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El 11 de abril de 2002 se produjo un golpe de Estado, ese día se desarrolló una marcha cuya ruta anunciada era desde el Parque del Este hasta Chuao, pero los convocantes tenían una agenda oculta y la desviaron al Palacio de Miraflores, sede del Poder Ejecutivo en Caracas.

La marcha formaba parte del “paro indefinido” acordado entre la Federación Venezolana de Cámaras de Comercio y Producción (Fedecámaras) y la Confederación de Trabajadores (CTV) para derrocar al gobierno legítimo del presidente Hugo Chávez.

En la concentración, el entonces presidente de la CTV, Carlos Ortega, llamó a marchar hasta Miraflores. En esas horas, el Pueblo estaba en el Palacio a favor de la Revolución, el Gobierno intentó evitar el enfrentamiento, pero los opositores, no desistieron en su ruta golpista.

Los enfrentamientos en Puente Llaguno dejó heridos y muertos. Pasaron las horas y seguía la resistencia popular. La señal de Venezolana de Televisión fue silenciada.

En la madrugada del 12 de abril, los golpistas anunciaron que Pedro Carmona Estanga, quien presidia Fedecámaras, sería el presidente de la República, algo no previsto en la Constitución.

La “designación” fue respaldada por los medios de comunicación, empresas y por el gobierno de Estados Unidos, menos por el Pueblo.

Miguel Herrera, habitante de Caracas, cuenta que tras el golpe, “se empezaron a escuchar voces de reclamo y tristeza por ver cómo estaba amenazada la vida del presidente Hugo Chávez, ahí la indignación fue general”.

El Poder Popular estaba desconcertado y buscaron mecanismos de respuesta ante la incertidumbre.

Andrés Vásquez, dirigente comunitario del 23 de enero, recuerda lo ocurrido esa mañana del día 12 de abril, “vi como los camaradas, se empezaron a organizar, eso fue el día 12, porque decían que no podía ser, que cómo nos iban a quitar la esperanza por la que habíamos luchado por tanto tiempo”.

El silencio mediático reinó, las tiras cómicas llenaron las pantallas de los medios privados, a diferencia del día anterior, cuando las televisoras en conjunto aupaban la toma del poder.

En las radios y emisoras del país las noticias no eran lo principal. Los impresos titulaban con noticias falsas para afirmar que Hugo Chávez había renunciado.

El megáfono

Las radios comunitarias impulsadas por Chávez tomaron un rol protagónico, por las principales ciudades del país, la gente expresaba su rechazo al golpe de Estado, pero éstos tenían una respuesta represiva.

El descontento en la población creció y los golpistas comenzaron a perder el control de la situación, fue cuando el Poder Popular se unió a los soldados de la Patria para rescatar a Chávez.

Cuarenta y ocho horas después Chávez sería liberado de la cárcel en la isla La Orchila y retomaría el poder, gracias al apoyo de militares y de parte del pueblo.

La carta escrita por el Comandante, ejemplo de fuerza, coraje y valentía

El comandante Chávez escribió una carta donde afirmó que no había renunciado, pero la noticia no se difundió en los medios porque estaban dominados por los golpistas.

La dirigente popular Margaret Oliveros recuerda que salió a la avenida Sucre, a buscar una respuesta sobre qué había pasado con la gente que apoyaba al Presidente.

“En el transcurso de esa conversación, veo un hombre muy alto, que venía caminando aceleradamente, y el gritaba con las manos en la boca ¡el Presidente no ha renunciado!, ¡Vamos a Miraflores!” dijo Oliveros. En horas de la tarde del día 13, el Pueblo llenó Miraflores.

Luego se recuperó el orden constitucional, el entonces presidente de la Asamblea Nacional, William Lara juramentó a Diosdado Cabello, quien era Vicepresidente de la República, como presidente encargado de la República.

Chávez retornó en la madrugada del 14 de abril con el apoyo del Pueblo.

Reconocimiento

Tras el paso del tiempo, perdura el recuerdo de la lucha Popular, es por ello que el 11 de abril de 2006, fue develado un monumento en Puente Llaguno para recordar a las víctimas.

El escultor Carlos Prada, autor del monumento a los caídos del Puente Llaguno, expresó en esa oportunidad, que como motivación para crear la escultura, fue la importancia que tuvieron los sucesos en Caracas, en la que a su juicio “las balas dejaron un profundo silencio”.

La pieza está fundida en bronce y mide más de cuatro metros de altura, está conformada por siete figuras que representan los “caídos, la piedad, el grito, el dolor, el llanto, la angustia y la impotencia”.

“El grito representa la algarabía, la confusión, la batalla que suscitaron los disparos de los efectivos de la Policía Metropolitana contra el Pueblo, mientras que el silencio alude a la muerte y el sufrimiento por los caídos”, indicó Prada.

En el año 2010, el Comandante Chávez declaró el 13 abril como el Día de la Reserva Nacional y de la Movilización Nacional.

En el decreto se honra a los hombres y mujeres de este cuerpo combatiente que, “durante el 13 de abril de 2002, junto a los soldados patriotas, lograron derrotar el golpe de Estado orquestado por sectores de la derecha en contra de la Revolución Bolivariana”.

Posteriormente, en el año 2015, la Asamblea Nacional acordó que el 12 de abril sería declarado como el Día de la Comunicación Popular, la propuesta fue presentada por Darío Vivas.

“El Pueblo todo por la vía oral, actuando en comunicación permanente, rompió el silencio. En ese momento se hizo visible, el Pueblo todo junto con los medios alternativos que existían, multiplicaron su voz”, expresó Vivas.

Los parlamentarios recordaron que el Pueblo se activó a través de la “Radio Bemba”, con megáfonos, mensajes de texto, pancartas, grafitis, radios comunitarias y colectivos comunicacionales logrando el rescate del presidente Chávez.

La respuesta popular demostró que todo 11 tiene su 13.

VTV

Fuentes: Ministerio del Poder Popular para la Información y Comunicación, AVN, Conatel