Opinión / Francisco Rangel Gómez
Desde los inicios de la Revolución Bolivariana fuimos conscientes de las adversidades a las que nos enfrentaríamos por priorizar como ningún otro gobierno las necesidades del Pueblo, haciendo a un lado los intereses imperiales que durante tanto, dominaron nuestro territorio para quedarse con nuestros recursos naturales.
Isaías Medina Angarita, Carlos Delgado Chalbaud y Rómulo Gallegos, fueron presidentes que intentaron limitar el dominio norteamericano que existía en Venezuela, convirtiéndose respectivamente en víctimas de Golpe de Estado, asesinato y numerosas conspiraciones que concluyeron en derrocamiento.
De todos los mandatarios que impulsaron políticas en favor del pueblo por medio del petróleo, Hugo Chávez fue el único que pudo seguir adelante, superando cada una de las arremetidas que pretendieron sacarlo de la presidencia, entre ellas Golpe, sabotaje y hasta un secuestro con intenciones de asesinato, todo orquestado por los mismos actores de ultraderecha que en el presente vuelven a acecharnos.
Hoy por hoy, Nicolás Maduro afronta con gallardía la más grande campaña de desestabilización que haya sufrido Venezuela, al ser un digno defensor del legado de Chávez, que no solamente rescató nuestros recursos, sino que además se los entregó directamente a los venezolanos a través de obras, de inclusión, de salud, de educación, de milagros como la Gran Misión Vivienda; grandes logros que han permitido entre muchas otras cosas, reducir significativamente la pobreza, el desempleo y la desigualdad, consolidando el desarrollo en todos los rincones de esta tierra.
La derecha internacional redobla estrategias, ejerciendo presión en contra del gobierno legítimo de Nicolás Maduro, en complicidad con una oposición sumamente desesperada por el poder, y toda una red de medios que manipulan la opinión pública para desprestigiar al Estado venezolano y convertirse en avales de una realidad tergiversada que intenta desmoralizar de forma sistemática al Pueblo.
Pronunciamientos irresponsables como los del tristemente célebre Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), dan muestra de que la fuerza imperial alcanza su punto más ferviente de provocación para generar el escenario que legitime una intervención bélica hacia nuestra Patria.
Ante tales amenazas, el Glorioso Pueblo de Venezuela ha dado muestras contundentes de unión, fuerza y carácter de lucha, lanzándose a la calle para repudiar el injerencismo y defender la Soberanía y la Libertad.
Debemos seguir el ejemplo que nos da nuestro Pueblo, mantenernos firmes y estar unidos; solo así podremos hacer frente a las adversidades, superar los problemas y seguir por el camino de dignidad, integración y desarrollo que nos legó Hugo Chávez.
Viviremos y venceremos
@rangelgomez