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Foto: Archivo
“Prácticamente la mitad de Colombia se convirtió en un camposanto clandestino porque las fuerzas paramilitares o del propio Estado colombiano, violando los Derechos Humanos de sus ciudadanos, llegó a matar o exterminar a un número indefinido de ellos y lanzarlos a fosas comunes. Esa práctica fue traída al estado Táchira con fosas comunes clandestinas, la más reciente con 13 personas enterradas, incluso niños de nacionalidad colombiana. Eso no puede seguir ocurriendo y es una realidad, ¿producto de qué? de la ausencia de seguridad del lado colombiano, porque pareciera que no les importa”.
Así denunció el Defensor del Pueblo, Tarek William Saab, la situación que por décadas han provocado y permitido las autoridades de Colombia en la frontera colombo-venezolana, dramática situación que discutió con organismos internacionales en la sede de la oficina de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
“La divulgación de una media-verdad se convierte en mentira”, advirtió Saab al repudiar la campaña mediática contra Venezuela por parte de Colombia a raíz de las medidas tomadas por el gobierno venezolano en la frontera con Táchira y Zulia, para enfrentar las bandas paramilitares, de contrabando y narcotráfico.
Dijo que en la larga franja fronteriza compartida entre Venezuela y Colombia, de más de 2 mil kilómetros, la seguridad está del lado venezolano, con 20% de presencia de autoridad colombiana frente al 100% de la venezolana.
“Obviamente la verdad tiene que decirse: Colombia abandonó la frontera…no hay una reciprocidad en la atención de la seguridad fronteriza del lado colombiano, porque pareciera que hay ausencia de políticas de Colombia y por ello hay entradas y salidas de bandas armadas, contrabandistas, personas que están al margen de la ley, que trafican gasolina, contrabandean productos (de todo tipo) e incluso a matan o intentan matar a venezolanos”, alertó.
William Saab denunció que estos grupos delicuenciales colombianos intentan replicar en Venezuela lo que ha ocurrido en Colombia con las fosas comunes. Reiteró que esta situación de violaciones graves e históricas de los DDHH de los colombianos es dantesca, recordando que la fosa La Macarena, que tras su descubrimiento con más de 2 mil cadáveres se transformó en la prueba más lamentable del terrorismo de Estado de la República de Colombia, es apenas un pequeño ejemplo de esta realidad que no puede tolerarse en Venezuela.