Opinión / Noticias

25.Nov.2020 / 12:04 pm / Haga un comentario

Fotos: Referencial

En diciembre de 2002, cuando casualmente se cumplían 100 años del asedio naval a nuestras costas y del bombardeo a los puertos de La Guaira, Puerto Cabello y Maracaibo por naves de guerra de potencias coloniales europeas, a la oposición venezolana agrupada en la extinta Coordinadora Democrática se le ocurrió la brillante idea de ejecutar algo inédito hasta ese momento en la historia petrolera mundial: el autobloqueo de la producción nacional de hidrocarburos.

El sabotaje petrolero fue el as de la manga que sacó la derecha luego de quedarse sin pólvora, tras la derrota del Golpe Estado del 11 de abril de ese mismo año. Esta acción -inscrita en un nebuloso paro general que, como la Guerra de Corea, aun no ha concluido oficialmente, fue liderada por gremios patronales tales como Fedecámaras, Consecomercio, Conindustria; por la Confederación de Trabajadores de Venezuela; partidos políticos como Acción Democrática, Copei y Primero Justicia, y organizaciones no gubernamentales financiadas desde el extranjero, como SUMATE.

Mientras que en ese momento a Pedro Carmona Estanga le tocó inaugurar la ridícula costumbre de autoproclamarse presidente y de convertirse en catalizador para que la oligarquía venezolana mostrara la verdadera cara del fascismo criollo; ocho meses más tarde, durante la paralización de la industria petrolera y gasífera, a la y alta y mediana gerencia de la vieja Petróleos de Venezuela le fue asignado el papel de ariete en contra de la Revolución Bolivariana.

Los ensayos para el paro petrolero y bloqueo de las exportaciones de crudo comenzaron a finales de septiembre de 2001 en PDVSA GAS. Sus empleados administrativos fueron movilizados durante semanas mediante el argumento de que con acciones de calle se evitaría una supuesta separación de esta empresa de su casa matriz: Petróleos de Venezuela.

En estas acciones destacó, por cierto, Carmen Elisa Hernández, hoy día miembro de la “directiva” nombrada por Juan Guaidó, en Monómeros Colombo Venezolana, empresa petroquímica víctima del acto de piratería avalado por el gobierno de Iván Duque.

Alfredo Carquez Saavedra

 

Hacer un comentario.




Los comentarios expresados en esta página sólo representan la opinión de las personas que los emiten. Este sitio no se hace responsable por los mismos y se reserva el derecho de publicación. Aquellos comentarios que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto y/o que atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, este sitio se reservará el derecho de su publicación. Recuerde ser breve y conciso en sus planteamientos. Si quiere expresar alguna queja, denuncia, solicitud de ayuda u otro tema de índole general por favor envíe un correo a contacto@psuv.org.ve