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El 25 de julio de 2020 se realizó por videoconferencia la segunda reunión del Grupo de Trabajo del Foro de Sao Paulo con la participación de 30 partidos miembros, de 14 países, organizada por la Secretaría Ejecutiva, coordinada por el Partido de los Trabajadores de Brasil.

Julio es un mes de conmemoraciones, victorias y rebeldía para Nuestra América. Se cumplen 209 años del Día de la Independencia de la República Bolivariana de Venezuela, el 41 aniversario de la Revolución Sandinista, el 67 aniversario del Asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes y el 68 cumpleaños del Comandante Chávez.

De manera especial estamos celebrando también el 30 aniversario del Foro de Sao Paulo, espacio para compartir nuestras luchas comunes. Saludamos la realización del encuentro virtual entre los presidentes de Cuba, Venezuela y Nicaragua el próximo 28 de julio, en conmemoración por la efeméride. Convocamos a las organizaciones miembros del Foro y a los movimientos sociales y populares a seguir la realización de este encuentro.

Con enorme pesar hemos sido testigos en los últimos meses de la pérdida de cientos de miles de vidas humanas, como consecuencia de la pandemia del SARS-CoV-2. Trasladamos nuestras condolencias a los partidos y organizaciones del Foro, a los familiares y amigos de las víctimas. Nada es más importante que la vida de un ser humano.

Destacamos el heroico esfuerzo de los profesionales de la salud que exponen constantemente sus vidas en la primera línea de enfrentamiento de la pandemia y que, en la mayoría de los países, se sobreponen a la escasez de medios de protección, de insumos y de condiciones básicas para desarrollar su invaluable labor.

Reconocemos que hay una profunda crisis en curso a nivel mundial, agudizada como consecuencia del impacto de la COVID-19, del derrumbe definitivo de los paradigmas neoliberales que venía defendiendo el imperialismo, del ejercicio abusivo que hay de la hegemonía imperial.

En los Estados Unidos se han incrementado los conflictos por los problemas económicos, sociales y raciales que atraviesa la actual administración norteamericana, y por la manera irresponsable e ineficiente con que han manejado el enfrentamiento a la pandemia: el país que más riquezas tiene en el mundo, es el país que tiene más contagiados y más muertos.

La dramática situación en América Latina y el Caribe es una incertidumbre si tenemos en cuenta que no se logra controlar la propagación de la Covid-19, y no se ha detenido el saqueo del imperialismo y el capital transnacional, con el respaldo de algunos sectores de la derecha local.

El ejemplo más significativo en la región es el de Brasil, donde la subordinación del gobierno de Jair Bolsonaro a los intereses de la Casa Blanca y del capital transnacional, así como su incapacidad y torpeza en el manejo de la pandemia, demuestra su desprecio por la vida de los brasileños y ha convertido al país en el epicentro de la pandemia en Latinoamérica y el Caribe, conduciéndolo a una crisis general sin precedentes.

Las peores consecuencias la están pagando los más desposeídos y vulnerables socialmente.

Las sociedades que han logrado apartarse del neoliberalismo y construidos sistemas de salud basados en la universalidad y la prevención han logrado contener de mejor manera la pandemia, tal es el caso de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Los países en que se fortalecieron los instrumentos del Estado y las políticas sociales, durante los gobiernos de izquierda, hoy tienen buenos resultados a nivel sanitario, tal es el caso de Uruguay, donde se priorizó la educación pública, comunicaciones, sistema de salud, ciencia, todas fortalezas generadas por los gobiernos del Frente Amplio. Sin embargo, el impacto en lo económico y social es desolador, debido a las políticas de ajuste neoliberal del actual gobierno de derecha, en favor de la oligarquía y en contra de las grandes mayorías, aumentando el desempleo, la pobreza, la indigencia y la desprotección social.

El imperialismo yanqui no cesa en su lucha por recolonizar América Latina y el Caribe.

Denunciamos la estrecha alianza de la administración de los Estados Unidos con la contrarrevolución cubana y con la oposición venezolana. Además, cómo se ha reactivado la Doctrina Monroe; cómo se usan las calumnias y mentiras como pretexto para la injerencia y el intervencionismo; cómo se emplea también la corrupción y el soborno a gobiernos de diferentes países para lograr sus propósitos.

Se intensifica la agresión diplomática y económica contra Venezuela, a la que se suman los intentos fallidos de intervención militar, que lamentablemente es alentada y auspiciada por el gobierno colombiano, prestando su territorio para la actividad conjunta de mercenarios, ex militares venezolanos y ahora de tropas mercenarias para derrocar el gobierno del legítimo presidente Nicolás Maduro.

La escalada agresiva de la Casa Blanca contra Cuba continúa en ascenso. El recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero se manifiesta en las constantes medidas que aplica contra el pueblo cubano; en acciones buscando el recorte del envío de remesas a Cuba; en el incremento de la persecución financiera; en la aplicación de sanciones contra empresas que mantienen negocios en Cuba. En el orden ideológico, en acciones orientadas a desprestigiar a sus dirigentes; en los permanentes intentos de crear condiciones para un estallido social, y en los experimentos para promover posiciones políticas opositoras dentro de las instituciones de la Revolución.

Nicaragua resiste victoriosamente ante las medidas coercitivas unilaterales que le impone el gobierno de Trump, que atentan contra la paz y el bienestar de su heroico pueblo.

Condenamos la posición del gobierno de Colombia en desmontar los Acuerdos de Paz, el más importante logro de la sociedad colombiana en muchas décadas, y que ha de ser defendido por todos nuestros pueblos.

Levantamos nuestra voz de protesta ante las maniobras del gobierno de Ecuador, de perseguir de manera ilegal e injusta al compañero Rafael Correa, líder de la Revolución Ciudadana, y denunciamos las maniobras para impedir que él y su movimiento, pueda participar en las próximas elecciones.

Condenamos el uso de unidades de la marina de guerra norteamericana en Perú, con el pretexto de investigaciones científicas.

Rechazamos la persecución y amedrentamiento que viven las organizaciones sociales, los partidos políticos progresistas y revolucionarios de Bolivia tras el golpe de Estado contra el gobierno de Evo Morales de noviembre de 2019, que ha conllevado a una crisis política y económica, que converge con la sanitaria. El gobierno de facto boliviano realiza un uso grosero de la pandemia para postergar las elecciones generales por tercera vez consecutiva desde mayo pasado y la presión de la ultraderecha, desde dentro y fuera de este régimen, es para que tampoco se realicen este año. La represión, las amenazas, la descalificación mediática y las acciones de los grupos paramilitares son la respuesta cotidiana al resurgimiento de los movimientos sociales cuya fuerza está en pleno ascenso.

Condenamos el uso de las medidas de emergencia sanitaria por muchos gobiernos nacionales y locales en manos de la derecha para aumentar el autoritarismo y persecución contra las organizaciones políticas, sociales y populares, como ocurre en Chile, Guatemala, Costa Rica, entre otros.

Nos solidarizamos con el pueblo de E.E.U.U y sus comunidades afrodescendientes, que son víctimas directas de la opresión racista y de la desigualdad social generada por imperialismo agresivo y asesino.

Destacamos el valor de nuestros pueblos y sus organizaciones para enfrentar a gobiernos neoliberales que en varios países de la región dan señales de encaminarse peligrosamente hacia formas de Estados de excepción, donde uno de sus componentes centrales es la vigencia de un estado de no derecho. Estos son los casos de Ecuador, Bolivia, Chile y El Salvador.

Llamamos a todos los sectores sociales y políticos a buscar la coordinación y acción unitaria ante la intención de descargar en los sectores populares los costos de la crisis. El documento, “Consenso de Nuestra América”, puede ser un importante instrumento político para el reencuentro de las fuerzas populares.

Los participantes en la reunión virtual del Grupo de Trabajo del Foro de Sao Paulo proclamamos:

1. La solidaridad y la cooperación entre nuestros pueblos es la única solución efectiva para enfrentar con éxito esta pandemia que ha demostrado que no diferencia entre clases ni ideologías.

2. La demanda de eliminar las medidas coercitivas unilaterales del gobierno estadounidense contra el pueblo venezolano. Nuestra solidaridad con el gobierno bolivariano, la unión cívico militar y con su legítimo presidente Nicolás Maduro Moros, que en medio de este escenario hostil prioriza la protección de su pueblo ante la Covid-19.

3. El fin de las agresiones económicas, mal llamadas “sanciones,” que atentan contra el bienestar, la seguridad y la paz del pueblo de Nicaragua, sobre todo en momentos en que éste, junto a su gobierno y el Frente Sandinista de Liberación Nacional, gracias a su sistema de salud incluyente y participativo, enfrenta de manera efectiva la amenaza de la pandemia de la Covid-19.

4. La exigencia del levantamiento del criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos contra Cuba, y la escalada agresiva de la Casa Blanca contra ese hermano pueblo, que obstaculiza la adquisición y transportación de los insumos y los equipos necesarios que sostienen su sistema de salud pública y las condiciones específicas para enfrentar la pandemia.

5. El reconocimiento a la colaboración médica que Cuba presta a decenas de países del mundo, incluidos de América Latina y el Caribe, en el enfrentamiento a la pandemia.

6. La movilización continental de los partidos políticos, movimientos sociales y populares, a través de los medios posibles, en defensa de la salud y los derechos de nuestros pueblos.

7. La necesidad de fortalecer las redes de solidaridad para apoyar las mujeres en situación de violencia doméstica, así como la búsqueda y ejecución de políticas públicas específicas que respondan a estas situaciones.

8. La demanda de la exoneración de la impagable deuda externa de nuestros países que limita los recursos financieros de los gobiernos de la región ante la crisis que ha generado la pandemia.

9. El reclamo de la descolonización del continente con la independencia de Puerto Rico y la restitución de la soberanía de las Islas Malvinas a la República Argentina.

10. Expresamos nuestra solidaridad con los movimientos sociales y las organizaciones progresistas y de izquierda de Bolivia que exigen la pronta celebración de elecciones generales para poner fin al gobierno golpista y a la represión sistemática, para lograr la liberación de más de una centena de presas y presos políticos, así como la libertad de siete asilados en la embajada de México que se encuentran de rehenes del gobierno de facto desde hace más de ocho meses, así como para la preservación de las conquistas de la Revolución Democrática y Cultural.

11. La defensa de América Latina y el Caribe como Zona de Paz como condición esencial para las acciones mancomunadas en el enfrentamiento a la pandemia.

12. Expresamos nuestra solidaridad con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que encabeza la cuarta transformación mexicana; y con el gobierno de Alberto Fernández en Argentina.

13. Nos solidarizamos con el Frente Amplio del Uruguay en su lucha en contra de la Ley de Urgente Consideración (LUC), votada por la coalición de derecha en el parlamento, altamente antipopular, regresiva, represiva y restauradora del neoliberalismo en conjunto con la Central Única de Trabajadores el PIT-CNT y el resto de las organizaciones sociales de Uruguay.

14. La lucha de los pueblos de América Latina es la lucha por la vida y el trabajo seguro, por lo que ante el fracaso del enfoque hospitalario en la lucha contra la pandemia del Covid-19, demandamos a los gobiernos el cambio al enfoque comunitario que garantice la participación de toda la sociedad en la lucha contra la pandemia en los territorios, en las comunidades y en el trabajo.

Reunión GT-FSP
25 de julio de 2020

 

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