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La derecha en el Parlamento revivió el domingo su pasado golpista con la aprobación de un documento que repite los mismos argumentos utilizados en el decreto del empresario Pedro Carmona Estanga, presidente de facto impuesto por los golpistas que derrocaron por 48 horas al entonces presidente de la República, Hugo Chávez.
La mayoría de diputados en la Asamblea Nacional (AN), representantes de partidos políticos de la derecha venezolana, aprobó un documento llamado «Acuerdo para la restitución del orden constitucional» que, igual que el decreto de Carmona para «reestablecer el hilo constitucional» del 11 de abril de 2002, arremete contra la legitimidad de los poderes públicos.
El acuerdo aprobado en la plenaria del Parlamento nacional -invalidada por desacatar la Constitución- contempla la destitución de nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y la designación de nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE), además de una nueva solicitud de injerencia extranjera en Venezuela.
Con esta pretensión, la derecha repite la misma acción que en el 2002 cuando leyeron un documento en el que anunciaron a la opinión pública la destitución de sus cargos del Presidente, magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, el Fiscal General de la República, el Contralor General de la República, al Defensor del Pueblo y a los miembros del Consejo Nacional Electoral.
En aquella ocasión la oposición, consumado el golpe de Estado, justificó esa medida como una «ruptura del hilo constitucional».
Muchas de las actuales figuras de la derecha en el Parlamento que promueven un nuevo plan para romper el orden democrático participaron en el golpe de Estado de 2002. Uno de ellos es Julio Borges, jefe de la bancada parlamentaria de la oposición.
AVN