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Por Eduardo Piñate R.
Hace poco más de un año, exactamente el 16 de agosto de 2019, el camarada presidente Nicolás Maduro, en una asamblea con los Consejos Productivos de Trabajadores, dijo que estas organizaciones de la clase obrera son el principal instrumento para construir el socialismo en lo económico. En esa ocasión, el camarada presidente señaló que hay que hacer la revolución en todos los espacios, pero sobre todo en la economía y que había que poner a los CPT y a la agenda productiva en el primer lugar de la agenda diaria. Dos meses después, el 18 de octubre de 2019, en acto con los CPT de Guayana, el presidente ratificó que ellos son el principal instrumento para construir el socialismo productivo y orientó que la expansión de los CPT -en agosto de 2019 teníamos 1.119 y hoy tenemos 2.335- debemos inscribirla en la construcción del socialismo en lo económico.
La clase obrera venezolana se ha estado moviendo con esa orientación, sobre la base de cuatro ejes: la implantación del modelo de gestión empresarial socialista (que ya tiene experiencias concretas en las empresas básicas de Guayana de las cadenas hierro-acero y aluminio, en Pequiven y en áreas de PDVSA) y el plan productivo de cada empresa, la organización de la clase obrera para la producción y la construcción del socialismo, la seguridad total y absoluta de las empresas garantizada por los trabajadores y la garantía de los derechos de la clase.
Por estos días está desatado un debate en el que están participando los trabajadores de distintos sectores de la Agenda Económica Bolivariana, dirigidos por los CPT y con la participación de las diversas formas de organización de la clase obrera, construyendo propuestas centradas en la producción, con la finalidad de expandir y desarrollar las fuerzas productivas nacionales. Estos encuentros, que combinan espacios virtuales y semipresenciales, se están desarrollando en las áreas decisivas de PDVSA, en la petroquímica, en la industria eléctrica, en el sector agroalimentario, en la industria de artículos de higiene y aseo personal y del hogar y en la industria farmacéutica, entre otras. De esos encuentros están saliendo propuestas para elevar los niveles de producción, recuperar y poner a producir empresas que hoy están paralizadas o semiparalizadas, con el esfuerzo fundamental de los trabajadores. Ello es el resultado de la elevación de la conciencia revolucionaria de nuestra clase obrera y es fundamental en el momento que vivimos, caracterizado por el agotamiento del modelo rentista petrolero y la agresión imperialista, lo cual nos obliga a depender de nuestras propias fuerzas. Seguimos venciendo.
Caracas, 17 de octubre de 2020