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El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, urante su discurso con motivo del 75.º aniversario de la creación de la ONU, repudió la intolerancia y el odio que demuestran algunos países que intentan interferir en los asuntos internos de otras naciones, utilizando sanciones unilaterales «en violación de las prerrogativas del Consejo de Seguridad de la ONU».
Lavrov ha apoyado el llamado del secretario general de la ONU, António Guterres, a un alto el fuego global en tiempos de la pandemia de coronavirus e instó a «atajar los esfuerzos por debilitar el control de armamentos, el desarme y la no proliferación».
Lavrov recordó los «logros» de los fundadores de la organización para «salvar a las generaciones futuras del flagelo de la guerra, instituir la fe en los derechos humanos y crear las condiciones para un orden mundial justo y para el progreso social».
Lavrov calificó de «absolutamente absurdos» los intentos de revisar la historia y menospreciar el papel de los pueblos que contribuyeron decisivamente a la victoria sobre el fascismo. «Todos debemos recordar las lecciones de la historia, honrar la hazaña de los soldados libertadores y garantizar la seguridad de los monumentos erigidos en su gloria», aseveró el alto cargo.
Al mismo tiempo, Lavrov señaló que actualmente el mundo continúa enfrentando «graves amenazas», como conflictos en varias regiones, terrorismo internacional, narcotráfico, ciberdelitos, cambio climático y la pandemia de covid-19. Según el ministro, «cada vez es más difícil responder» a estos problemas, especialmente en el contexto de la «creciente desunión de la comunidad mundial».
Por ello, el mundo necesita «fortalecer la asistencia mutua y la cooperación integrales», subrayó Lavrov. «Es de suma importancia para nosotros hoy reafirmar nuestra adhesión a la Carta de la organización y las normas del derecho internacional universalmente reconocidas, enfatizar la falta de alternativas al multilateralismo genuino e intensificar los esfuerzos para buscar colectivamente soluciones a los problemas globales con la función central y coordinadora de la ONU», declaró el ministro.
Al mismo tiempo, «una de las principales tareas» de la comunidad mundial debe seguir siendo solucionar los conflictos «exclusivamente» por medios pacíficos, políticos y diplomáticos en el marco de formatos de negociación reconocidos internacionalmente y basados en las normas del derecho internacional, mientras que la ampliación de la cooperación en la lucha contra el terrorismo y su vínculo con la delincuencia organizada «debe seguir siendo una prioridad incondicional».
Con el Mazo Dando