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16.Nov.2016 / 12:11 pm / Haga un comentario

Imágenes: Misión Verdad

Imágenes: Misión Verdad

El 19 de mayo el diputado y presidente de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional a nombre del poder legislativo, hacía presencia en la sede de la OEA -Washington, Estados Unidos- para pedir formalmente la aplicación de la Carta Democrática a Venezuela ante Luis Almagro, bajo la excusa de la ruptura del orden constitucional producto de las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia de declarar al margen de la ley cada uno de sus adefesios legales como la Ley de Amnistía.

Sí, políticos nacidos en Venezuela fueron a pedir que su país fuera agredido con la mayor fuerza posible desde el extranjero. Acá el sonriente Henry Ramos Allup el día aquel en que creían que a Venezuela le serían aplicadas sanciones económicas y diplomáticas:

Pero esa propuesta ya se venía cocinando en el hemiciclo desde los pasados meses de marzo y abril, apoyada en múltiples visitas que realizara Luis Florido a países satélites de la política exterior norteamericana (Chile, Brasil, Canadá, etc.), mientras aguas abajo la MUD intentaba ponerse de acuerdo en cuál era la vía más idónea para derrocar al presidente Nicolás Maduro en 2016.

Incluso los más prestigiosos articulistas de medios como Prodavinci se dedicaron durante el mes de abril a justificar el supuesto carácter constitucional de la exigencia, la cual de concretarse hubiera significado contra el país fuertes sanciones económicas, una ampliación del cerco financiero y diplomático y la generación de condiciones políticas y mediáticas para la tan anhelada intervención internacional.

Cuando Luis Florido hizo la exigencia ante los pies de Almagro el vocero oficial de su secretaría, Sergio Jellinek, afirmó ante la agencia EFE: «no hay un plazo definido para que Almagro tome su decisión pero estamos hablando de días y semanas para que presente al Consejo Permanente el informe que él mismo está elaborando sobre la situación en Venezuela».

Tal cual una profecía autocumplida, el mismo 23 de junio Luis Almagro convocó una sesión del Consejo Permanente de la OEA, a espaldas de la representación diplomática de Venezuela, para presentar un informe basado en medias verdades y fuentes opositoras que buscaba presionar una votación exprés para la aplicación de la Carta Democrática. El informe ya había hecho su presentación ante la opinión pública el 31 de mayo, como lo anunciaba el vocero oficial de la secretaría general de la OEA.

Más allá de las inconsistencias y falsedades del informe (la mayoría de las fuentes provenían de ONGs financiadas por el Departamento de Estado de EEUU, consultoras económicas opositoras y organizaciones civiles identificadas con el antichavismo), el formato de tribunalizar la «crisis humanitaria» y la «violación de derechos humanos» en instancias internacionales, también fue utilizado contra países soberanos -como Irak, Siria y Libia- para generar las condiciones para su intervención directa o indirecta.

La capacidad de maniobra de la diplomacia bolivariana en ese delicado momento impidió que la sesión se dirigiera a los intereses de Almagro y Estados Unidos. Se permitió la lectura del informe sin tomar ninguna decisión posterior sobre la Carta Demócratica hasta el sol de hoy. El golpe de Estado con apoyo internacional que se venía cocinando desde el mes de marzo se les quemó en las manos, con Henry Ramos Allup, Luis Florido & Company observando la escena desde un salón apartado de la sesión, cuando habían prometido que tomarían un derecho de palabra.

Ante esa realidad inobjetable, vino inmediatamente el control de daños.

Hasta el mismo Almagro, el 7 de junio, afirmó desesperadamente que la Carta Democrática sí había sido activada y ya estaba en proceso de aplicación, como si la lectura del informe chapucero pudiera trasladarse automáticamente a la aplicación de un instrumento diplomático que no fue votado por los países que hacen parte de la OEA.

Nunca existió votación alguna sobre ese instrumento, develando lo que se sabía de antemano: aislar a Venezuela y aplicarle fuertes sanciones económicas no partía de un consenso continental, sino de una agenda transnacional pivoteada a lo externo por Estados Unidos -a través de sus lobbys, grupos empresariales y el Comando Sur- y a lo interno por Voluntad Popular. Almagro es la extensión operativa de la derecha regional representada por Andrés Pastrana, Álvaro Uribe Vélez, Jorge Quiroga, Laura Chinchilla y otros lobbystas empresariales.

El plan de combinar la violencia interna con el cerco diplomático se había caído por su lado más endeble. La guarimba trasladada a la esfera internacional se apagó.

Las evidencias

Luis Almagro fue el operador más agresivo en contra de Venezuela durante todo 2016.

Asumió posiciones que hoy quedan totalmente descolocadas de la realidad ante una Mesa de Diálogo que, como lo han reconocido los principales analistas del antichavismo, goza del respaldo de la comunidad internacional. Almagro es uno de los principales afectados por este cambio de escenario internacional logrado por el chavismo.

Hagamos un breve repaso sobre los tremendismos de Almagro contra el país en 2016.

Hoy ni se le ocurre repetirlo ante la presencia del enviado de El Vaticano, los expresidentes mediadores de Unasur y la Unión Europea en la Mesa de Diálogo chavismo-MUD.

Nicolás Maduro, el «dictadorzuelo» que tiene el respaldo de El Vaticano.

El documento emanado de la tercera reunión de la Mesa de Diálogo chavismo-MUD, no entroniza el referendo revocatorio o las inexistentes «elecciones generales» como una prioridad. Las «acciones drásticas» de Almagro también se engavetaron.

Almagro

Tampoco que el TSJ haya dado ningún golpe directo a nadie, ni al pueblo ni a la fallida Asamblea Nacional.

OEA

Según Almagro, Venezuela es la única dictadura que participa en tres altos consejos de la ONU, preside el Movimiento de Países No Alineados y Unasur.

IMAGEN

Para tu agenda segurísimo que sí.

C1
Tanto es así que El Vaticano, Unasur y la Unión Europea reconocen al Gobierno Bolivariano.

CAP2

Como quien no sabe dónde meter las palabras que dijo, Almagro terminó por apoyar el diálogo en Venezuela y las gestiones del presidente Nicolás Maduro para que participara El Vaticano como mediador. ¿Dónde quedó aquello de que era un «dictadorzuelo»?

C3

Es ley: el que se mete con Venezuela se seca.

Misión Verdad

 

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