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12.Mar.2021 / 12:40 pm / Haga un comentario

Alfredo Carquez Saavedra

Iván Duque, el subpresidente de Colombia, ama la guerra. Tanto es así que pareciera que el alma de Adolfo Hitler hubiese encontrado el apropiado cobijo en un cuerpo que reúne todas las condiciones para hacer el mal.

Duque, hasta la fecha, ha resultado ser el campeón de los bombardeos en contra de su propio pueblo. Ya suma al menos dos (que se sepa) en menos de dos años en los que el saldo fatal suma al menos 22 menores de edad.

Claro que en este tipo de acciones hay suficientes antecedentes en el país vecino. Por ejemplo, recordemos que en 2008, su antecesor, Juan Manuel Santos, ordenó a la aviación militar colombiana matar con bombas y balas a un grupo de 22 paisanos (y estudiantes de la Universidad Autónoma de México) que se encontraba en la provincia ecuatoriana de Sucumbíos.

Pero Ivancito quiere destacarse ante su maestro, el Matarife, en el siniestro arte de acabar con la vida y de fomentar la guerra a toda costa, como lo hizo en su tiempo el citado canciller del III Reich.

En agosto de 2019, cuando Guillermo Botero ocupaba el ministerio de la Defensa, la Fuerza Aérea colombiana atacó un punto ubicado en San Vicente del Caguán, acción en la que murieron al menos ocho niños de entre 12 y 17 años.

El funcionario-empresario quien calificó el hecho de “operación impecable”, y que se mantuvo esas muertes en secreto hasta que un parlamentario realizó la denuncia y lo obligó a dimitir.

Sin embargo, Duque -quien a pesar de odiar a la humanidad parece querer mucho a sus socios- lo premió con la embajada de Colombia en Chile. No solamente le perdonó a Botero ese terrible error. También pasó por alto haber sido el responsable del falso informe que tenía como objetivo acusar a Venezuela de acoger a grupos irregulares colombianos, pero que terminó dejándolo en ridículo ante el mundo entero, nada más y nada menos que en la plenaria de la Organización de las Naciones Unidas.

Ahora le toca el turno a Diego Molano, actual Ministro de la Defensa, quien justificó la muerte de 14 menores de edad llamándolos “maquinas de guerra”. Este hecho ocurrió el pasado 2 de marzo, tras un bombardeo realizado en Guaviare, en la Amazonía colombiana.

No es posible adelantarnos a los hechos para saber si Molano (quien al igual que Botero viene del mundo empresarial) saldrá o no del ministerio. Pero sí podemos tener casi toda la certeza de que si esto sucede, seguro que Duque le pagará con un mejor destino por haberse lucido en eso de trabajar para la muerte.

alfredo.carquez@gmail.com

 

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