Foto: Referencial

Por: Ramón Centeno
@elboligrafo

¡Epa Nicolás!
¿Nicolás?
Aló
¿Estás ahí?
Chico soy yo: Hugo

Al leal Nicolás, dos puntos: Me he tomado el atrevimiento de incomodar a un telegrafista de esos que se esconden entre las nubes para hacerte llegar la siguiente carta. Seré breve.
¿Un cafecito?

¡Cónchale Nicolás! Los acontecimientos y sus fechas. El tiempo y sus horas. La historia y sus protagonistas.
Se escribe fácil: hace siete años obedecí los designios de la Providencia y aquí me encuentro: observador y paciente. Firme y querendón.

Bueno y para no perder el hilo de la misiva y ser lo más sucinto posible quiero iniciar por aclarar que cada 5 de marzo lo tenemos marcado en el almanaque para recordar que la batalla recién inicia y que además, son ustedes el pueblo hecho dignidad y valentía. Herederos de las proezas libertarias.

En este día nos secamos las lágrimas y avanzamos. No creas, esta ausencia física no ha sido fácil. Separarme del abrazo de la gente me estremece.

No es poca cosa Nico: el calor de la mujer que te abraza y te dice al oído:no te detengas. El canto libre de los niños. El amor puro de los abuelos.

El llanto de los recién nacidos en cada hospital, el suspiro de la madre. Todo lo extraño.

Extraño a mis viejos. A mi natal Barinas. Extraño el aroma de café. También pienso en mis hijos, en cada uno de ustedes que están siendo golpeados por la codicia y la ambición de una derecha que brindó aquel 5 de marzo.

Recuerdo con nostalgia el Aló, Presidente. Sí, extraño conversar con la gente.

Rememoro el sudor de cada jornada. El paseo por cada región que me hizo adoptar sus costumbres y el afecto bonito del soberano que me invitó a seguir por las sedas revolucionarias.

Aquí voy, entre nostalgias y alegrías. Entre el amor que me tienen y el temple de una organización popular que no dejará torcerse el destino.

A todos, sin diferencias, recuerdo.

¿Y tú Nicolás? Allí te veo: fuerte como un roble. Dando ejemplo de caraje y valentía.

Pensaron que te iban a tumbar ji ji ji

En definitiva, y por lo descrito en párrafos anteriores, dile al pueblo que no me he ido. Recuérdales que permanezco intacto en cada obra social que dibuja una hermosa sonrisa en el rostro del semillero patrio. No permitas Nicolás que al venezolano le roben la alegría. Es el arma de la Revolución Bolivariana. Tú lo sabes.

Querido Presidente Nicolás, me siento orgulloso o más bien, satisfecho. Sí, satisfecho y agradecido porque el pueblo no se equivocó.

Quise que fuera de otra manera. Recién empezaba un nuevo mandato y ni chance me dio de hablarles desde la Asamblea Nacional. Por cierto, este año tienen que ganarla. Me deben esa ji ji ji

Por eso y afortunadamente, creímos en una Revolución y en su Partido como garantes de la mayor suma de felicidad posible, razones por las que hoy seguimos victoriosos.
No fue improvisado, tampoco fue comprado. Este proyecto fue el resultado de un puñado de ideas que como fuego sagrado nos inspiró y motivó a luchar por el poder político.

Por esa verdad, Nicolás, hoy te conviertes en el referente genuino del conductor que ha logrado consolidar este sueño llamado: Revolución Bolivariana.

Entretanto, recordar cada hazaña desde que no estoy a tu lado es ratificar que: correspondiste a la historia con el deber patrio que un hijo digno solo sabe hacer. Por eso no debemos olvidar y te lo escribo con el más profundo orgullo:

1. Eres el hombre que en mi ausencia física tuviste que medirte en unas elecciones. En medio del dolor y las lágrimas te fortaleciste. Pero además, te enfrentaste a la felonía de la oligarquía. ¿Y qué pasó? Los derrotaste
2. La derecha cantó fraude. También a mí me lo hicieron. Resististe y venciste.
3. La industria mediática dijo que no llegarías al año. No solo llegaste sino que vas rumbo al 2025
4. Te escondieron los alimentos. Le hablaste al pueblo y entendieron
5. Regresó la comida y los precios inalcanzables. Le hiciste un home round con los Claps y volviste a vencer
6. Te apagaron Venezuela. Sabotearon la industria eléctrica. ¿Y qué pasó? Volviste a vencer
7. Escondieron los billetes y a Colombia fueron a parar. ¿Qué hiciste? Sacaste el Petro.
8. Golpearon el bolsillo y estómago de la familia. Y allí volviste a estar: ¡Llegó el Carnet de la Patria!
9. Se autoproclamaron Presidente. ¿Qué hiciste? Gobernar
10. Guarimbas, sanciones, bloqueos, amenazas, golpes de Estado, noticias falsas, intentos de magnicidios. ¿Y que hiciste? Mandar con el pueblo

Y pasaría un largo rato describiendo todo lo que desde aquí, desde esta silla he visto. No ha sido poca cosa. Te felicito Nicolás.

Te felicito porque con valentía no dejaste que cambiaran el destino de Venezuela. La mirada es hacia el sur.

Antes de finalizar, quiero reiterarte que a siete años de mi partida no me queda más que enviarte mi abrazo leal que llegue a cada uno de los venezolanos. Ustedes han hecho que viva y que el legado siga recorriendo y allanando caminos de libertad.

Anda Nicolás, ni Trump ni ninguna sanción va a poder contigo. Hoy más que nunca hay un pueblo que te respalda.

Con mi amor de soldado para un camarada que hace siete años lloró mi despedida.

Afectos;
Hugo Chávez

PS: Salúdame a Cilia.