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Mecanismos de integración latinoamericana, como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), son parte de la herencia bolivariana plasmada en la Carta de Jamaica, escrita por el Libertador Simón Bolívar hace 200 años.
La reflexión surgió del conversatorio que sobre dicho documento histórico se efectuó en la embajada de Venezuela en Francia, con la asistencia del representante diplomático venezolano en la nación gala, Héctor Michel Mujica, entre otros embajadores.
Mujica sostuvo que el Libertador transformó una guerra social en una guerra por la emancipación de todo el continente, y «el gran mérito del comandante Hugo Chávez fue acercar el pensamiento y los escritos de Bolívar al pueblo y además mostrar que fue un hombre de carne y hueso», enfatizó el diplomático, reseñado por Prensa Latina.
El embajador venezolano ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), Luis Alberto Crespo, subrayó en el conversatorio que en la Carta de Jamaica Bolívar plasmó su posición antiimperialista, anticolonialista y recalcó la importancia de la unidad.
La embajadora de Ecuador en Francia, María de la Paz Donoso, en su intervención en el encuentro, recalcó que las palabras de Bolívar son una guía para avanzar hacia la integración, hacia la verdadera y segunda independencia.
«Eso se materializará con las gestiones adecuadas para mejorar el acceso de los pueblos a la educación, la salud, la vivienda», agregó.
La Carta de Jamaica fue escrita en Kingston el 6 de septiembre de 1815. Se dio como respuesta a una solicitud que hiciera un granjero estadounidense llamado Henry Cullen.
La carta, según refieren los investigadores Carlos Fagúndez y Carmen Marcano de Fagúndez en el libro Simón Bolívar, Año tras año (1783 -1830), posee en sus líneas las reflexiones que Bolívar realizó sobre aspectos ideológicos, sociales, políticos y económicos que comprometían a Iberoamérica.
Además, en el documento el Libertador avecinaba la división que se desarrollaría en América del Sur y que con el tiempo se efectuó, como lo previó.
AVN