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4.Nov.2020 / 04:19 pm / Haga un comentario

Foto: Referencial

Es indudable que los nefastos personajes que dirigen los partidos de la extrema derecha han ido perfeccionando sus métodos de apropiación, saqueo y rapiñería de ingentes recursos económicos para financiar tanto sus fracasados planes golpistas como sus goces más exquisitos.

Históricamente la derecha apátrida se financiaba a través de los generosos bolsillos de poderosos empresarios y marchantes (“padrinos” ricos), con los cuales luego quedaban endeudados y comprometidos de por vida. Pero la voracidad insaciable de la fauna opositora, ha requerido de ingentes recursos para poder mantener sus miserables vicios y sus agendas golpistas. Además de la manutención que reciben regularmente de sus martillados benefactores, han logrado montar todo un aparataje de recaudación planetaria para mantener siempre robusta la alcancía de sus finanzas partidistas y personales.

Por eso, hemos visto (pañuelo en la nariz) el total descaro de la extrema derecha pasando raqueta por todo el mundo, poniendo siempre cara de sufridas víctimas insoslayables. Así han esquilmado y chuleado implacablemente a varios despistados países (con Estados Unidos y la USAID a la cabeza), a empresarios y corporaciones, a Organizaciones No Gubernamentales y lo más nefasto, han saqueado empresas de exclusiva propiedad del Estado venezolano, como CITGO y Monómeros, con la impúdica complicidad del imperio norteamericano y del gobierno colombiano.

Como piratas modernos, estos saqueadores han desplumado estas empresas, desviando recursos a ONG creadas por ellos para meterle el diente a millones de dólares que han terminado en sus miserables bolsillos. Se les ven la alta costura de sus finos trajes, los gastos suntuarios y los onerosos estilos de vida de sus “sufridos” exilios en Washington, Florida, Madrid o Santa Fe de Bogotá.

Julio Borges, Carlos Vecchio, Leopoldo López y Juan Guaidó no pueden ocultar que su anillo íntimo de familiares y protegidos (todos del G4), han alcanzado lujosos niveles de vida fuera de nuestras fronteras. Todos parecen miembros de la Corporación Saqueo C.A., cuyos voraces bolsillos van repletos de millones de dólares. No pueden justificar tanta ostentación y ninguno aguanta una auditoria exhaustiva de sus súbitos bienes, de sus viajes, sus bacanales, sus elevados manejos de dinero en efectivo y hasta la compra, con los “sobrantes” de las donaciones esquilmadas, de camionetas de lujo y salones de belleza.

De tanto que han martillado, han roto la robusta alcancía, que ahora expone a la luz pública la lista con los inmorales nombres de los políticos que se han beneficiado del nefasto saqueo. Son todos unos apátridas inmorales, que han traicionado a su patria por las mismas 30 monedas con que Judas Iscariote vendió a Jesús.

Lo peor es que se ha generado una elite de cuatreros, una casta de privilegiados en la mismísima cúpula del G4, los cuales han repartido el dinero saqueado a su total discreción y conveniencia dejando por fuera a los ahora rabiosos partidos minoritarios. Sorprendidos (en su mala fe) expresan sus molestias por la mezquindad y el egoísmo de Guaidó y compañía, que en apenas dos años se han transfigurado en una versión moderna de Alí Babá y sus cuarenta ladrones. Saqueadores más bien, insensibles a la crítica situación que sufre el país producto del bloqueo económico que ellos impulsaron.

Todo el país está claro de la baja ralea representada en la derecha neofascista venezolana. De consumados y fracasados golpistas pasaron a mercaderes de la política. Hicieron del golpismo una prospera profesión. Pero la voracidad los ha llevado a derrochar ruinmente todos lo cobres. Nada más hay que ver el descaro y la vergüenza de que el mercenario Jordan Goudreau haya tenido que demandar a los maulas Juan Guaidó y Juan José Rendón por el incumplimiento del publicitado contrato firmado para ejecutar, por medio de agentes mercenarios extranjeros, múltiples acciones terroristas y el exterminio de ciudadanos venezolanos (limpieza política), apoyando con ello la fragrante violación de nuestra soberanía y cercenando el derecho a la paz de nuestro pueblo. Mayor falta de escrúpulos de esta miserable derecha golpista. Ahora que amarren a su mercenario, el cual les cobrará con creces hasta el último centavo.

Tal nivel de saqueo solo puede ser explicado en que el criminal Leopoldo López (fugado de manera cobarde y desesperada) y su rastrero peón Juan Guaidó, están más que claros que a partir del 5 de enero del año 2021 todo el metarrelato que construyeron para justificar el golpe de Estado se desvanecerá impostergablemente bajo sus pies. Ante el rotundo fracaso de Guaidó y compañía, de consumar el gobierno de transición, ya tienen preparadas las maletas, para en el futuro próximo estrenar sus nuevas facetas como fructíferos empresarios. Solo hay que dar tiempo para que se revele la magnitud del saqueo de las ayuditas humanitarias. Toda una piñata ejecutada por la derecha neofascista. La alcancía rota será por siempre un mal recuerdo en la historia política venezolana.

Richard Canan

 

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