes, reconocidos en el mundo por su máscaras, trajes e indumentarias, elementos significativos que, junto a la danza religiosa, emulan la victoria del bien sobre el mal.

Esta ceremonia ha trascendido las fronteras venezolanas y fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad el 6 de diciembre del 2012 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la Cultura (Unesco).

La cofradía cuenta con los Núcleos de Transmisión y Saberes, organización integrada por los propios danzantes, quienes se encargan de la formación de niños y jóvenes en esta tradición ancestral, acción que preserva los conocimientos empíricos transmitidos por generaciones, entre ellos la danza, las normas y los secretos concedidos, explicó José Ángel Ramírez, coordinador de la Red de Patrimonio Cultural del estado Miranda.

Máscaras al piso: rendición ante el mal

El momento culminante de la celebración eucarística en Yare es cuando los diablos se rinden sumisos ante el Santísimo Sacramento, dejando caer sus máscaras al suelo, acción que demuestra el triunfo del bien sobre el mal, un acto que se realiza sólo después de que el sacerdote, en la iglesia San Francisco de Paula, les concede el permiso para bailar.

El presidente de la Cofradía de los Diablos Danzantes de Yare, Manuel Zurita, conformada por más de 2.500 promeseros, explicó que la danza religiosa se realiza siempre de frente al Sacramento, con la máscara viendo al piso, pues esta acción simboliza respeto a Dios.

Explicó que el baile se desarrolla al son de un solo tambor de caja, el cual es tocado por el cajero, la persona que acompaña el recorrido.

La danza está conformada por cuatro pasos simbólicos: el corrido, que se realiza en señal de cruz; el escobillado, donde los danzantes saltan y cruzan los pies hacia atrás; el reposo, cuando se arrodillan en señal de respeto o rendición; y la bamba, considerado como uno de los más sagrados por los Diablos Danzantes de Yare, ya que en ese momento elevan sus plegarias, oraciones y agradecimiento al Santísimo Sacramento.

Elementos religiosos

El elemento más resaltante en la vestimenta de los diablos danzantes son las extravagantes máscaras, una pieza artesanal elaborada por los integrantes de la cofradía en Yare. Las máscaras, con forma de diablo, son de diferentes tamaños y poseen una cantidad de cachos que definen las jerarquías de la persona que la lleva puesta.

“Las que tienen dos cuernos son utilizadas por los promeseros rasos, las de tres cachos las utilizan los arreadores y capataces, mientras que una sola persona utiliza la máscara de cuatro cachos que es el primer capataz”, detalló Zurita.

Señaló que los dos cuernos representan la dualidad que existe entre el bien y el mal, los tres cachos representan a la Santísima Trinidad, padre, hijo y espíritu santo, mientras que cuatro cuernos son los puntos cardinales.

Los diablos se visten con camisa, pantalón, medias y alpargatas rojas. Otro símbolo importante son los collares, escapularios y la cruz de palma bendita, elementos utilizados para protegerse de cualquier tentación que pueda surgir mientras bailan. En sus manos llevan las maracas, campanillas y cascabeles que tocan al danzar, y que son símbolos de protección durante el recorrido.

“Aunque las mujeres no danzan, ellas juegan un papel importante en la celebración. Vestidas de blanco, con una falda roja y con mandador (látigo) en mano acompañan y protegen a los diablos danzantes para que no se salgan del camino”, recalcó el presidente de la Cofradía en Yare.

Diablos en toda Venezuela

Los de Yare no son los únicos diablos. En Venezuela son 11 las cofradías del Corpus Christi reconocidas como Patrimonio por la Unesco, y cada una de ellas rinde culto al Santísimo Sacramento en diversas poblaciones del territorio nacional. En el estado Aragua, los diablos danzan en Cata, Cuyagua, Chuao, Ocumare de la Costa y Turiamo.

En el estado Carabobo, festejan al Santísimo Sacramento en San Millán y Patanemo; en Cojedes las máscaras caen al suelo en Tinaquillo; en Guárico danzan en San Rafael de Orituco y en La Guaira rinden culto en la población de Naiguatá.

Una ruta para el turismo

La Gobernación del estado Miranda creó la Ruta Turística Patrimonial de Los Diablos Danzantes de Yare, la cual ofrece a propios y visitantes la oportunidad de conocer esta celebración en cualquier temporada del año.

El recorrido cuenta con nueve estaciones, donde los turistas pueden disfrutar de la gastronomía local, cata de bebidas mirandinas, dulcería criolla, presenciar la danza típica de los promeseros, visitar el campanario local y hacer pesca deportiva de pavón.

Esta ruta fue reconocida con el primer lugar del Premio Nacional de Turismo en la categoría Turismo Cultural en 2022 por el Presidente Nicolás Maduro, durante la XV edición de la Feria Internacional del Turismo (Fitven).

Las personas que deseen visitar este destino, pueden contactar a las operadoras turísticas de su preferencia.

Prensa Gobernación de Miranda