Opinión

12.May.2020 / 08:23 am / Haga un comentario

Foto: Referencial

Por: José Garcés

El Sr. Pedro González se levanta a las 6:00 am para ir a su trabajo. No sale antes porque tiene que esperar a que aclare el día para que los malandros no lo roben. Su vecino, tres casas más abajo, el Sr. Javier González también se levanta a la misma hora. Mientras Pedro González se dirige al ministerio donde trabaja, Javier González se dirige a su pequeño negocio en el mercado municipal. Por la calle se saludan y se sonríen amablemente porque notan que los dos usan una camisa igual que compraron en una tienda barata en la zona. Los dos hombres tienen el mismo apellido y la misma camisa, se sonríen cuando se saludan, pero cuando llegan a su lugar de trabajo se convierten en acérrimos enemigos gracias a las estructuras económicas y a la ideología.

El clásico de Marta Harnecker, Los Conceptos Elementales del Materialismo Histórico nos explica: Si la Estructura económica son los bloques de una sociedad, la ideología es el cemento con que se pegan esos bloques. Así pues la ideología son los atavismos, tradiciones y leyes, que legitiman y apuntalan la Estructura Económica en una sociedad.

El Presidente Mao explicaba que “las ideas dominantes en una sociedad son las ideas de la clase dominante”. De tal manera que si seguimos la pista veremos a las ideas convertirse en palabras y después en tradición, y esta se hace cultura, y luego se hacen leyes y las leyes moldean las conductas.

“A quien no le va gustar estar bien acomodao
con billetes en los bancos y un rebaño de ganao
que pase de seis mil reses de cacho encomejenao
y un haras de pura sangres de padrotes afamaos”.

Esta canción, aunque sea joropo, no habla de los valores del pueblo sino los del capitalismo. Así como el Sr. Javier González en su pequeño negocio y con su conducta especuladora legitima también los valores del capitalismo.
La cultura del capitalismo es la cultura del YO, del individualismo, de la acumulación de riqueza a toda costa y de la negación de los derechos del otro, porque lo importante en este mundo soy YO. Recordemos aquello de “Primero yo, segundo yo, tercero yo y si sobra, yo”. La cultura del capitalismo se convierte en tradición y en folklore, y aunque sea chocante nuestro joropo ha sido penetrado por la ideología de los ricos. Pusieron al joropo a difundir la ideología de los ricos, cuando los mismos ricos no bailan joropo. Esto también se infiltró en la tradición popular: “El pez grande se come al más pequeño”, “Todos los días sale un pendejo a la calle, el que lo agarre es de él”, dando por sentado y haciéndole pensar al pueblo que es normal que unas personas se aprovechen de otras “porque el mundo es así” y “eso es así desde que el mundo es mundo”.

Pues, no. No es natural que unos se aprovechen de otros, los ricos han teñido todos los espacios de la sociedad con su ideología, y la han enseñado a todo el pueblo a través de canciones, tradiciones, refranes, telenovelas, prensa y han hecho creer que “el mundo es así”.
Por el contrario, la cultura del pueblo es la cultura de la solidaridad, de la sinergia, del trabajo colectivo, del vínculo y del bien común. Por eso el Sr. Javier González se convierte en enemigo del Sr Pedro González, y puede atentar contra él al punto de robarlo, especularlo y explotarlo, aunque vivan en la misma calle, tengan el mismo apellido y la misma camisa.
El Sr. Javier González no es rico, pero copia los patrones de conducta de los ricos y comparte su ideología, por eso puede aprovecharse de otros a través de la especulación, la usura y la explotación.

Los bachaqueros
El síntoma más característico de esta enfermedad son los bachaqueros, quienes revenden a precios exorbitantes productos de primera necesidad. Ellos no son ricos, pero comparten la ideología de los ricos; simplemente estos inescrupulosos comerciantes informales reproducen con sus conductas las ideas de los ricos, la ideología del capitalismo. Los ladrones en el barrio pertenecen al mismo síndrome.

El capitalismo es la estructura económica que permite que unos pocos se aprovechen del trabajo de muchos, y su ideología se basa en:

• La acumulación de riquezas a toda costa.
• El individualismo.
• La negación de los derechos del otro.

De tal manera que cuando veamos a alguien que quiere hacerse rico rápidamente (por eso impone precios exorbitantes), no piense en los demás sino en sí mismo y niegue a los demás el derecho que le pertenece, estaremos viendo a alguien que se comporta según la ideología del capitalismo aunque viva en el barrio, tenga una camisa barata y un apellido popular. Bachaqueros, ladrones y comerciantes pueden alimentar el grupo de estos “espíritus”

El Sr. Pedro González vuelve de su trabajo a las 6:00 pm cansado y canturreando “Qué triste se oye la lluvia en los techos de cartón…” y se cruza con el Sr. Javier Gonzáles quien también vuelve de su trabajo, pero él va canturreando: “A quien no le va gustar …”

 

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