Opinión

11.Jul.2023 / 02:44 pm / Haga un comentario

 

Foto: Referencial

Por: Freddy Gutiérrez.

¡Un saludo, mis estimados camaradas! Esta semana hablaba con un vecino sobre un tema bastante sensible en la actualidad: TDAH o Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad. Él tiene un chamo de 12 años con esta condición recién diagnosticada -que ya le habían detectado autismo desde los 5 años- y resulta que le diagnosticaron TDAH ¡a él también! Se me acercó con curiosidad al ver las gestiones que hemos venido realizando en materia de salud en el municipio Chacao, a propósito de mis visitas al Seguro Social y la inauguración de la sede de FarmaPatria en la UNEXCA y me comentó que decidió estudiar sobre ambas condiciones a ver que podíamos hacer. Mientras tanto, con motivo de ser este jueves 13 de julio el Día internacional del TDAH, me dispuse a investigar por mi lado para intentar “aterrizar” el tema y poner “mi granito de arena”.

Ciertamente existe la necesidad de reflexionar sobre la importancia de conocer acerca del TDAH, porque como sociedad debemos sensibilizarnos, para poder brindarles a estos niños (as), muchachos (as) y adultos, espacios seguros donde quiera que hagan vida, mientras nosotros, los políticos vamos gestionando la conformación de planes y programas por doquier que les beneficien, pues se trata de condiciones neurobiológicas de cuidado, es decir, se nace con ellas y no tienen cura, sino tratamientos… de por vida.

Antes de entrar en materia, es menester recordar que, el pasado 24 de abril de 2023 se publicó bajo Gaceta Oficial Nº 6.744 Extraordinario la Ley para la Atención Integral a las Personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), firmada por nuestro Presidente Nicolás Maduro, quien siempre está pendiente de producir mejoras para nuestro pueblo. La Ley está compuesta por 15 artículos y una disposición final, teniendo por finalidad, garantizar y promover el diagnóstico integral temprano y oportuno de las personas con TEA.

Hice hincapié en ese aspecto, porque me pareció curioso cómo algunas investigaciones señalan que ambas condiciones (TDAH y TEA) están íntimamente relacionadas. Intentaré exponer el porqué, pues apenas estoy aprendiendo.

Por un lado, resumo que, el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), consiste en una alteración neurobiológica que presenta tres síntomas: déficit de atención, hiperactividad e impulsividad, en el cual influyen factores biológicos y ambientales. El déficit de atención es la incapacidad de mantener la atención por largo rato (al leer, ver una película, en clases, en una conferencia, incluso en una conversación). La hiperactividad puede notarse cuando vemos al niño, joven o adulto que no consigue estarse quieto o sentado fácilmente, se le dificulta esperar en una fila y suelen poner nerviosos a los demás con su usual inquietud. Sin embargo, la hiperactividad también puede manifestarse sólo de forma mental, por lo que, la persona vive “como en la nubes” (parece no escuchar), no capta órdenes complejas, evita acciones que requieran esfuerzo mental, es olvidadiza y desorganizada. Esto sucede al no poder regular su nivel de actividad. Y la impulsividad, puede notarse, al no esperar turnos para hablar, conversar en exceso o realizar acciones fuera de lugar (gestos/movimientos fuera de contexto), se tienen problemas para inhibir o frenar ideas, pensamientos o comportamientos, por lo que, se puede caer en imprudencias. En otras palabras, una parte de un cerebro con TDAH presenta mínimas alteraciones que ocasionan lo aquí mencionado e implica para la persona un esfuerzo mental y físico importante para realizar cualquier tarea con éxito y como no mejora con la edad, requiere atención permanente y constante.

Por otro lado, está el Trastorno Espectro Autista (TEA), que, por ser un espectro, implica que presenta diferentes niveles de severidad en los síntomas de la condición, existiendo: grado 1, 2 y 3. De menor a mayor grado requerirá algún tipo de apoyo (o mucho). Algunos síntomas son: comportamientos, intereses y actividades repetitivas y restringidos; alteraciones en la comunicación e interacción social, en la reciprocidad socioemocional, deficiencias para desarrollar, mantener y comprender las relaciones; movimientos, empleo de objetos o habla estereotipados o repetitivos; insistencia en la monotonía, excesiva inflexibilidad de rutinas y sigue patrones ritualizados de comportamiento verbal o no verbal.

Estos síntomas deben presentarse desde las primeras fases del desarrollo (antes de los 3 años) y los mismos causan un deterioro significativo en lo social, académico, laboral y otras áreas. Algunos presentan hiperactividad o alteraciones de lenguaje, sin embargo, nada es dogmático, pues algunos autistas evitan el contacto social pero otros son excesivamente sociales, hasta intrusivos. Se dice que no existen dos personas iguales con TEA. En todo caso, todas las personas somos diferentes.

Un detalle es que, al contrario de lo que se ha dicho sobre el Autismo grado 1 (que es el que menos apoyo requiere por pasar casi desapercibido) si lo analizamos, son quienes están mayormente insertos en el contexto social: escuela, universidad, organizaciones, instituciones, en la calle al fin (muchas veces solos) entonces, deberían contar con más ayuda, por tener alta conciencia sobre su nivel de TEA, lo que ocasiona que caigan fácilmente en ansiedad y depresión por el esfuerzo que les implica estar intentando autorregular sus emociones ante los conflictos o cambios inesperados, enmascarar su condición o al percatarse de su falta de habilidades de planificación. Y quienes están sin diagnosticar al menos entienden que “algo” les pasa, que son diferentes sin saber porque, así, pueden sufrir mucho. El grado 1 suele ser llamado de alto funcionamiento e incluye al Síndrome de Asperger.

Un detalle que diferencia el TEA del TDAH, es que el TDAH debe diagnosticarse después de los 7 años (algunos autores señalan que luego de los 12 años), algo de especial interés, pues actualmente en las escuelas, algunos docentes refieren a los niños inquietos a sus padres alegando que podrían tener TDAH, sin haber pasado siquiera por la debidas evaluaciones del psicólogo (a) del colegio, que, por supuesto podría tomarle varias semanas. Es conveniente precisar que, se estima mayormente a la genética y los factores medioambientales como las principales causas de ambas condiciones.

Sobre las estadísticas, algunos autores han estimado el TEA en un 1% (niños y adultos) y el TDAH en 5% para niños y 2,5% para adultos. Pero, francamente, por lo que he leído, en el mundo existen muchísimas personas sin diagnosticar (a nivel mundial) debido principalmente a la desinformación y a los costos que implica diagnosticarse correctamente y proseguir con las terapias adecuadas para cada caso.

Por otra parte, se suele decir “esto del TDAH es una moda, ahora aparece por todas partes y antes no” y más bien, las redes sociales están ayudado a que se difunda que existe y se podría buscar ayuda. Es un hecho que, existen personas que han sido diagnosticadas en la adultez e incluso en la vejez y su vida cambia para mejor, porque comprenden que les pasó… a lo largo de su existencia.

También se comenta “eso de ser despistado es normal, todo el mundo tiene un poco de TDAH”, lo que intenta invalidar los síntomas propios de una condición, que dista mucho de ser algo ocasional en quienes tienen TDAH.

Por algunos testimonios en videos que vi, quienes tienen TDAH deben convivir con todo lo descrito aquí cada segundo de sus días, sin pausa… sin descanso. Por ejemplo, muchas veces, sin intención de hacer daño, se han puesto en riesgo, a sus hijos, su familia o sus mascotas, pues sus despistes pueden llegar a ocasionar tragedias. No se trata de olvidar de vez en cuando las llaves de la casa o los lentes. Una persona con TDAH puede constantemente perderse en la ciudad y no llegar nunca a tiempo a sus compromisos, olvidar apagar hornillas en la cocina, no pagar a tiempo las facturas de sus servicios o la hipoteca de su hogar o recoger a sus hijos en la escuela ¡Ni que decir sobre sucesos en el ámbito académico o el trabajo! Viven inmersos en un constante caos y luego, tal vez no consigan ni dormir, pues todo eso puede sucederles ¡En un solo día! Únicamente quienes toman alguna medicación consiguen atenuar algún síntoma específico como la atención, pero, aun así, requieren tener consigo una auto-observación constante y permanente, por lo que, ya podemos presumir lo desgastante que debe ser para una persona tal situación, así como el nivel de ansiedad que les implica.

Ahora bien, sobre que ambas condiciones (TDAH y TEA) presentan relación, en la última versión del Manual de Psiquiatría DSM-5, ya se permite que la persona sea diagnosticada con ambos trastornos, porque comparten algunos síntomas y que, tener una de las condiciones aumenta el riesgo de tener la otra. Sin embargo, también hay especialistas que alegan que, quienes tienen TDAH pueden compartir con los TEA rasgos de dificultades sociales y de comunicación, aunque, es menos común que los TDAH tengan rasgos TEA, a que suceda lo contrario.

Para poder llegar a esas consideraciones pasaron muchos años (y la publicación de diversos manuales psiquiátricos anteriores), e incluso, se dice que, actualmente, a nivel médico, no todos han logrado un consenso al respecto.

Lo que sí es común a ambas condiciones, es que presentan alteraciones en el área ejecutiva del cerebro, que es responsable de la planificación, flexibilidad en el pensamiento, concentración e inhibición de comportamientos, toma de decisiones, anticipación, inicio y finalización de tareas, entre otras acciones. Algunos especialistas alegaron que los niños con TDAH presentaban más problemas con el control inhibitorio y los niños con TEA hacia la flexibilidad cognitiva (capacidad mental para cambiar de pensamiento sobre dos conceptos diferentes y pensar en múltiples conceptos simultáneamente), así como, en la planificación de tareas. Pero, sugirieron como ayudar a mejorar: a los TEA poniéndoles actividades que les permitan lograr el cambio y organización, también que aprendan a auto-monitorearse. En cambio, a quienes tengan TDAH, enseñarles el proceso de auto-instrucciones y técnicas de control de ira, les será bien útiles.

Por demás, tener estas condiciones no tiene que ser sólo una situación de alarma. Por ejemplo, el pediatra Hans Asperger llamaba a los niños autistas en que basó su estudio: “pequeños profesores”, debido a la gran inteligencia y dominio que mostraban sobre un tema concreto que resultaba de su interés personal, por ello, con los debidos apoyos, podría brindar verdaderos aportes en sus áreas de desempeño.

Algunas personalidades con autismo son: el científico Albert Einstein (Ɨ), la zoóloga Mary Temple Grandin, el futbolista Leonel Messi, el actor Keanu Reeves y el director de cine Steven Spielberg.
Personas famosas con TDAH, que han destacado de una forma magistral, son los actores Jim Carrey, Jennifer Lawrence, Will Smith y Sylvester Stallone, el cofundador y presidente ejecutivo de Apple: Steve Jobs (Ɨ) y el fantástico jugador de la NBA (Michael Jordan) del cual les dejo la siguiente cita:
Los doctores y los profesores le dijeron a mi madre que yo no podía hacer nada, simplemente no podía concentrarme. ¡Se equivocaron!

Les digo algo… solo hace falta darse un paseo por las redes sociales para ver cuántas personas comunes están haciendo la diferencia divulgando aspectos sobre el TDAH y el TEA desde sus comunidades, abriendo fundaciones o cuidando a sus hijos neurodivergentes (término actual con el que se les está denominando), porque su forma de procesar la información del mundo… es diferente y creativa.

Por último, quiero resaltar que este artículo lo realicé a título informativo para nuestro pueblo. Así que, si piensan que pueden tener alguna condición, alguien que conozcan (o sus hijos), únicamente los profesionales del área médica como psiquiatras, neuro-psicólogos, neurólogos o psicopedagogos, pueden advertir y/o diagnosticar correctamente estas condiciones neurobiológicas, que requieren atención multidisciplinar. Entonces, recordemos, a partir de este jueves 13 de julio…
¡Apoyemos desde las redes sociales y los medios de comunicación al TDAH!
Escríbanme, los leo. Un abrazo fraterno para todos ustedes camaradas, gracias por leerme,

¡Hasta el próximo artículo!

Freddy J. Gutiérrez González
@freddygutierrezgonzalez

 

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