Noticias

22.Jul.2020 / 02:58 pm / Haga un comentario

Foto: Referencial

Con la llegada del Covid-19 a Venezuela la población activó su sentido de disciplina, solidaridad y compasión, respetando hasta en un 90% las medidas sociales que se aplicaron para frenar la expansión del virus.

No obstante, paralelo a la flexibilización y al retorno de algunas actividades económicas, surgió el fenómeno de la indisciplina social, considerada por especialistas, como la negación del orden o la ausencia de un comportamiento considerado como normal y esperado dentro del contexto en el cual se produce.

De esta indisciplina, surgieron los cinco focos de contagio dentro de la cadena de transmisión del coronavirus que se encuentra en Caracas, la capital de Venezuela y en la que se registra 1.952 casos positivos hasta la fecha.

Reuniones sociales (fiestas), persistencia de cultos principalmente de las iglesias cristiano-evangélicas, ejercicio de la actividad comercial y de transporte que no cumplen con las medidas de bioseguridad, desinfección y distanciamiento; así como el arribo a las comunidades de venezolanos que ingresaron al país ilegalmente utilizando caminos fronterizos irregulares (tochas), representan los principales factores que predominan en la circulación del virus, según los estudios levantados por el gobierno nacional.

Como consecuencia de ello, el epicentro del virus paulatinamente se ha trasladado de Maracaibo, estado Zulia, al municipio Libertador de la capital venezolana, conformado por 22 parroquias. Según los reportes diarios, el comportamiento del contagio se debe principalmente a la exposición comunitaria.

Ante esto, la Comisión Presidencial para la Prevención y Control de la Covid-19 instaló el Estado Mayor de Caracas, para frenar y erradicar el foco en la capital.

De acuerdo, con las declaraciones de la alcaldesa del Municipio Bolivariano Libertador, Erika Farías, se encuentra activa la red hospitalaria a su máxima capacidad, así como los Centros de Diagnóstico Integral (CDI) y las Salas de Rehabilitación Integral, para atender a las personas contagiadas por Covid-19, se encuentre sintomáticas o no. Para este último grupo se está ampliando la capacidad de los hoteles sanitarios y nuevos espacios para dar atención a los casos positivos asintomáticos. La red privada de clínicas también participaran activamente en la atención de pacientes con coronavirus.

“Caracas está cundida de coronavirus”, refirió el presidente Nicolás Maduro el domingo 19 de julio, al reportar la capital venezolana 241 casos en la medición de 24 horas, que significaron el 61% del total de casos nacional. La frase del primer Mandatario constituye un alerta a las comunidades que albergan a más de dos millones de habitantes.

Entre las medidas adoptadas por el gobierno nacional para atender la situación de Caracas, se desarrolla el nivel I del método 7+7 con una cuarentena social radical, en la que están exceptúa alimentación y medicamentos, así como los sectores de servicios públicos. También se reiteró el uso obligatorio de mascarillas y la distancia social.

A partir de esta semana, al menos 10 mil funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) supervisan las medidas para prevenir la propagación del Covid-19, especialmente en el área metropolitana, y además, se han establecido 240 puntos de cierre y control de acceso a las parroquias y municipios de la Gran Caracas.

Para el psicólogo Miguel Posani, en Caracas hay un sector de la población que tiene conciencia de la gravedad del Covid-19, y otro que no. En su opinión, es necesario que se apliquen con rigurosidad medidas en dichos sectores para que la gente sea testigo de ello y de esa manera cambiar la actitud indisciplinada que mantienen.

«Hay un sector de la población que está interpretando mal el mensaje y va a seguir con la misma actitud, para eso existen las leyes, para eso existen los castigos, para esos existen las multas que tienen que aplicarse férreamente», indicó.

El especialista en salud mental dijo a la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), que el no utilizar la mascarilla adecuadamente es un ilícito que debe ser penalizado.

«Una persona que no lleve mascarilla debe ir preso. No llevar puesta la mascarilla (en medio de la pandemia) es un atentado, si se es una persona positivo para Covid-19, es una asesinato colectivo».

En este contexto, Posani tomó como referencia ejemplos de lo que está ocurriendo en otros países que sancionan a su población hasta con ocho años de cárcel (Rusia), multas de hasta dos mil euros (Italia), mientras que en India el castigo para los infractores llega al extremo de golpes en plena vía pública.

«En Venezuela, apelamos a la conciencia de la gente, pero también hay que ser férreos con aquellos que no están cumpliendo con las medidas y se comportan de forma indisciplinada”, indicó Posani.

AVN

 

Hacer un comentario.




Los comentarios expresados en esta página sólo representan la opinión de las personas que los emiten. Este sitio no se hace responsable por los mismos y se reserva el derecho de publicación. Aquellos comentarios que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto y/o que atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, este sitio se reservará el derecho de su publicación. Recuerde ser breve y conciso en sus planteamientos. Si quiere expresar alguna queja, denuncia, solicitud de ayuda u otro tema de índole general por favor envíe un correo a contacto@psuv.org.ve