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Foto: La Radio del Sur
El primer lote de vacunas contra el coronavirus fue recibido con alegría y esperanza en Bolivia. Tras 22 horas de viaje llegaron al aeropuerto de El Alto, en el departamento de La Paz, 20.000 dosis de la Sputnik V, desarrollada por el centro Gamaleya, de Rusia.
En la pista estuvieron presentes la mayoría de medios de comunicación del país, así como autoridades del Gobierno, incluido el presidente Luis Arce Catacora, que hizo seguimiento del desembarco de las cajas y las acompañó hasta la ciudad de La Paz.
Pronto inicia operativo
En las próximas horas se iniciará el operativo para distribuir los medicamentos en las ciudades más afectadas por la segunda ola de la pandemia de COVID-19. Primero será inoculado el personal de salud que atiende diariamente a la población afectada.
El 30 de diciembre de 2020, el presidente Arce firmó el contrato para la adquisición de 5.200.000 dosis de la vacuna Sputnik V. Se especulaba con que a fin de enero llegarían 6.000, pero finalmente pudieron cargarse 20.000 dosis en el vuelo de Aerolíneas Argentinas que también trajo al mediodía del 28 de enero 220.000 dosis para ese país. De esta manera, el presidente argentino Alberto Fernández y el mandatario boliviano afianzaron una alianza que comenzó en 2020, durante la campaña presidencial que llevó a Arce al poder.
El presidente Arce llegó a la pista a pocos minutos de aterrizado el avión de Boliviana de Aviación (BOA) procedente de Buenos Aires. Inspeccionó las cuatro cajas con las vacunas, que fueron cargadas en camiones del Ministerio de Salud.
Y agregó: «Si esta gestión se hubiera hecho el año pasado, en este momento estaríamos en iguales condiciones que en México o en Argentina (quienes ya inocularon a cientos de miles de sus habitantes). Pero no se lo hizo. Y hasta nos han criticado, cuando nosotros mostramos resultados».
Arce se refería a los tweets de la expresidenta de facto Jeanine Áñez (2019-2020), así como la mayor parte del arco opositor, que critica el modo de enfrentar la pandemia del nuevo Gobierno. Argumentan que Bolivia, en esta segunda ola, registra más casos que durante la primera, cuando estaba Áñez. Pero no toman en cuenta que actualmente se realizan más pruebas que en 2020.
Sobre la pista del aeropuerto, un montacargas bajaba las cajas de vacunas y las subía en los camiones. Tenía que maniobrar con cuidado de no pasar por arriba de los trabajadores de prensa, que se desvivían por captar la noticia. En un rincón, un conjunto de dirigentes de organizaciones sociales observaba el procedimiento.
Esperanza
«Nosotros no hablamos. Somos un gobierno que muestra resultados. Incluso en el corto plazo, porque no hace ni tres meses que estamos en el Gobierno y tenemos pruebas (de detección de COVID-19), tenemos vacunas para el pueblo boliviano. Ese es el Gobierno nacional y ese es el trabajo que hacemos con la mayor responsabilidad y cariño al pueblo boliviano», dijo el presidente.
Ahí también estaba la presidenta de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia ‘Bartolina Sisa’ (CNMCIOB-BS), Segundina Flores. En estos días, varios sectores de oposición criticaron que las vacunas vinieran de Rusia y manifestaron su preferencia por los medicamentos de Estados Unidos. «Mucha gente está despertando de quiénes son los que no querían que llegue la vacuna. Hay que decirlo claro: son los pititas, son la gente de la derecha que ha dado golpe de Estado a Bolivia», en noviembre de 2019.
La líder campesina comentó cómo sobrevivieron a la pandemia en las comunidades rurales durante el Gobierno de Áñez. «En el tiempo del golpe estábamos más humillados, más discriminados. Hasta nos trataron de salvajes«, sostuvo.
«Agradecemos como CNMCIOB-BS al país Rusia, que nos ha tomado en cuenta a Bolivia. Porque durante el Gobierno de facto no estábamos tomados en cuenta para que nos manden la vacuna», comentó.
T/ Sputnik/ LRDS