Opinión
Por: Alcides Martínez
Aceptar o ser indiferentes ante las prácticas del gobierno de los EEUU contra nuestra propia vida es inadmisible. Los Estados Unidos de Norteamérica parecen destinados por la Providencia a plagar de hambre y miseria a nuestro territorio. O nos paramos firmes o el imperio nos matará de hambre. ¡O inventamos o nos jodemos!
No podemos permitir que ahora nos quieran negar la posibilidad de adquirir los alimentos, no solo de nosotros, la de nuestros hijos. Si con todo y las amenazas, bloqueos, sanciones nos hemos bandeados para conseguir comida o medio comer, ahora quieran oprimirnos al sancionar a las empresas o países que le vendan comida a nuestro país simplemente para matarnos de hambre y tumbar el gobierno Bolivariano sin necesidad de utilizar a sus fuerzas militares.
La política la han llevado al plano del terrorismo y el exterminio más burdo que se haya conocido en la historia política de este planeta. Al negarnos la posibilidad de comprar medicamentos ¿Cuántas personas han muerto en Venezuela por una enfermedad crónica porque no se consigue la medicina? Eso lo hemos enfrentado con mucha calma y paciencia, pero, plantear de manera salvaje sancionar el sistema de alimentación a través delos Clap, es un atentado diabólico para asesinar a toda una población sin disparar un solo tiro.
No es posible, no es justo, no lo podemos permitir que esta oposición arrastrada al imperio este jugando a la guerra más brutal y asesina contra la población venezolana. Estimaba el autoproclamado que serán más o menos unos 250000 muertos en Venezuela para salir de Nicolás Maduro ¿Cómo se puede permitir ese anuncio que hoy vemos como lo quieren aplicar sancionando el proceso alimentario?
Todos los venezolanos, independientemente de nuestra inclinación política, debemos rechazar esa amenaza o locura por montarle la mano a nuestras riquezas naturales. No podemos ser cómplices de este genocidio inhumano ¿Qué somos nosotros? ¿No importamos? ¿No nos valoramos? ¿No merecemos vivir? Nos quieren matar de la forma más desesperante y sufrida como lo es la falta de alimentos. Quieren que veamos a nuestros hijos e hijas morir de hambre.
¡COMPATRIOTAS NO LO PERMITAMOS!