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Por: Jimmy López Morillo

La fallida incursión por nuestras costas de un grupo de mercenarios liderados por dos estadounidenses los días 3 y 4 del corriente y la posterior revelación de los escalofriantes detalles del contrato firmado por el autoproclamado y sus secuaces con la “contratista” Silver Corp, pudieran marcar el último tramo del que desde el 23 de enero del 2019 parece ser su inminente destino: una cárcel venezolana.

Al menos, así pudiera inferirse de la lapidaria frase de la primera combatiente del país, Cilia Flores, durante una mesa redonda efectuada el pasado jueves 14, conducida por el vicepresidente sectorial de Comunicación, Cultura y Turismo, Jorge Rodríguez, transmitida a todo el país por Venezolana de Televisión:

“El señor Juan Guaidó no se salva de ésta…”
La ex presidenta de la Asamblea Nacional, abogada litigante durante muchos años, subrayó los argumentos con los cuales pudiera sustentarse todavía más la acción de los tribunales en contra de uno de los personajes más oscuros de toda nuestra historia:

“Hay suficientes elementos probatorios”, para llevarlo a juicio, sostuvo, añadiendo luego que “está la confesión de los mercenarios, los autores intelectuales han declarado. Hay pruebas, en este caso, como en ningún otro, están todos los elementos”.
Flores, quien también fue Procuradora General de la República, apuntó cómo está legamente demostrado que el aberrante documento signado por el dueño de la empresa Silver Corp -el mercenario Jordan Goudreau-, y los prófugos Juan José Rendón y Sergio Vergara, también fue suscrito por el monigote imperial:

“Es su firma, no la puede negar. Él dijo que no firmó, pero está el audio de su conversación con Goudreau. ¿Qué va a decir? ¿Que él no era el que estaba hablando? Es su voz, hay pruebas grafotécnicas y de voz”, machacó la esposa del presidente legítimo y constitucional de la República, Nicolás Maduro Moros.

Flores, calificó como “prueba del delito” el que tal vez es el documento más infame de nuestra historia, con el cual se daba carta blanca a un grupo de criminales a sueldo para desatar una verdadera carnicería contra toda nuestra población –sin distingo de identidad política-, por lo cual quedará en manos “de los tribunales y la Fiscalía”, dar los pasos necesarios para que finalmente se haga justicia en relación con este siniestro sujeto.

Enfrentar a la justicia
Por supuesto, tal y como ha sido la inveterada costumbre de la dirigencia opositora venezolana desde el mismo momento en que el comandante Hugo Chávez Frías asumiera la Presidencia de la República el 2 de febrero de 1999, la marioneta imperial lo negó todo.
En su muy limitada capacidad de construcción discursiva –ininteligible la mayoría de las veces–, el autoproclamado, primero atribuyó a “una cortina de humo del gobierno” los hechos de Macuto y Chuao; luego, habló de “emboscada” y exigió respeto a los derechos humanos de los mercenarios capturados –los cuales, vale decir, no estaban garantizados para los venezolanos en el contrato genocida suscrito con Goudreau– y, no faltaba más, con el mayor de los descaros rechazó que tanto la firma en el contrato como la voz en la conversación –hechos públicos por el propio exintegrante de la seguridad del megalómano de la Casa Blanca–, eran suyas, pese a todas las incuestionables evidencias.

“No tendrá –el bufón imperial– otro destino que enfrentarse a la justicia, a la ley, en el momento en que los tribunales de la República actúen”, afirmó el diputado del Bloque de la Patria Willian Gil.

“ Ya ha acumulado un conjunto de evidencias, de hechos públicos, notorios, ahora se suman más pruebas con el contrato que ha firmado con una empresa mercenaria, que se dedica a las incursiones armadas en todo el mundo, y eso es lo que le corresponde a ese ciudadano, enfrentar la justicia”, recalcó.
Para este parlamentario del Partido Socialista Unido de Venezuela, “aparte de eso, en la historia quedará reflejado como uno de los personajes que más daño le ha hecho a nuestro país, pero además como uno de los que se ha entregado a potencias extranjeras, para hacer daño a su propia nación. Quedará como un ejemplo de traición en la historia de Venezuela”.

El autoproclamado, de acuerdo con Gil, “es manejado, como todos sabemos, directamente desde Estados Unidos. Ahorita hemos visto el brazo militar y la firma del contrato con Silver Corp, pero también sabemos que es producto de un brazo económico, pues el principal objetivo del imperio es apoderarse de las riquezas de nuestro país y eso tiene que ver con el tema económico, por eso es que hay todo un lobby detrás de esta figura que han creado, la de este diputado, y este lobby chantajea, presiona fuertemente a grandes empresarios, unos están en el país, otros no, que lo están financiando –al títere imperial–, medios de comunicación, exbanqueros, prófugos de la justicia”.

“Si revisamos ese contrato –continuó–, vemos cómo entrega un porcentaje de nuestros recursos, de las explotaciones. Es decir, detrás de todo esto hay un interés económico, por eso vemos a muchos de la llamada ‘prensa libre’, medios de comunicación financiados, medios de propaganda del imperio y estos presionan a su vez a la cúpula de los partidos de oposición, porque hay grandes contratos, grandes sumas de dinero que han manejado, y por eso no hemos visto el deslinde total de esa dirigencia. Sin embargo, hemos escuchado voces importantes que se han separado de esas políticas, están en la mesa de diálogo convocada por el presidente Nicolás Maduro; hemos visto que Primero Justicia emitió un comunicado pidiendo sanciones para los responsables, es decir, es leve, pero pareciera comenzar a producirse un distanciamiento de ese partido, de Un Nuevo Tiempo. Será interesante ver lo que va a pasar en los próximos días”, culminó el diputado Willian Gil.