Opinión / Francisco Rangel Gómez

30.Ago.2015 / 06:49 pm / Haga un comentario

Debate

Por: Francisco Rangel Gómez

@rangelgomez

Venezuela es uno de los países que en el mundo ha acogido a miles de inmigrantes a través del tiempo, familias extranjeras encontraron aquí la garantía del bienestar y la seguridad social que del suelo propio no pudieron obtener. Es así como en el siglo pasado centenares de europeos dejaron atrás la realidad aberrante de la post guerra para establecer y comenzar una vida de oportunidades en esta Patria que sigue abriendo sus brazos a familias extranjeras.

Los países de América Latina también fueron víctimas de tensiones sociales que obligaron a miles de chilenos, argentinos, peruanos, a buscar refugio en Venezuela. Colombia no es la excepción, somos el país del continente Sur con la mayor comunidad colombiana, hablamos de familias cuya descendencia incluso, es venezolana, nació y creció aquí, en el país donde no existen preferencias o privilegios para unos u otros, no hay distinción entre un niño venezolano y un niño colombiano en nuestras aulas de clases, ni en los centros de salud.

Con los Colombianos nos unen lazos que hace 200 años nos hicieron una sola nación, conformar la Gran Colombia era una de las grandes metas que inspiró la lucha independentista del Padre Libertador. Compartimos costumbres, tradiciones y una frontera extensa, donde cohabitan ciudadanos venezolanos y colombianos con tanta cercanía que en la expresión del lenguaje es difícil diferenciar unos de otros. Somos Pueblos hermanos, cinco millones de colombianos están actualmente nacionalizados como venezolanos.

La Gran Misión Vivienda Venezuela ha destinado más del 20% de las casas otorgadas a familias colombianas que en su país no tuvieran la oportunidad de acceder a una casa digna como la que este Gobierno Nacional ha procurado para ellos; entre los detalles que debemos recordar para entender que el Pueblo Colombiano es sin duda bienvenido en nuestra Patria, manteniendo la premisa de trabajar por una causa conjunta, dar lo mejor de nuestra voluntad para fortalecer el país que es de nuestros hijos y nietos.

Por eso la medida legítima (declarada así además por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia), de cerrar el paso fronterizo y reorganizar políticas para atacar las atrocidades que allí se generaban es una decisión, no en detrimento del Pueblo Colombiano, sino en defensa del Pueblo Venezolano que ha sido blanco de ataques paramilitares, del contrabando que hizo escasear los alimentos y el combustible, entre otros problemas generados por quienes han sabido planificar y ejecutar una guerra económica contra Venezuela, de la que seguimos viviendo consecuencias significativas para nuestra economía y el desarrollo pleno de la Patria.

Los planes de la ultraderecha y su ámbito internacional intentarán continuar arreciando contra nosotros, debemos estar preparados para encausar el odio que en ellos despierta esta nueva decisión soberana del Gobierno Bolivariano que pone en jaque su proceder infausto. Primero les arrebatamos el petróleo que controlaban sus aliados del norte, para otorgarlo al Pueblo que hoy está reivindicado gracias a los recursos que antes eran desviados a beneficio de unos pocos.

Ahora frustramos el ataque que desde la frontera con Colombia pretendía continuar una agenda paramilitar contra nuestro país. Así seguiremos cercenando el alcance imperial que acechó durante años al Pueblo venezolano, nunca más permitiremos que desde afuera nos impongan la administración de nuestro suelo y sus recursos, mucho menos ahora, cuando el Pueblo venezolano despertó y es dueño como nunca de las bondades de esta Patria Independiente.

Prevalecerá la paz porque existe un Gobierno responsable que hará valer desde la diplomacia nuestra soberanía, la frontera será restablecida cuando el respeto mutuo sea la premisa que encause la relación con Colombia. Mientras tanto seremos garantes de los derechos del Pueblo colombiano y de todas las familias inmigrantes que viven y aman como nosotros esta hermosa Patria.

Viviremos y venceremos.

 

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