Foto: PSUV

La primera vicepresidenta de la Asamblea Nacional Constituyente recalcó la perversa función cumplida por el títere imperial en perjuicio del pueblo venezolano.

“Es el signo de la descomposición institucional y de la desvergüenza moral más grande que se haya visto en ese escenario parlamentario”, sentenció.

Jimmy López Morillo

En poco más de un año, un gris parlamentario de La Guaira se ha convertido en el político que probablemente acumula más fracasos en toda nuestra historia republicana; pero también en uno de los que más daño ha causado al pueblo venezolano.

Con él a la cabeza, cumpliendo órdenes precisas de la Casa Blanca, se ha intentado casi todo para derrocar al Gobierno Bolivariano, manejando una macabra premisa: “los muertos son una inversión”, como lo soltara el personaje días previos al intento de invasión del 23 de febrero del año pasado.

Se han paseado por apagones, fallidos golpes de Estado, intentos de magnicidio, asalto a activos del Estado en el exterior. Han solicitado y respaldado medidas coercitivas y el bloqueo económico, financiero y comercial del gobierno estadounidense, que impide la llegada de alimentos, medicinas y bienes esenciales para todo nuestro pueblo, además de propugnar el desabastecimiento e inducir la hiperinflación.

En muy breve tiempo, este monigote imperial y su banda se han labrado un sitial entre los más corruptos de la historia, amasando importantes fortunas gracias al asalto a los dineros de Venezuela.

Si bien la cantidad de fracasos acumulada en tiempo récord y su desmedida torpeza pudieran llevar a subestimarlo, la primera vicepresidenta de la Asamblea Nacional Constituyente, Tania Díaz, llama a no perder de vista su verdadero rol:

“Tiene  -el autoproclamado- la cara más eficiente que pudo haber conseguido el imperio, puesto que carece de vergüenza, es de una desfachatez absoluta  y fue capaz de pararse hace un año en el Distribuidor Altamira –el 30 de abril, en el fallido golpe de Estado-, para mentir descaradamente a los militares que llevó en aquel momento  bajo engaño, a su misma clase política, al país, a sus aliados y después seguir adelante con este proyecto suicida, que está llevando adelante la oposición”.

“Lo que encarna –el bufón imperial- es la fachada política de toda una operación de saqueo a la República Bolivariana de Venezuela, que está orquestada desde Estados Unidos por poderes fácticos con mucho interés geopolítico en tomar posesión, dominar la política, la economía de la nación, subordinarla a esos intereses con una visión del mundo que más allá de ser capitalista,  es imperialista, supremacista, rapaz y criminal, que se ha saltado toda la institucionalidad  del derecho internacional, hasta las mismas leyes del capitalismo, que pretende imponerse por encima de todo el mundo. Lo que hacen Donald Trump y toda su camarilla, imponiendo sanciones a diestra y siniestra,  promoviendo guerras, chantajeando, saboteando los mercados, es simplemente una política del saqueo y del pillaje sobre la cual el mundo tendrá que oponerse, porque es destructiva, suicida, que nos ha llevado a lo que estamos viviendo en estos momentos. Es decir, estando en medio de una pandemia mundial, siendo Estados Unidos el epicentro en una situación horrorosa, en la cual sus propios ciudadanos están siendo víctimas del descuido de ese sistema capitalista, que  pone al ser humano en el último eslabón de la cadena. Sin embargo,  se dedica es a amenazar a nuestra Patria, a promover intervenciones, bloqueos navales”, sostiene Tania Díaz, quien también es la vicepresidenta de Agitación, Propaganda y Comunicación del Partido Socialista Unido de Venezuela.

En esa misma línea, advierte que por encima de la inmensa cantidad de actos de corrupción del monigote imperial, “que también son vergonzosos, está la fachada política que pretende lavarle la cara a las acciones sucias del gobierno estadounidense aquí en Venezuela, ante la comunidad internacional. Eso es él realmente, una operación de propaganda de guerra, no una posición, un proyecto, ni siquiera significa absolutamente nada en la política nacional, es un diputado gris, a quien simplemente colocaron allí  porque es el que más cara dura tiene”.

El costo de las sanciones

La también periodista, insiste en la necesidad de analizar muy bien “lo que significa  su presencia –la del “gusano despreciable”- y la de todos los diputados que lo acompañan. El costo de las sanciones que él, Julio Borges, Delsa Solórzano, Guanipa y todos los que han estado promoviendo estos ataques a la nación, asciende a los 116 mil millones de dólares en estos momentos. los ingresos de Venezuela pasaron de 42.690 millones de dólares por concepto de ingresos provenientes del petróleo, a 4.088 en el 2018 por efectos de esa conspiración.

Continúa la primera vicepresidenta de la ANC apuntando que “a partir de allí, se dan asaltos a los dineros venezolanos depositados en el exterior, la entrega por la fuerza al gobierno de Trump de Citgo, el robo de Monómeros y el más reciente episodio: la transferencia directa de 342 millones de dólares  del Banco Central de Venezuela a la Reserva Federal estadounidense. Los dineros de las naciones depositados en sus bancos centrales  gozan de inmunidad en el sistema internacional, no se pueden tocar, pero los transfieren a esa reserva, que es una banca privada sobre la cual se apoya la élite política de ese país. Es una operación ilegal y  criminal contra Venezuela, porque  nos priva de esos recursos en momentos en los cuales estamos combatiendo contra la pandemia del Covid-19, que están bloqueadas nuestras costas y toda la merma de recursos que ya tenemos  por el bloqueo económico y financiero. Están en estos momentos aplicándole a nuestra nación todas las formas de  guerra posible, sin pararse a ver que se debe atender  la vida de las personas”.

Estafa continuada y agravada

Tania Díaz, prosiguió puntualizando que lo hecho por “ese grupo de diputadas y diputados no se puede llamar de otra forma sino estafa continuada y agravada, porque de esos 342 millones de dólares, lo que le dan –al autoproclamado- son 80 millones. Se  realiza una ‘reunión’ virtual, sin saber quiénes ‘asistieron’ a una supuesta sesión parlamentaria sin sede (el reglamento de interior y de debates dice que la sede es el Palacio Federal Legislativo, sin quorum, porque nadie sabe cuál es el quorum que se dio para esa supuesta sesión”.

Lo que se aprobó en esa “sesión” virtual, es desgranado por la dirigente del Psuv:

“Un ‘fondo para la liberación’, es el colmo de los colmos: 4 millones 500 mil dólares para ‘seguridad y defensa’, me imagino será para entregárselos a Los Rastrojos, porque aquí él –el bufón imperial-  no maneja ningún aparato de defensa;  36 millones para ‘atención social de emergencia humanitaria’, que deberíamos preguntarle a los venezolanos que en estos momentos están caminando desde las distintas regiones de Colombia hasta la frontera para esperar el auxilio del gobierno venezolano, si les ha tocado algo de ese monto; está pidiendo –el títere imperial-,  desde que usurpó funciones, una ayuda humanitaria que nadie ha visto, ni siquiera  los militares traidores que lo acompañaron el 23 de febrero recibieron el pago prometido; luego, 5 millones 500 mil para comunicaciones, es para su propaganda, pagar laboratorios de guerra sucia que en estos momentos están inundando nuestros whatsapp, divulgando noticias falsas en todas las redes sociales, hasta en los videojuegos de los niños”.

Descomposición

En ese desglose, no puede pasarse por alto la autoasignación –para estar a tono con la “moda” autoimpuesta desde el 23 de enero del 2019 con la autoproclamación del susodicho– para los caramelos de los parlamentarios en desacato:

“14 millones –desgrana la constituyente­–, para los diputados. Esto ha sido más que divulgado y además reconocido por Willaim Dávila (quien siempre dice lo que no debe decir), que ya se repartieron, con unos diputados de primera con una tasa, otros de segunda,  que se transan por menos dinero -5 mil dólares para los principales, 4 mil para los suplentes, retroactivos a enero-, pero en fin,  son para silenciar las voces de esos parlamentarios y también hay unos 9 millones de dólares de un presupuesto ‘especial’, que así se llama, que nadie justifica”.

“Esa sesión no tiene validez alguna, pero es un dinero que se va a robar la élite parlamentaria que acompaña al autoproclamado en sus descabelladas aventuras. Es el signo de la descomposición institucional y de la desvergüenza moral más grande que se haya visto en ese escenario parlamentario”, culmina sentenciando la primera vicepresidenta de la Asamblea Nacional Constituyente, Tania Díaz.