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De acuerdo con el sociólogo puertorriqueño Ramón Grosfóguel, lo que la humanidad vive actualmente no es un cambio climático, sino una catástrofe ecológica que se relaciona con el modo de producción capitalista y sus elevados niveles de consumo y destrucción de la naturaleza.
“Cuando apareció el nuevo coronavirus, entramos en crisis. Cuando la economía se detuvo, también lo hizo la contaminación por varios meses. La catástrofe ecológica no es un disco rayado; estamos hablando de la destrucción de la vida en el planeta Tierra. Cuando hubo el parón económico, de momento, hubo una aparente renovación de la naturaleza. La catástrofe ecológica tiene una raíz civilizatoria en la destrucción planetaria provocada por el sistema capitalista mundial, que tiene que ver con la ganancia desmedida, en donde hace lo que sea para tener ganancia, incluso si destruyen la naturaleza”, manifestó.
En la Escuela Decolonial Comuna o Nada, Ramón Grosfóguel aseveró que al sistema capitalista no le importa la vida, lo que le importa es la ganancia, por eso es una civilización de muerte. “La cosmovisión del capitalismo concibe crear más y mejor tecnología con la racionalidad de la destrucción de la vida. La modernidad-capitalista-occidental que nos impusieron a escala global está en descenso, está en crisis; pero sigue arrasando con los pueblos. Entonces, el 1 % de la población (las clases dominantes) no se va a rendir, ni se va a caer con el sistema; ellos van a buscar cómo salvarse antes de la caída, cómo salvar sus privilegios y riquezas. Este es el momento histórico en el que estamos metidos. El sistema está colapsando y la élite de este sistema está buscando cómo salvar su pellejo”, detalló.
Del mismo modo, el profesor insistió en que, “si los movimientos sociales antiimperialistas logran hegemonizar los procesos de la caída de este sistema, se podría construir un sistema más justo, más democrático, mucho mejor de lo que tenemos. Sin embargo, si lo hegemonizan los mismos diablos, vamos a algo mucho peor y eso es lo que estaba anunciando Immanuel Maurice Wallerstein, desde los años 80”.
Grosfóguel reiteró que la comuna es la alternativa al proyecto civilizatorio de muerte porque lo que está en juego, en este momento, es la vida de los pueblos, la vida de la humanidad.
“Hoy día se está planteando el tema del transhumanismo: superar al ser humano; es decir, los seres humanos ya estamos obsoletos. Hay que pasar a otra etapa, y esa es robotizarnos. Las películas de _Hollywood_ ,desde hace rato, nos están preparando para esto. Otra gente está hablando del tecnofeudalismo. Estamos volviendo al sistema feudal europeo del siglo XIV, siglo XV; pero tecno, por las nuevas tecnologías, lo que se llama capitalismo digital. La cosa se está poniendo color de hormiga brava. Entonces, qué hacemos y cuál es la respuesta. La respuesta es que la gente no se rinde y no se van a rendir. La lucha de los pueblos es por la vida, por nuestra existencia”, puntualizó.
Prensa Mincomunas